Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨

Día 7: Ronroneo Alfa

P.O.V Kuroo:

Yamaguchi era demasiado amable para ser amigo de mi Tsukki.

No solo me dijo lo que le gustaba, sino que también me habló sobre lo importante que era su familia para él y por eso ahora estaba ahí, frente a una omega rubia sonriente, sentado en la mesa en donde cenaban en familia.

-...Mamá, si te incomoda...lo puedo sacar a la calle. Un gato más no hará la diferencia...—Dijo Tsukki, sentándose junto a la mujer que le dió un suave golpe en la frente.

-...No digas eso del invitado...—Regañó—...Es un pretendiente. Es la primera vez que traes uno de estos, Kei.

-...Mamá...—Murmuró, avergonzado. Sus mejillas estaban muy rojas. Sonreí—...Me estás avergonzando.

-...Ahora entiendo de donde salió Tsukki tan bonito...—Hablé, llamando la atención de la mujer—...Con una madre tan hermosa, no hay dudas de que su belleza es heredada.

-...Ay, que halagador...—La omega rió un poco—...Vas a quedarte a cenar ¿Verdad? Akiteru no tarda en llegar...—Comentó, observando el reloj colgado en la pared.

Tan solo mencionarlo, temblé.

-..."La mamá de Tsukki es muy amable y de seguro le agradarás, Kuroo-San"...—Decía el pecoso mientras caminábamos hacia la casa del rubio—..."Pero su hermano...Akiteru-San...Es...pues...complicado. Puede que incluso te golpeé".

Tragué duro al recordar las palabras del oji-verde.

Aún no lo conocía y ya sentía que el alma se me salía del cuerpo.

Click

Clack

-...¡Ya llegué! —Anunció una voz masculina que me hizo entrar en pánico—...Pasa...Estás en tu casa.

-...Gracias.

¿Eran dos?

Al parecer para los dos omegas también era confuso, puesto sus expresiones faciales cambiaron.

-...Mamá, Kei hoy traje a- —La gran sonrisa que traía se borró al verme—...¿Qué pasa aquí? —Frunció el ceño y buscó cubrir con su cuerpo, algo.

-...Mira Aki, tu hermano trajo un pretendiente...—Sonrió la omega.

-...¡¿Qué?!

-...Akiteru, me estás lastimando.

-...Ah, perdón Ten-Chan...—Dió un paso al frente, dejando ver al bajito chico pelinegro que estaba tras su cuerpo.

¿Es un...?

-...Hermano ¿Quién es él? —Me pareció adorable ver a mi Tsukki frunciendo el ceño, obviamente celoso de ese omega que invadía su espacio.

O que buscaba robarle a su hermano.

-...No, respóndeme tú primero...—Me señaló—...¿Quién es él?

Tragué duro y me levanté e hice una reverencia frente a él.

-...Mi nombre es Kuroo Tetsurō y estoy aquí para pedir la mano de Tsukki...—Mi tono era firme y seguro. No por ser el hermano de mi amado me iba a dejar intimidar.

Soy un Alfa y debo demostrarlo.

-...Yo soy Udai Tenma...—Levanté mi mirada al oírlo hablar. También esstaba haciendo una reverencia—...Soy el novio de Akiteru.

Silencio.

Un duro silencio que fué roto por el azote que Tsukki dió en la mesa.

-...¡Me niego!

-...No puedes negarte, Kei. Así no es como funciona...—Suspiró el mayor—...Por otro lado, yo me niego rotundamente a que estés con este Alfa...—Me miró desde arriba, examinándome.

-...Él parece un buen Alfa...—El pelinegro habló, llamando la atención del rubio—...Se ve maleable, como tú...—Le volteó a ver.

Empezaba a darme un poco de miedo, ya que no parecía parpadear.

-...No soy maleable...—Fruncí el ceño levemente.

-...No te atrevas a hablarle así a mi omega...—Me gruñó, di un paso hacia atrás.

-...No tienes derecho a hablarle a Kuroo-San así...—Ese era Tsukki ¿Cuándo se había movido a mi lado?

-...Tsukki.

-...¿Cuánto tiempo llevan saliendo?

-...Cuatro años y medio...—Interrumpió el omega pelinegro—...Salimos desde preparatoria.

-...Nfu~ —Sonrió de lado—...Kuroo-San es mejor que tú, hermano...—Dijo, sorprendiéndome y al mayor también—...Al menos él tiene el coraje de venir a presentarse con ustedes...—Su mano se posó en mi despeinado cabello. Le miré, casi derritiéndome por su toque—...Me avergüenzas, Akiteru.

-...N-No digas eso, Kei...—Su rostro estaba ligeramente azul y parecía sudar.

-...Maldición, por eso me encantas...—Gruñí y lo halé hacia mí, abrazándolo por la espalda.

-...Si, si, como digas...—Rodó los ojos y rascó mi mentón.

Mis ojos se entrecerraron e inconscientemente comencé a ronronearle. Se sentía muy bien.

-...¡Ja! ¿Qué clase de Alfa hace es- ? —Se detuvo y sonrió bobo mientras ronroneaba también. El omega lo acariciaba de la misma forma en la que Tsukki lo hacía conmigo.

-...Ya basta chicos, mejor ayúdenme a servir la cena ¿Sí? —Habló la matriarca de la casa. Ambos omegas le respondieron una afirmativa y fueron con ella.

Nuestros ronroneos se detuvieron en cuanto dejaron de tocarnos.

-...Que esto no salga de aquí ¿Sí? —Mencionó el mayor con una gota de sudor en su frente.

-...Estoy de acuerdo...—Asentí varias veces, avergonzado—...Con respecto a lo de Tsukki. Voy enserio con él...—Dije, serio—...De verdad me gusta. Y aunque viva lejos y sea mayor que él, quiero estar a su lado. Como el Alfa que soy.

Me miraba. Fijo. Podía ver mi rostro reflejado en esos ojos dorados similares a los de mi amado.

-...Si le haces daño...

-...No sería capaz de ello. Primero me corto el tilín...—Sonreí, aliviado. Aún no me lo había ganado del todo, pero por lo menos me permitiría estar con él—...Su omega es agradable.

-...Lo sé...—Sonrió—...Aunque antes no lo era.

-...Kuroo-Kun, Kei me dijo que vienes de Tokio...—Habló la matriarca, mirándome preocupada—...Y ya es tan tarde ¿Te gustaría quedarte a dormir?

-...Me encantaría, pero...—Una gota de sudor se deslizó por mi frente al sentir la intensa mirada del Alfa presente.

-...Oh, no te preocupes por Aki...—La mujer hizo un ademán de manos—...Si quiere que su omega esté aquí también, aceptará ¿Verdad, Aki? —Le miró.

Frío.

Ambos temblamos.

Le vi asentir lento.

-...Mamá ¿En donde están los palillos? —Preguntó Tsukki, asomándose por el pasillo que llevaba a la cocina—...¿Porqué mi hermano está pálido?

Inmediatamente el omega pelinegro salió. Su rostro mostraba preocupación.

-...¿Te sientes mal, Akiteru?

-...N-No...—Rió un poco y se encogió en su lugar—...Estoy bien, amor.

Sí. Bien asustado.