XXVII. COMO UNA CITA

1K 74 20
                                    

Joel Pimentel

Ya estaba harto de que Nix me trata bien solamente cuando quiere así que tenía que hacer algo al respecto...

Así que tomé la iniciativa de ir al cuarto donde Nix dormía con su amiga, ya que Erick me había dicho que quería hacer algo está noche con Marcela, por lo cual opté por ir a esa habitación.

En cuanto llegamos del lago Erick me contó de lo planeado con Marcela. A los 20 minutos llegó ella a mi cuarto.

—¿Puedo pasar? —preguntó Marcela amable

—Sí, claro —abrí la puerta para que ella pasara y yo pudiera salir —luego nos vemos, Erick —cerré la puerta y escuché que pusieron el seguro.

Ví que Chris había entrado al cuarto donde se encontraba Nix, lo cual me pareció extraño porque Christopher casi nunca habla con chicas. A falta de que solamente estaba Zabdiel en la casa desocupado, me senté en las escaleras esperando a que mi amigo saliera de la habitación, por obvias razones no quise hablar con Zabdiel, antes muerto.

Mientras esperaba solamente veía al vacío de las escaleras, sin pronunciar ni una sola palabra.

Al fin había llegado mi momento así que choque las manos con Chris en el pasillo, toqué la puerta de Nix y escuché que ella decía:

—¿Ya te acordaste a qué venías? —preguntó tras la puerta, en cuanto la abrió la tomé de la cintura.

Esta noche no te me escapas

Ella trató de quitarme de encima pero no quería que viera quién era, abrió los ojos y para mí suerte no me alejó de ella.

La llevé a su cama y me subí en ella sin cargar mi peso, le quité el short y la playera larga que tenía puesta para dejarla en ropa interior.

Por mi parte, me quité todo hasta quedarme en bóxers frente a la chica.

Le traté de quitar el sostén a Nix, pero nunca he podido quitar el broche de esas cosas, así que la chica, al ver que no podía quitárselo me ofreció su ayuda.

—¿Quieres que te ayude? —preguntó con una sonrisa en su cara.

—Por favor, nunca he podido hacer esto —sonreí apenado

—Mira... No tiene gran ciencia —hizo una seña con las manos —solamente tienes que hacer esto —desabrochó el sujetador dejando a la vista todo.

Aquí es donde vuelvo a confirmar que Nix es una mujer tan perfecta que al verla desnuda frente a mí quedé completamente loco.

Nix Russo.

Joel me besó la boca mientras se acomodaba sobre mi, se quitó el bóxer, yo abrí las piernas para darle paso a su miembro, él empezó a dar embestidas lentas subiendo cada vez más la velocidad, dejó de entrar en mi y comenzó a sobar mi seno con sus manos, nuestros labios se dejaron de unir en un beso, sentí como su boca bajando a mi cuello, del cuello a mis pechos pasando su lengua por mis pezones jugando con uno de ellos mientras con una de sus manos sobaba mi otro seno, sentía un palpitar en mi monte de Venus, cada vez más fuerte, como si fuera a explotar.

Dejó de jugar con mis pechos y bajó a mi feminidad dejando una especie de besos... ¿Mojados?, Sí, supongo que eso son, por todo mi cuerpo, llegó a ella y comenzó a jugar con su lengua tocando mi monte de Venus hasta llegar a mi clítoris. Entre más tiempo tenía abajo más rápido lo hacía y mis piernas comenzaban a temblar con mayor fuerza, en dado momento sentí que podía cerrar las piernas y lastimarlo.

—Joel —gemí su nombre, mi cabeza como si estuviera viendo al techo, el placer que me generaba me obligaba a cerrar los ojos.

Pasó su lengua por mis labios volviendo a jugar con mi clítoris pero, oh, por dios, este hombre domina muy bien la lengua, mis piernas volvían a temblar obligandome a qué mi espalda se curveara.

Subió para darme un corto beso en mi boca, sentía su respiración sobre mi rostro, y una colonia masculina entrando a mi nariz, mientras que son su mano derecha comenzó a masturbarme, volvió a jugar con mi clítoris mientras que yo sentía que mi feminidad estaba a punto de explotar, sentía un gran placer por todo mi cuerpo, solté un leve gemido a causa de este, Joel paró un momento para pasar los dedos por su boca para llenarlos de saliva para volver a bajar y seguir a masturbarme.

—Correte —dijo el chico cerca de mi boca —correte para mí, pequeña —continuó Joel al ver mi cara de satisfacción

Volví a gemir.

—Vamos mi princesa, correte, correte para mí —volví a soltar otro pequeño gemido, sentía sus dedos moviéndose con más y más rapidez, se hacía más obvio mi placer —¿Así? —habló con voz ronca cerca de mi oído.

—Sí —comenzó a hacerlo más rápido, sentí como podía escurrir un líquido por mi cuerpo.

—Eso es, mi niña, sigue.

Pasó su mano a mi boca para darme a probar mis líquidos hasta que quitó su mano y me dió un beso para probar mi boca con un nuevo sabor impregnado en ella, volvió a subirse encima de mí mientras sentía su cuerpo entrar en mí.

—Mi turno —me levanté de la cama quedando sobre el chico, tomando el control de la situación, o bueno, por lo menos eso quería aparentar.

Bajé a su miembro para hacerle un oral, podía escuchar sus leves gemidos, los cuales para mis oídos eran como un éxtasis, al sentir algo de fatiga en mi cuello me senté sobre el haciendo movimientos de caderas. Joel paso sus manos por mis pechos y yo bajé para besar su boca.

[...]

Después de unos 25 minutos más de placer, quedamos sentados uno al lado del otro, enredados entre las sábanas de la cama, yo me recargue en su pecho sobando su abdomen con mi mano izquierda mientras el me acariciaba el cabello con sus dedos.

—Nix... — habló Joel en medio de la nada.

—Dime... —le presté atención

—¿Qué te parece si damos otro paso?

—¿A qué te refieres con otro pasó?

—A que si ¿Quieres ser mi novia? —me levantó la barbilla para poder verme a los ojos.

—Joel, yo...

—Nix, ¿Por qué tienes que hacer eso? Siempre que estamos juntos a solas me tratas como un rey pero cada que quiero hablar sobre una relación seria contigo evades la pregunta —interrumpió

—¿Me vas a dejar terminar? —pregunté a lo que él contesto positivamente —a mí me gustaría que por lo menos tuviéramos una cita como dos personas normales

—Entonces que te parece si... ¿Regresando de la escuela te invito por un café y platicamos?

—¿Como una cita?

—Como una cita —reímos

Terminamos de hablar y de tanto masaje que me dió Joel en la cabeza me comenzó a dar sueño, mis párpados comenzaron a pesar demaciado, me quedé dormida en su pecho hasta la mañana siguiente.

Joel Pimentel

Cuando Nix terminó ella se quedó dormida en mi pecho, envuelta en las sábanas acostada en mi pecho con sus ojos cerrados y su respiración tranquila se veía tan pequeña y vulnerable...

________________________________________________________________________________

Bueno cncowners espero les haya gustado el capitulo de esta semana un poquito más fuerte a lo que estoy acostumbrada a escribir y no me responsabilizó por cualquier trauma 🤣 pero bueno aún estamos en tiempos de corona así que si salen está bien pero con su cubrebocas 🙃.

Se les quiere se me cuidan mucho bye ✌️💜

Señorita... ¿Pimentel? (J. P.) ||+18|| ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora