XIX. YA CASI LLEGAMOS

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Nix Russo

Tal y como lo dije, yo maneje desde que nos dieron el coche en el Ballet parking del bar hasta la primera gasolinera para llegar a la cabaña que habíamos rentado, el resto del camino fue Zabdiel.

Christopher fue todo el camino contando chistes malos, los típicos que diría mi pequeña prima para hacerme reír. Erick y Marcela roncando en el asiento de atrás, Joel no paraba de mirarme mientras manejaba y Zabdiel (durante mi turno de manejar) mandó unos mensajes desde su teléfono.

Llegamos a la primera gasolinera, bajé a pagarla en la tienda y Marcela quería algo de agua para hidratarse, compré algunos dulces para mí y los demás después de que se les bajara el alcohol o la resaca.

Después de un rato de que Zabdiel manejara, Google Maps nos avisó que ya habíamos llegado a nuestro destino.

-La verdad es muy linda -Zabdiel puso el freno de mano después de estacionarse.

-Pues sí, no lo puedo negar -sonreí

-¿Y si bajamos? -preguntó Zabdiel volteandome a ver

-Me parece perfecto, pero primero hay que ver la manera de despertar al par de tortolos y de bajar a Joel y a Christopher sin que se caigan o algo -voltee atrás de la camioneta, todos estaban en un profundo sueño.

-Que te parece esto, Nix, tú despiertas a Marcela y a Erick mientras que yo me llevo a Joel y a Christopher adentro

-¿En serio?

-Sí ¿Por qué te sorprende? -dijo seguido de una sonrisa.

-Porque ambos sabemos que odias a Joel -el chico trato de interrumpirme -no me puedes decir que no Zabdiel -sonrió

-Entonces ¿Qué hacemos?

-Tú despiertas a los chicos y yo les ayudo a Joel y a Christopher

-¿Segura que vas a poder?

-Obvio -reí -¿Qué es lo peor que podría pasar?

-Bueno, Nix -suspiró -está bien -volteó -¿Y cómo los despertamos?

-Tengo una idea -hice una seña de silencio mientras me acercaba al volante.

Puse la mano izquierda en la pierna de Zabdiel para tener en dónde recargarme, esperé a que alguno de los chicos roncara y toqué el claxon

-¡Ya levántense que ya llegamoooooos! -grité mientras seguía tocando el claxon.

-¿Pero qué demonios te sucede, Nix? -Marcela sobó su cabeza al sentir el dolor de un golpe que se dió cuando la levanté del susto.

-Yo sé que no se iban a despertar tan sencillo Marcela -hablé mientras Zabdiel y yo reíamos.

-Bueno, a ver Erick y Marcela vienen conmigo, vamos a tratar de entrar sin que les pase algo -Zabdiel bajó de la camioneta para abrir la de Erick.

Yo me bajé al igual que Zabdiel y abrí la puerta en que daba con Christopher.

-Eres muy bonita, Nix -dijo Christopher jugando con mi boca, aún no se le bajaban los tragos.

-Sí, ya, ándale, bajate Chris -traté de animar a Christopher para salir de la camioneta.

Christopher me tomó del cuello para poder sacarlo.

-Un pie frente al otro -dije mientras él trataba de ponerse en pie, sacó una risa sin razón aparente y se dejó caer al suelo.

-Buenas noches, tengo sueño -Christopher se acomodó en el suelo

-Chris, te vas a ensuciar -hablé cuál mamá a sus hijos.

-Para eso traje ropa -hizo una sonrisa algo estúpida.

-A ver, espérame en lo que sacó a Joel -hablé tranquila

Me metí a la camioneta para despertar a Joel, más que nada era para saber si a él ya se le habían bajado un poco más las copas y estaba más centrado que Christopher para que me ayudara a meterlo.

-Joel -llamé moviendo la pierna del ruloso

Soltó un quejido

-Ya levántate, llegamos -dije sin dejar de mover la pierna de Joel.

-Otros cinco minutos más -replicó como un niño con ganas de ir a la escuela.

-Ya ándale, entre más rápido entres más rápido te voy a dar una sorpresa -hablé pícara

-Y ¿Se puede saber cuál es esa sorpresa, señorita Russo? -despertó el chico

-No lo sé -me hice la despistada -vas a tener que averiguarlo -salí de la camioneta para levantar a Christopher del suelo.

Joel se levantó algo mareado de lo rápido que lo hizo, pero... Sí se podía mantener en pie.

-¿Me puedes ayudar con él? -pregunté a Joel en cuanto lo ví frente a mí.

-¡Chris! -el chico hizo voz que hace mamá cuando te levanta para que vayas al colegio.

-¡¿Qué?! -gritó Chris en tono de un reproché.

-¡Ya levántense, wey! -le dió una patada de amigos.

-¡Puta madre, Joel! -gritó Chris levantándose después del golpe.

Chris se levantó demasiado mareado, él no podía caminar solo así que pusimos una mano sobre el cuello de Joel y la otra sobre mi cuello para poder entrar los tres a la cabaña.

-Muchachos -pronunció Chris aún mareado

-¿Qué pasa? -pregunté

-No me siento muy bien -dijo muy mareado

-Tú aguanta poquito más -Joel apresuró el paso.

-No, en serio, me siento muy mareado -Christopher trató de parar los pasos que dábamos Joel y yo.

-Aguanta un poco más -volví a apresurar el paso

-Ya casi llega...

Joel no pudo terminar de hablar cuando Christopher vomitó en el suelo salpicando a los zapatos de Joel y a los míos.

-Ya... Déjalo salir -Joel se burló del chico mientras le daba palmadas en la espalda.

-Que bueno que no tiene el cabello largo -hice un chiste tratando de no reír

-Que -Chris trató de hablar, después volvió a vomitar y añadió -graciosos chicos

En cuanto terminó de vomitar limpiamos los zapatos con una camiseta con mangas de Chris entramos y empezamos a ver lo que había alrededor.

Era muy acogedora, estaba encendida la chimenea, frente a ella unos sillones del color de la madera con la que estaba hecha la cabaña, a un lado había una gran cocina que estoy segura que le voy a dar un increíble uso, unas escaleras madera que llevaban a la segunda planta.
Vimos que solo había tres habitaciones, cada una con dos camas. Había que compartirlas.

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Bueno CNCOwners,eso fue todo por el capitulo de hoy, espero les haya gustado.

Les quería agradecer porque ya son más de mil vistas de la novela y somos número 2 en CNCOwners ❤️ muchas gracias a todas.

Se cuidan mucho bye ✌️💜

Señorita... ¿Pimentel? (J. P.) ||+18|| ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora