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| ᕼᗅꓔⴹ ꓔᕼᗅꓔ... |

Por la mañana temprano, el Alfa Min Yoongi caminaba por un pasillo eterno con una charola de plata que tiene el desayuno de cierto Omega encerrado. Su madre le había contado lo que había sucedido con su padre, lo cual le generaba un extraño dolor en el pecho. Era una sensación incómoda para él, pues prefería evitar involucrarse emocionalmente.

Una vez ubicado frente a la puerta de la habitación de aquel chico, inhala profundo y suelta el aire por la nariz captando de paso un poco del olor característico del ocupante de esa habitación, tocó la puerta y enseguida le abrieron.

– Buenos días –respondió el Omega con amabilidad, aceptando la bandeja de plata con una sonrisa agradecida. Sus ojos se encontraron por un instante, y Min Yoongi pudo percibir el característico aroma del Omega que emanaba de la habitación.

– Buenos días –respondió el Alfa Min Yoongi, entregando la bandeja con el desayuno al Omega que le recibía en la puerta de su habitación. Observó al chico, notando la sonrisa en su rostro y el camisón que llevaba puesto, cortesía de Taeyeon como disculpa- Se supone que no desayunarías hoy por ordenes del Alfa líder pero la Omega del Alfa pidió que te trajera esto.

El desayuno consistía en un exquisito plato de fruta picada, waffles recién hechos bañados en miel dorada, un refrescante jugo de naranja y un yogurt cremoso. El Alfa Min Yoongi observó con satisfacción cómo el Omega tomaba asiento y comenzaba a disfrutar de la deliciosa comida que había preparado para él. El chico saboreó la fruta picada con deleite, emitiendo un pequeño sonido de gusto que hizo que el corazón del Alfa se acelerara ligeramente.

–Oh, gracias. Por favor, dile a Taeyeon que le agradezco mucho este maravilloso desayuno –expresó el Omega con gratitud, mientras continuaba deleitándose con los sabores en su boca.

El Alfa, complacido de que el Omega estuviera disfrutando de su creación culinaria, se disponía a retirarse de la habitación. Sin embargo, antes de que pudiera dar el último paso hacia la puerta, sintió cómo el otro chico sujetaba suavemente la manga de su uniforme con sus pequeños dedos.

El Alfa se giró sorprendido, encontrando los ojos del Omega fijos en los suyos. Un ligero rubor coloreaba las mejillas del chico, y el Alfa pudo notar una chispa de curiosidad en su mirada.

–Yoongi hyung... ¿te quedarías un poco más? –susurró el Omega con voz suave, dejando que sus dedos acariciaran ligeramente la tela del uniforme.

El Alfa se encontraba desconcertado, pero la petición del Omega despertó una serie de emociones que luchaban dentro de él. Sin poder resistirse, decidió permanecer en la habitación, permitiendo que ese extraño sentimiento que dolía en su pecho se intensificara mientras exploraba la conexión que estaba surgiendo entre ellos.

– Está bien – Yoongi accedió y tomó asiento frente a Jimin. El Omega le dedicó una hermosa sonrisa, haciendo que el corazón del Alfa diera un salto en su pecho. Ambos sentaron a comer en silencio, mientras Yoongi observaba discretamente la habitación, notando los pequeños detalles que revelaban los gustos y la personalidad de Jimin.

De manera extraña, Yoongi no se sentía incómodo en presencia del pequeño Omega, a diferencia de lo que experimentaba con otros Omegas. Solo su madre era la única persona con la que no se sentía incómodo y ahora parecía que Jimin se sumaba a esa lista.

– Estás muy callado – comentó Jimin con amabilidad, sin desviar la mirada de Yoongi. – ¿Por qué no me hablas de cualquier cosa? Podemos hablar del clima si quieres.

вє мιηє 🌙 [ уσσηмιη ] 🌙Where stories live. Discover now