Día 2: Aroma

476 67 2
                                    

P.O.V Kuroo:

-...¿Ese quién era, Kuroo? —Preguntó mi teñido amigo, luego que el alto rubio se hubo marchado.

-...Parece que es alguien de Karasuno...—Dije, terminando de prepararme para el partido de este día.

-...No estaba ayer.

-...Creo que habían dicho que estaba cansado o algo así...—Hablé, desinteresado—...Da igual. Sin él, ayer no pudieron vencernos. No hará la diferencia.

Miré de reojo a mi amigo de la infancia, quien tenía una dura expresión facial.

Me hizo tragarme mis palabras.

¿De dónde habían sacado a ese chico?

Sus bloqueos eran impresionantes, algo descuidados pero sin duda alguna se volvería un problema terrible cuando este puliera su talento.

A la primera mitad del partido, mi bro hizo aparición, por lo que me entretuve con él más de lo necesario.

-...¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! —Exclamó, adentrándose en el gimnasio junto a su, aún no, pareja—...¡Hola Bro! —Corrió hacia mí para darme nuestro habitual y gran abrazo, empujando a su paso a aquel rubio, quien le miró molesto.

-...Demonios Bo, deberías disculparte con ese chic- —Mi nariz comenzó a hormiguear cuando un dulce olor me golpeó de pronto.

-...¿Bro? —Parpadeó un par de veces, confundido al parecer. Pero no lo culpo, no siempre ves a un Alfa olfateando a otro porque sí.

Eso estaba haciendo.

Conozco a Bokuto desde hace mucho tiempo, por lo que de inmediato supe que no se trataba de su olor, así que...Miré a Akaashi y negué mentalmente, también conocía su olor y ese no era. Así que, si no era el olor de Bokuto ni el de Akaashi...

Lentamente me erguí y volteé hacia donde el otro equipo limpiaba su sudor y se hidrataban.

Quizás...

Dejé a Bokuto con su confusión y reanudamos el partido. Tenía que saciar mi curiosidad como buen gato que soy. Cada vez, más y más, presioné a ese chico para que se moviera más y más, al punto de casi provocarle un desmayo. Los de Karasuno parecieron darse cuenta, ya que pidieron un tiempo muerto.

Fué la primera vez que decidí no ir a instruir a mi equipo. Sin oír los llamados de Lev ni los reclamos de Yaku, crucé por debajo de la red y tomé a ese chico por el cuello de su camiseta, casi ahorcándolo, y lo acerqué a mi nariz.

Inhalé profunda y ruidosamente, llenando mis pulmones con el más dulce olor a fresas. Nunca pensé que dejaría la cabaya por las fresas.

Sería mi comida favorita de ahora en adelante.

-...¡¿Qué haces, idiota?! —Fuí empujado con fuerza y lanzado al piso fácilmente.

Le vi intensamente. Su rostro estaba rojo y cubría el área en que anteriormente estaba. Agradecí mentalmente que el pantalón era bastante holgado, pues así no se notaba la erección que ahora tenía.

-...Kuroo...—Yaku se acercó y me dió un golpe en la cabeza—...De verdad que eres un idiota...—Suspiró pesado—...Discúlpenlo. Normalmente él no se comporta así. Ha estado raro desde...no sé...¿Siempre? —Me miró mal, antes de tomarme del pelo y comenzar a arrastrarme.

-...¡Yaku! ¡Eso duele! ¡Detente! —Pataleé. Quizás tenía el caracter de todo un Alfa, pero este chico es un Omega sorprendentemente fuerte.

Creo que es por eso que le gusta a nuestro compañero extranjero.

-...Deberías dejar de ser tan tonto, así Yaku-San no te golpearía siempre...—Comentó Kenma, entrecerrando su mirada mientras nos observaba—...Además, no eres de hacer eso ¿Qué pasó? ¿Se adelantó tu celo?

-...¿Crees que estaría tan tranquilo si yo...? —Gruñí y me quejé cuando mi cabeza impactó contra el frío piso de madera—...¡Maldición, Yaku! ¡Eso dolió!

-...Es lo mínimo que te mereces...—Se cruzó de brazos y me extendió una mano, la cual tomé para ser ayudado a levantarme—...¿No entiendes que no puedes ir molestando a chicos menores que tú? Quiero decir, sé que es un omega bastante singular, pero eso no te el derecho de hacerle eso ¿Ok? No lo hagas de nuevo, sé un buen gato...—Sonrió de lado y palmeó mi cabello.

Yo seguía en shock.

¿Era un omega? ¿Enserio?

No me había dado cuenta.

Lo mismo había pasado cuando conocí a Kenma. No fué hasta que su madre me hechó de su casa cuando entró en celo, que supe de su segundo género.

Me costaba saberlo a primera vista.

Volteé a ver nuevamente al rubio, notando que este me miraba también. Aunque quitó su mirada apenas hicimos contacto visual.

Necesitaba estar con él un poco más. Pero solo por su delicioso olor a fresas.

¡Solo por eso!

Por ello, cuando el partido hubo terminado y aprovechando que, tanto el pequeño cuervo naranja como nuestro Lev, querían entrenar un poco más, les pedí al par de búhos que nos acompañaran y pedí por él, ya que éramos impares.

Estuvo renuente al principio, pero usando un poco de mi labia de provocación, logré que se nos uniera.

-...Bien hecho, Bro...—Bokuto me mostró el pulgar en señal de aprobación.

Yo solo sonreí orgulloso de mi logro.

Bokuto quería jugar contra él, y eso no me gustó, sin embargo, una vez se hubo enfrentado al pequeño cuervo, tuve al rubio todo para mí.

-...¡Qué suerte, Tsukishima! —Exclamó el peli-naranja—...¡Vas contra Kuroo-San!

Tsukishima. Ya nunca olvidaría ese nombre o bueno, apellido.

-...¡Tsukki! ¡Mi cuerpo está listo para recibirte! —Exclamé, preparado para su próxima jugada, mas le vi sonrojarse.

¿Ahora que había pasado?

-...No sabía que Kuroo-San es pasivo...—Comentó Akaashi.

Comentario que me hizo fruncir el ceño, mas luego lo entendí.

Mi cara se sentía caliente ¿Estaba rojo? Seguro que lo estaba.

-...¡No quise decirlo con esa intención!

-...Lástima, Bro...—Sonrió de lado el búho idiota—...Ya lo dijiste, ya lo oímos, ya ninguno va a olvidarlo.

Maldición.

Akaashi reía bajito, seguido de Lev, que intentaba no hacerlo. Hinata si reía a todo pulmón, cosa que me enojó bastante.

Suspiré por lo bajo y miré al chico que había causado eso. Sonreía, trataba de ocultarlo, pero sonreía.

Quien diría que no solo caería babeando por su aroma.

Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨Where stories live. Discover now