Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨

Día 9: Mordida

P.O.V Kuroo:

Domingo de flojera.

Al menos así era para mí, allá en Tokio.

Todo lo contrario a la casa de mi suegra.

El piso estaba frío. Fruncí el ceño y gruñí, dispuesto a golpear al idiota que me había lanzado así.

-...¡¿Pero qué dem- ?! ¡Kei! —Abrí mis ojos sorprendido al verlo dejar caer la sábana en la que antes dormía—...Hay formas más lindas para despertarme ¿Sabes?

-...Lamento ilusionarte, pero no pienso hacer algo como besos de buenos días o cariñitos madrugadores. Nada de eso...—Se reacomodó sus lentes—...Levántate. Hay cosas que hacer.

-...Pero...

-...Nada de peros. Aquí todos hacemos algo. No hay excepciones...—Se acercó a la cama y acomodó la sábana de manera correcta.

-...De acuerdo...—Suspiré y me levanté, sacudiendo mi ropa—...Ey, Kei...—Este volteó a verme. Aprovechando esto, le tomé de la muñeca, lo halé hacia mí y besé sus labios. El sonrojo en sus mejillas era muy hermoso—...Buenos días~ —Sonreí de lado.

Lo vi boquear varias veces, antes de retirarse rápidamente de ahí. Reí y negué varias veces, antes de buscar mi maleta para asearme.

No quería que mi suegra me saludara, apestando como ahora.

Aunque era una lástima perder el aroma a Tsukki que me había quedado de dormir juntos.

Tardé un par de minutos en asearme por completo y bajé. Mi estómago gruñó cuando el olor de la comida llegó a mi nariz.

-...Ah, buenos días...—Me saludó el omega pelinegro, quien entraba con dos bolsas repletas de vegetales.

-...Buenos días. Déjame ayudarte...—Me ofrecí, a lo que el contrario asintió y me dejó tomar las bolsas las cuales inmediatamente llevé a la cocina—...Una buena noche, por lo que huelo.

-...No estuvo mal, pero pudo haber sido mejor...—Contestó mientras me seguía. Reí ante su comentario—...Esto...Kuroo-Kun ¿Verdad?

-...Así es...—Asentí, revisando las bolsas, buscando cosas que necesitaran estar en el refrigerador.

-...Yo...Me topé con Tsukishima-Kun hace unos minutos...—Se sentó en una de las mesas del comedor y me miró—...Ustedes...sé que estás cortejándolo, pero ¿Estás seguro? No parece ser un omega fácil y...conozco muy bien a los Alfas. Se aburren cuando los omegas se resisten demasiado. Cuando sienten que su esfuerzo no vale la pena.

-...Es cierto que quizás no logre conquistarlo como quiero...—Comenté, cerrando mis ojos un momento—...Pero no por ello me voy a dar por vencido. Kei va a ser mi omega, sí o sí.

-...¿Aunque te trate mal?

-...Amo todo de él...—Sonreí y le miré—...Además, no soy como todos los Alfas.

-...Es cierto, eres más molesto...—Akiteru hizo aparición, haciéndome sentir tenso rápidamente—...Y tus genes no son buenos para nosotros.

-...¡¿Ah?! —Fruncí el ceño—...¡Soy mejor de lo que parezco! —Gruñí—...Soy hijo de dos Alfas y vengo de un largo linaje de Alfas...—Me crucé de brazos.

-...Opresor. Eso serás con Kei. Me niego a que usted- ¡Auch! —Parpadeé un par de veces, viendo como el pelinegro había saltado para golpearlo en la cabeza.

Ese chico tenía un aura similar al de la mandarina escandalosa, amigo de Kenma.

-...Típico de Alfas...—Bufó—...Kuroo-San me agrada. Él no marca a su pareja el primer día en que durmieron juntos.

Fué sorprendente ver como el rostro de ese Alfa se teñía de rojo intenso.

-...He de confesar que, si Kei me hubiese dejado, lo hubiese mordido sin dudarlo...—Rasqué mi nuca, avergonzado—...Ah, pero no por ello significa que lo hubiese obligado a...bueno...

-...Kei no está en edad de...copular...—Frunció el ceño—...Es muy joven y cargar con un peso como ese, lo destruirá.

-...No le creas, Kuroo-San...—Tenma empujó al mayor—...Si tu deseo es morderlo. Pídeselo primero. No es algo que se tome a la ligera...—Miró mal al Tsukishima mayor.

-...Hermano...—Kei llegó, ganando mi atención de inmediato—...Pensé que estabas podando los arbustos.

-...E-Eso es aburrido...—Desvió la mirada.

-...Pero es lo que te corresponde...—Gruñó—...Parece que los interrumpí ¿De qué estaban hablando?

-...Sobre las mordidas...—El comentario del omega pareció sorprenderle—...Kuroo-San de verdad quiere hacerlo contigo. Sigo hablando de morder, por cierto...—Se especificó.

-...Mord- —Le vi sonrojarse suavemente y llevarse la mano a la nuca, antes de mirarme—...Kuroo-San.

-...Tetsurō...—Corregí, mirándole fijo. Intenso—...Sé que es un tanto...extraño...que te lo haya dicho él antes que yo, pero de verdad quiero morderte, Kei...—Suspiré—...Creo habértelo dicho antes ¿No? Que quería morder tu cuello.

-...Lo dijiste alto en medio del gimnasio, después de haber golpeado a Bokuto-San...—Una gota de sudor bajó por su frente—...¿No se supone que eso se hace en medio de...?

-...No si es solo para marcar terreno...—Comentó el pelinegro—...Es cierto que la mordida de parejas se hace en pleno coito...—Levantó el pelo de su nuca, dejando ver la clara marca de dientes en la zona. Akiteru se sonrojó—...Pero, si él ya te aceptó, puedes morderlo para que ningún otro Alfa se propase con él.

-...Marcar territorio...—Murmuré, parpadeando un par de veces—...Kei...

-...No estoy seguro...—Hizo una mueca. Mi pecho se apretó—...Se va a notar demasiado cuando esté en los entrenamientos.

Volví a parpadear.

¿Qué estaba pasando?

-...Kuroo-Kun, no dijo que no...—Sonrió el omega mayor.

Yo aún seguía en shock.

-...Solo quiero saber algo...—Miró al bajito—...Si él me muerde ahora, no podrá morder a otro ¿No?

Oh. Ahora lo entendía.

Reí.

Otra vez el Tsukki celoso.

-...No podrá.

-...Entonces, adelante Kuroo-San...—Se me acercó y mostró su nuca—...Solo...Solo que sea rápido...—Murmuró bajito y sonrojado.

Fué demasiado para mi pobre corazón.

-...De acuerdo...—Relamí mis labios y le tomé por los hombros. Cerré mis ojos y mordí.

Le oí quejarse y le sentí temblar, mas no le dejé ir.

-...Suéltame, suéltame que lo mato...—Gruñó el mayor, haciéndome reír internamente.

-...Ya está, Kuroo-San. Si lo muerdes más, le provocarás el celo...—Me dijo.

Haciéndole caso, lo solté y lamí la poca sangre de la zona. Mi pecho se infló, orgulloso de la mordida que ahora daba a saber que era mi omega.

Y yo su Alfa.