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| ロ几 州ㄚ 山凡ㄚ |

–¡Deja de moverte, perro del demonio! —Chaewon sujetaba con todas sus fuerzas el brazo de Yoongi, mientras en su otra mano tenía una jeringa llena de un líquido ámbar.

Yoongi solo gruñía como un perro y se movía como un niño haciendo una rabieta.

–¡Te calmas o te calmo! —amenazó la beta, dejando rápidamente la jeringa en una mesa a su lado y tomando en su lugar un martillo.

Enseguida, el lobo dejó de moverse, pero ahora sus ojos negros la miraban atentamente, mostrando sus dientes en advertencia.

–Bueno, así está mejor —suspiró más calmada, dejando el martillo en su lugar y volviendo a tomar la jeringa–. Sé un buen perro y quédate quieto, o esto te va a doler peor que una bala de plata.

–Las balas de plata no nos matan.

–¿Ah, sí? Eso díselo a tu tatarabuelo —sonrió de lado la pelinegra antes de pasar el algodón por su brazo.

Le dio una última mirada a los ojos negros del otro, que gruñó al ver la jeringa acercarse a su brazo. Finalmente, la aguja entró y Chaewoon inyectó el líquido lentamente pero dolorosamente.

La sensación de un líquido hirviente recorriendo su cuerpo provocó el regreso de la conciencia de Yoongi, pero la dolorosa sensación persistía, desencadenando gritos e hilos de lágrimas por parte del lobo.

Chaewoon se alejó de la camilla y observó su sufrimiento desde lejos con una expresión indiferente, ya que estaba acostumbrada a este tipo de situaciones.

–No exageres, hay personas que han muerto por dosis mayores a las que te administre.

–¡Maldita bruja, escoria de la vida, escocesa de mierda! —gritó el Alfa sobre la mesa, mirándola con odio.

–Si lo soy, ¿y qué? —sonrió con falsa inocencia, pero su expresión cambió al ver entrar a Jackson– Genial, otro lobo viene a arruinar la diversión.

–Perdóname por preocuparme por el único hijo del Alfa líder —empujó su hombro contra el de la Beta, quien solo bufó en respuesta.

–¡Ayúdame, imbécil! —el dolor disminuyó lentamente, pero su cuerpo entumecido no le permitía levantarse.

–¿Y las palabras mágicas? —Jackson sonrió juguetón, mientras Chaewoon a su lado reía en voz baja.

–¡Por favor, maldito idiota! —forcejeó contra las cadenas que lo mantenían sujeto a la camilla.

Jackson empezó a tararear una canción mientras rompía las cadenas con sus propias manos, Chaewoon solo miraba incrédula lo fácil que les resultaba a ellos romper las cadenas. En cuanto Yoongi terminó de soltarse, saltó encima de Jackson y le propinó un fuerte golpe en la cabeza, estrellándolo contra la pared.

–Agradece que no te mato —soltó su cabeza con brusquedad y se marchó de allí, derribando todo lo que encontraba a su paso.

–Qué sensible —volteó los ojos la Beta, antes de acercarse a Jackson que se había recargado sobre el hueco que había dejado su cabeza en la pared.

–Ya lo conoces, siempre a tenido mal genio —en su mano queda un poco de sangre que había salido de su herida, hace una mueca y se ríe.

–¿De qué te ríes, payaso? —se asomó poniéndose de puntitas para ver por encima de su hombro.

–Me hizo una herida el muy hijo de perra —le mostró la mano con sangre a la Beta.

Chaewoon solo hizo una mueca alejándose, Jackson se fue de ahí sin mirar atrás ni despedirse, la Beta solo lo miro salir con ojos curiosos.

вє мιηє 🌙 [ уσσηмιη ] 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora