Epílogo: La carta de suicidio.

228 25 3
                                    

Maratón 3/3


Si estás leyendo esto me confirmas dos cosas: la primera, Fran supo hacer el favor que le pedí, y la segunda, es que... Sí... Morí.

Amor, no tienes porque culparte, todo fue enteramente mi decisión.

No quiero explicártelo en vida porque no creo reunir el valor suficiente como para decírtelo frente a frente, por eso la única manera que encuentro es en esta carta.

Primero lo más complicado y lo más fuerte. No encuentro otra manera de expresarlo, así que solamente lo escribiré. Me acosté con Zabdiel, sé que en este momento debes de tener los puños cerrados, pensado en mil maneras de matarlo, pero para empezar yo fuí la que siguió el beso, yo fuí la que en ningún momento paró a Zab, la que al igual que tú, trató de cambiar y me salieron las cosas al revés. Traté de borrar caricias con agua y jabón, como si eso lo arreglara todo, sin conseguir éxito.

Mis padres me decían ¿De qué sirve tener una carrera en música si no es fácil llegar a la cima? Y si, conforme pasaba el tiempo en la carrera seguía pensando que sería difícil llegar a cumplir mi sueño de dedicarme a la música, por eso la oportunidad de Camacho me caía como anillo al dedo, pero en cuanto el profesor dijo que nosotros dos no habiamos ganado me dolió y no quise hablar con nadie.

Seguido de llegar a mi casa mi mamá me llamó anunciando que se divorciaría de mi papá sentí que yo había sido la culpable.

Todo se fue acumulando hasta terminar en una gran bola de nieve callendo sobre mi y sinceramente, ya no aguantaba más...

Pero, por otro lado, supongo que estaré más feliz después de hacer eso.

No tiene caso que te culpes, tú debes de seguir con tu vida, seguir tus sueños, corre por lo que alguna vez le prometiste a tu abuelo, en cuanto lo vea le diré que eres la mejor persona que conocí en el mundo.

Estando tan cerca del día de muertos, te quería llevar al cementerio, a ver la lápida de tu abuelo, sé que debe de ser difícil pero, hey, tú estás disfrazado todo el año, y me queda claro que en vida y en muerte te ama, sal y diviértete por mí, sabes que yo en esas fiestas no encajaba.

Mirando el lado bueno de mi decisión hay muy buenos cantantes en el cielo (espero que estén allá), voy a poder bailar el moonwalk con Michael Jackson, cantar todas las canciones con Amy Winehouse, cantar Like teen sprit con Kurt Cobain, poder tocar el bajo con Gustavo Cerati y berrear todas las canciones de Soda Stereo.

De pequeña pensaba que primero moriría Chabelo, que el día en el que yo muriera él ya tendría un par de décadas muerto, pero no, estamos en este momento.

Cuando recién me conociste algo en ti me dijo, um... No, él no te va a caer bien y mira lo que sucedió, me acosté contigo y podría decir que llegamos a ser novios, ahora me da risa el pensar en mis momentos bipolares y como de la noche a la mañana te convertiste en la mejor persona que conocí.

En todo lo que hagas, ahí voy a estar, al igual que tu abuelo, por favor, no cometas lo mismo que yo, tú aún tienes mucho que hacer y yo voy a estar aquí, esperando a que llegues.

Sólo te quiero pedir un par de cosas más... Dejé mi testamento (sí, escribí un testamento, se escucha medio raro porque yo siendo una adolescente casi adulta, nunca, había pensado en escribir uno de ellos) detrás de esta hoja, en él estipulo que tú te quedarás con el 50% de las ganancias del café, Fran se queda con el otro 50%, mi departamento si no lo quieres lo puedes vender, la única condición es que ayudes al hospital con las prácticas, solo eso.

Ahora, sólo me queda decirte perdón y adiós.

Llegando al cielo me voy a presentar como lo que soy.

Tu señorita Pimentel.

Te ama en vida y en muerte, Nix Pimentel.

★★★ FIN ★★★

Señorita... ¿Pimentel? (J. P.) ||+18|| ✔️Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt