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Moonbyul cuidó de la herida en la mano de Jimin con delicadeza, asegurándose de que estuviera bien vendada y protegida. Mientras tanto, el pequeño Taemin se encargaba de preparar la cena, demostrando su habilidad y madurez a pesar de su corta edad. Aunque Taemin luchaba por contener las lágrimas debido al dolor en su corazón, se mantuvo fuerte y siguió adelante, preparando la mesa con la comida ya servida.

–Ya está listo —anunció Taemin mientras se adentraba en la sala de estar y observaba cómo su madre cuidaba la herida del pequeño Omega. Sin decir una palabra, se acercó al lado de su madre y acercó su rostro al de Jimin, transmitiéndole así su apoyo y cariño en silencio.

–¿Q-qué? —el menor se ruborizó un poco ante la cercanía del Alfa, desviando la mirada con timidez. Para ocultar sus ojos lacrimosos, cubrió su rostro con su brazo libre. Taemin, con una sonrisa reconfortante, acarició suavemente el cabello del menor, transmitiéndole un gesto de afecto y consuelo.

–Eres muy bonito —Taemin mostró una amplia sonrisa de labios cerrados al pequeño Omega, quien observó desde detrás de su brazo, su rubor creció aún más. Moonbyul, llena de ternura, sonrió al presenciar la escena tan dulce de su hijo tratando de ayudar al Omega a olvidar el dolor.

Una vez que Moonbyul terminó de curar al pequeño, besó su mano con cuidado y luego lo soltó. Miró a Taemin con orgullo, y una sonrisa se formó en sus labios mientras revolvía los cabellos de su hijo, quien bufó en respuesta, aunque no se apartó, permitiendo que continuara.

–Eso es todo, muchachos; vamos a cenar y luego a la cama —Moonbyul besó la frente de Taemin y luego la de Jimin antes de salir de la sala, dejando a los dos menores para que pudieran charlar un rato mientras ella preparaba la mesa.

Jimin se quedó callado y bajó la mirada al piso, como si este fuera más fascinante que cualquier otra cosa. Taemin estaba un poco nervioso, ya que nunca había interactuado mucho con Omegas macho. Con cuidado, alzó su mano lentamente para no asustar al pequeño y acarició su cuero cabelludo, sintiendo la suave textura de sus cabellos. Jimin miró la mano del Alfa y se sonrojó un poco.

–Jiminnie, lamento mucho lo que le pasó a tu mami... yo no sabría qué hacer sin la mía. Te entiendo y a partir de ahora te protegeré siempre. Seré tu guardaespaldas personal y nunca me separaré de ti, ni siquiera para ir al baño —Taemin sintió cómo la cabeza del Omega se movía, notando cómo este trataba de contener la risa ante su comentario. Jimin quería sentirse triste por la muerte de su madre y por el repentino maltrato de su padre, pero con Taemin a su lado, se sentía tranquilo y confiado.

–Hyung, agradezco mucho esto, pero me gusta tener mi privacidad —el pequeño finalmente sonrió, soltando aquella bella risa que lo caracterizaba. Era un cachorro especial que merecía ser tratado como una joya en peligro de extinción. El corazón de Taemin se conmovió ante esa sonrisa.

–Está bien, admito que me emocioné un poco, pero hablo en serio cuando digo que cuidaré de ti hasta que encuentres un Alfa que realmente merezca estar a tu lado —Taemin retiró su mano de los cabellos de Jimin y tomó la suya, conduciéndolo al comedor donde Moonbyul estaba terminando de preparar la cena.

Jimin se sintió maravillosamente bien en ese ambiente acogedor: la casa, Moonbyul, el pueblo y, sobre todo, Taemin a su lado. Era como si finalmente hubiera encontrado un lugar al que pertenecer.

Todo se veía tan diferente desde la ventana de su habitación. Antes, su padre no le permitía salir argumentando que era demasiado delicado para el frío, pero ahora, bajo la compañía de Taemin y Moonbyul, se sentía libre y lleno de vida. Recordaba cómo su madre solía alegrarle la habitación con su presencia, leyéndole cuentos mientras el pequeño se acomodaba entre sus piernas. Juntos jugaban y reían, ya fuera a solas en la mansión o con el personal de servicio. Y qué decir de las canciones en aquel idioma exótico que su madre conocía y que tanto le gustaban... La extrañaría terriblemente, pero estaba decidido a seguir adelante, con o sin su ayuda.

вє мιηє 🌙 [ уσσηмιη ] 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora