Día 3: Instinto

445 60 3
                                    

P.O.V Tsukishima:

Dos días.

Dos días de una semana de entrenamiento ya habían pasado.

Dos días en los que ese estúpido Alfa no me dejaba tranquilo.

-...¡Tsukki! —Quise evitarlo, pero él era más rápido, por lo que terminó colgándose de mis hombros, haciendo lo que al parecer se le estaba volviendo costumbre, olfateó mi cuello.

-...Kuroo-San apártese...—Gruñí y lo empujé, importándome poco que se tratara de un mayor y que fuese un Alfa.

Solo quería que me dejara en paz.

-...Lo que haces no es bueno para su espalda, Kuroo...—Habló Akaashi, salvándome de ese hombre—...Será mejor que nos apresuremos Tsukishima. El baño se llenará demasiado rápido.

-...¿Disculpa? —Kuroo fingió limpiar su oído—...¿Escuché bien? ¿Te vas bañar con Tsukki?

-...Sí ¿Y qué? —Enarcó una ceja. Yo intenté huir, pero el búho idiota bloqueó mi paso.

Suspiré.

-...¡Yo me quiero bañar con él también! —Hizo un puchero infantil.

¿Porqué se comportaba así? ¿Qué no ve que da vergüenza ajena?

-...Los baños para omegas varones está separado y lo sabes...—Frunció el ceño—...Incluso Bokuto-San lo entiende.

-...Pero eso es porque luego nosot- —Akaashi lo empujó por la cara, cortándole el habla.

Sonreí un poquito.

-...No es justo...—Se cruzó de brazos—...Al menos sácale fotos y pásamelas luego ¿No?

-...Enfermo...—Dijimos a la vez.

El famoso capitán del Nekoma yacía en una esquina, hecho bolita y con un gran aura oscura a su alrededor, mientras era consolado por el bicolor.

-...Vamos...—El omega búho me haló de la sudada camisa, por lo que no pude hacer más que seguirlo.

No dijo nada en todo el camino. Ya me estaba acostumbrando a él. A los otros dos...ñeh.

Prefería mil veces a Akaashi-San antes que a los dos idiotas.

-...Kuroo-San está muy interesado en ti, Tsukishima...—Por fin habló, cuando nos estábamos desvistiendo para entrar al baño.

-...No sé porque lo estaría...—Terminé de quitarme mi camisa, colocándola en el locker que nos habían asignado—...Es más. No debería estarlo.

-...¿Porqué? —Enarcó una ceja y volteó a verme—...Él es un Alfa y tú un omega ¿No?

-...¿Y supone que por eso debemos estar de manitos sudadas? —Ahora yo enarqué una ceja—...Es como si yo le dijera lo mismo, pero con Bokuto-San y usted.

-...Primero, no me hables de usted, háblame de tu...—Suspiró—...Segundo, yo estaría con Bokuto-San incluso si fuera omega también. Aunque eso sería extraño, a decir verdad.

-...Los omegas también venimos en empaques diferentes ¿No? —Tomé mi toalla y envolví mi cintura con ella, para así quitarme los pantalones.

-...Eso es cierto...—Asintió y siguió desvistiéndose—...Recuerdo haberme sorprendido cuando me di cuenta de que eres omega...—Se dió vuelta y comenzó a caminar al baño—...Hoy en día no los ves tan altos. Casi siempre son...

-...Del tamaño de la mandarina...—Completé, siguiéndole unos minutos después—...A todo esto ¿Porqué dijo lo de Bokuto-San? —Pregunté, curioso.

-...No lo sé...—Dejó de caminar y volteó a verme—...Supongo que mi instinto me llevaría a él de una u otra forma.

¿Instinto?

Parpadeé un par de veces. Ninguno dijo nada más al respecto en lo que duró el baño. Akaashi parecía relajarse rápidamente y yo, aunque lo intentara, estaba algo distraído, pues sus palabras trataba de comprender del todo.

No tenía sentido ¿De verdad existía algo como el instinto?

Sí, había escuchado muchas cosas circulando alrededor de esa sola palabra, pero aunque la escuchara miles de veces, seguía sin comprenderla.

Akaashi-San y yo nos separamos cuando salimos del baño, puesto que las habitaciones de ellos estaban algo lejos, por lo que él debía ir por otro corredor.

Caminé, lento y con pereza, encontrando el pasillo vacío y muy extenso. Me detuve un momento y miré de reojo la puerta que junto a mi se encontraba ¿Porqué ahora me sentía tibio? Llevé una mano a la puerta corrediza y lentamente la aparté, entrecerrando los ojos ante la oscuridad del lugar.

Entré.

Habían varios futones en el piso, pero todos estaban vacíos, o al menos eso creí hasta que visualizé como uno de estos subía y bajaba lentamente. Me acerqué, tratando de no tropezar en el transcurso y estiré una mano hacia él.

Las luces se encendieron, deteniendo mi mano en el aire.

-...Si lo tocas ahora, te atacará...—No lo vi, pero reconocía la voz. Era el chico de raíces oscuras—...Cuando te fuiste, dijo que tenía que masturbarse, así que corrió hasta aquí...—Mis ojos se abrieron grandes y me sonrojé—...Lo hueles ¿Verdad? —Escuché sus pasos, acercándose, al parecer.

¿Que si lo olía? ¡Por supuesto que sí!

Había una atmósfera picante rodeándolo y que me incitaba a querer tocarlo.

Tragué duro. Ahora era más consciente de la sed que tenía.

¿Qué estaba pasando?

Cuando su mano se posó en mi hombro, lo aparté brusco y sorprendido. Me levanté rápidamente y sin si disculparme, salí de ahí.

Corrí por el pasillo, deteniéndome en una esquina donde había una luz tintineando molestamente. Jadeé, tratando de recuperar el aliento. Mi cabeza hizo contacto con la fría pared mientras mi cuerpo lentamente se vencía ante la gravedad, terminando por caer al piso, temblando, tratando de no prestar atención a lo que entre mis piernas palpitaba dolorosamente.

¿Qué había sido eso?

¿Qué hacía ahí en primer lugar?

Solo recordaba estar caminando y de repente, confusión. Mi cuerpo no me había respondido. Se había movido por sí solo y eso me asustó.

Fruncí el ceño y traté, con todas mis fuerzas, de tranquilizarme para bajar mi erección, pero por más que intentaba, solo podía recrear la manera en la que aquel Alfa estaría tocándose.

Pensando en mi.

Mordí mis labios con fuerza.

Punzadas.

Humedad.

¿Porqué mi corazón se aceleraba tanto?

No entendía que sucedía.

Me estaba asustando.

Quiero que pare.

Hagan que se detenga.

¿Qué debería hacer?

¿Porqué quería regresar?

-...Kuroo-San...—Jadeé bajito y me abracé más a mis rodillas.

¿Era eso?

¿Era el instinto del que Akaashi había hablado antes?

Porque si era así...

Estaba jodido.

Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora