вє мιηє 🌙 [ уσσηмιη ] 🌙

5 🌙

▂ ▃ ▄ ▅ ▆ ▇ █ █ ▇ ▆ ▅ ▄ ▃ ▂

| ᒪⴹꓔ 𐦰⌷ |

Unos días después, se les prohibió asistir al funeral de Omega Park Shin Hye, a pesar de los insistentes ruegos del cachorro para que permitieran a Yoongi asistir. Como castigo, Yoongi y Yifan fueron confinados en sus habitaciones, mientras que Taeyeon permanecía postrada en su cama, recordando los días en los que estuvo embarazada de Yoongi.

–Yifan, ¿por qué no se nos permite ir al funeral de la señora Park con Jimin? – el pequeño Alfa quería expresar sus condolencias y consolar al cachorro, quien seguramente estaba llorando en soledad.

–No podemos ir porque... papá tiene miedo de que nos puedan hacer daño si asistimos, y yo tampoco quiero que te suceda algo malo. – Abatido por lo ocurrido, Yifan tomó la mano de Yoongi y lo atrajo hacia sí para abrazarlo. Acomodó su cabeza en el estómago de su hermano y cerró los ojos, deseando olvidar todo para no sentirse más culpable.

–Hyung, ¿te encuentras bien? – el menor acarició el cabello de su hermano, buscando calmar el "dolor", pero sabía que el verdadero dolor de Yifan estaba en su corazón y su conciencia. Él sentía que podría haber salvado a la Omega de aquellos hombres.

–Perdóname, Yoongi. Todo esto es culpa mía... Lo siento tanto. – Abrió los ojos, empañados por las lágrimas acumuladas. Su voz se entrecortó debido al nudo en su garganta, mientras la culpa lo torturaba de una forma que nunca antes había experimentado.

–No hay nada que perdonar, hyung... Sé que debe doler mucho como para que este llorando... Pero yo estaré aquí para cuidarle. – El pequeño Yoongi se sentó entre las piernas extendidas de Yifan y abrazó su cuello con ambos brazos, esbozando una sutil sonrisa. Él apreciaba a su hermano mayor como si fuera su alma gemela, y no quería que su hyung favorito se enfermara ni mucho menos que sufriera.

–Me duele... duele como un infierno, Yoongi. – Los sollozos se hicieron presentes mientras los brazos de Yifan rodeaban el pequeño y frágil cuerpo del menor. Él ocultó su rostro en el hombro de Yoongi, para que no pudiera ver la expresión de desesperación y dolor que se reflejaba en su rostro.

–Ve a la cama, hyung. Un buen remedio para mejorar es descansar. – Yoongi subió una de sus manos al cabello de Yifan, acariciándolo suavemente. Sentía la necesidad de consolarlo, sin entender completamente por qué, pero decidió seguir su instinto.

–Y-Yoongi... – Yifan apretó las ropas del menor entre sus manos y emitió un quejido que preocupó aún más a Yoongi. Con cuidado, el menor ayudó a Yifan a levantarse del suelo y lo arrastró hasta la cama, acostándolo con delicadeza. Sin embargo, cuando Yoongi intentó alejarse, Yifan no soltó su agarre.

–Está bien, hyung. Descansa. – El menor entendió la indirecta del mayor y se acostó a su lado. Una vez que ambos estuvieron acomodados, Yifan acercó a Yoongi a su cuerpo, temeroso de que alguien pudiera entrar y separarlos. Sabía que si Minho los encontraba juntos, no dudaría en intervenir.

Yifan inhaló el aroma de su hermano menor y una sonrisa se dibujó en su rostro cuando un recuerdo saltó a su mente. Recordó cómo, cuando conoció a Yoongi, este era tan pequeño y su piel era suave como la de su madre. Su madre siempre fue muy protectora con el bebé Yoongi, pero  permitió que Yifan se acercara a la cuna para poder verlo.

–Descansa, hermano. – Dejó un beso en el flequillo de Yoongi, como solía hacer cuando era un bebé. Relajó su cuerpo, excepto por sus brazos que se aferraban al menor. Cerró los ojos y se dejó llevar hacia el mundo de los sueños. Yoongi observó a su hermano descansar, con rastros de lágrimas en sus mejillas y los labios secos. Suspiró aliviado de que su hermano mayor estuviera en paz mientras dormía, sanando del dolor que había experimentado momentos antes. Apoyó su cabeza en el pecho de su hermano y cerró los ojos para acompañarlo en su merecido descanso.