XXXI. EL SIERVO

892 63 3
                                    

Nix Russo.

Salimos de la cabaña y tenía curiosidad de a dónde nos dirigimos.
Cómo no tenía ni la más mínima idea de a dónde íbamos no tenía ninguna imagen en mi cabeza de dónde teníamos que parar.
Nos adentramos en el pequeño bosque que había detrás de la cabaña y caminamos entre la vegetación muerta que había en el suelo, los árboles enormes y las grandes piedras llenas de vegetación.

—¿A dónde vamos? —pregunté a Joel mientras me ayudaba a subir una roca algo resbalosa

—A un lugar muy especial para mí, ya te lo había dicho —respondió amable.

Seguimos caminando, este lugar al que Joel me quería llevar parecía no existía o parecía no encontrarlo.

Llegamos a un lago muy pequeño con piedras muy lindas, en dónde apenas y se veía el agua de lo clara que estaban árboles enormes, tras ellos, la luz del sol que apenas se asomaba por las colinas. Joel me paro en medio de el pasto tomándome de los hombros.

—Oye que cara... —reclamé

—Shh —silenció poniéndome la mano suavemente en la boca para que guardara silencio —mira al frente —susurró a mi oido señalando a un siervo que se veía a lo lejos, queriendo tomar agua del pequeño rio —siéntate pero muy despacio o lo vas a asustar —bajó la voz

Me fuí agachando poco a poco, el siervo notó nuestra presencia y lo primero que hizo fue querer correr de nosotros, Joel se acercó lentamente a él antes de que se fuera para poder acariciarlo.
El siervo tranquilo se dejó acariciar por Joel.

—Ven, Nix —dijo a lo lejos.

—¿A mí? —señalé mi pecho

—Sí a ti —habló suavemente para no asustar al animal.

—¿Y que tal si lo asustó?

—Tú tranquila, Nix, de aquí no se va —me acerqué a Joel

El siervo quería salir corriendo y Joel lo acarició en la nariz hasta que se quedó quieto.

—Dame tu mano —estiré mi brazo con algo de temor emanando en mi.

Comenzó a moverla suavemente por la cabeza del siervo.

De pronto el sonido del crujir de una rama asustó al siervo y se fue corriendo lo más rápido que pudo.

—¿Como sabías que acariciando la nariz del siervo no iba a salir corriendo de mi? —pregunté al chico

—Los animales son como un primate humano, nuestros antepasados lo único que hacían era atacar a las bestias que se les acercaban o a sus semejantes si mostraban que iban a dañar a sus crías o si se sentía amenazados por ellos, los siervos no son la excepción, pero... Todos tenemos una manera de confiar en los alrededores, la de los humanos es hablar entre nosotros, dependiendo de su lenguaje corporal sabemos si miente o no —respondió he hizo una pausa para tomar aire.

—¿Y en un siervo? —pregunté

—La parte de la nariz de un siervo es una manera de decir que estamos aquí para cuidarlo y no mostramos amenaza, si llegas corriendo, gritando o cualquier otra señal que pueda parecer ofensiva el siervo se va a ir corriendo en señal de alerta.

—¿Y a todo esto como sabías que aquí había un siervo? —pregunté

—Cuando era niño mi padre me traía aquí, a él le gusta la caza de animales, entonces veniamos aquí para cazar a los siervos, hasta que está área se volvió un área libre de caza.

—¿Y dejaste de venir?

—No —se sentó en una roca grande —a mi madre nunca le gustó que mi papá cazara animales, así que cuando esté bosque se volvió área protegida a mi mamá le gustaba venir a ver a los animales corriendo sin ningún peligro —me sentó en sus piernas.

—¿Hace cuanto no venías? —pregunté al ver que tenía un brillo en los ojos.

—Desde que falleció mi abuelo. Él también venía y me enseñó como tranquilizar a los siervos —puso de frente a él, me tomo de la cintura y me dió un corto beso —este es un lugar muy especial para mí, Nix, y tú eres una persona muy especial para mí.

—Joel yo...

—Dejame hablar —interrumpió —dejame ser algo más que tu amigo, Nix, sé que no soy lo que esperabas o lo que buscas en un hombre, pero déjame intentarlo.

—Joel, ya te había dicho que...

—¿Qué, Nix? ¿Qué no me quieres para eso? —interrumpió —Nix, solo me usas para tu diversión y eso no es algo que...

—Joel ni siquiera me dejaste terminar de hablar —interrumpí para que me dejara hablar —ya te dije que sí, pero regresando a la cuidad porque aquí en medio de la nada como que no —dije tranquila.

—¿Entonces si? —se puso de pie frente a mi.

—Sí, Joel, sí —en seguida me tomo de mi torso mientras me levantaba y daba vueltas.

Me bajó y me dió un ataque de besos.

A pesar de que estamos en medio de la nada y no hay señal para celulares, todos viajamos con él. Yo tenía mi celular en la mochila que estaba cargando y fue cuando escuché mi ringtone, la canción de la intro en la Casa de Papel.

—¿Aquí hay señal? —pregunté volteando mi mochila para poder tomar mi celular y contestar la llamada

—Ni idea, nunca me había percatado de eso aquí —abrí el cierre de la mochila, ví la pantalla para ver quién era la persona que me estaba llamando —¿Quien es? —preguntó Joel

—Es Marcela —hablé al ver el registro de la llamada y contesté —¿Bueno?

—Nix, dón...de es...tás llevamos ra...to buscan...dolos —se entrecortaba la llamada ya que la recepción es muy mala.

—Marcela no te entiendo, en cuanto lleguemos a la cabaña platicamos —colgué la llamada.

—¿Que quería? —pregunto amablemente.

—No tengo idea, la señal es muy mala y no logré entenderle muy bien —respondí

—Bueno —se levantó de la roca —será mejor que volvamos para que no se preocupen por nosotros...

________________________________________________________________________________________________

Bueno CNCOwners espero les haya gustado el capitulo de hoy ❤️
Por cierto Feliz Navidad a todxs y espero que se la estén pasando chevere con su familia.
Les dejo el capitulo como regalo de Navidad así que si te gustó no olvides votar ❤️

A tan pocos días de que acabe el año ya casi hay una vacuna para que esto del Covid se termine pero aún así cuidate mucho.
Dicho eso lxs quiero mucho bye ✌️💜.

Señorita... ¿Pimentel? (J. P.) ||+18|| ✔️Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang