Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨

Día 21: Celo Omega

Advertencia: ¿Debería considerar construir un muro para que no pasen a ver el hard? No. De todas formas buscarán la forma de leerlo XD así que disfruten bonit@s~

P.O.V Tsukishima:

No podía creer mi mala suerte.

-...Kei. Déjame entrar...—Pidió, golpeando mi puerta. Llevaba ahí más de dos horas.

-...No, Tetsu...No puedes...entrar...—Jadeé y sostuve con fuerza mi camisa.

-...Pero...

-...¡Si no te vas ahora, no volverás a verme! —Grité, ya harto de la situación.

Silencio.

Un silencio que duró varios minutos.

Luego oí sus pasos alejándose.

Suspiré aliviado y me eché en el nido que cada vez estaba más grande. Era la primera visita de Kuroo desde que nos pusimos de acuerdo sobre nuestro horario en aquel día de excursión.

Desde el momento en que abrí los ojos, supe que no era un buen día. No cuando se empezaba con tanta sed y con una humedad que incomodaba cierta zona de mi cuerpo.

Maldije mi segundo género todo el día.

Tadashi, quien estaba enterado de mi arreglo de visitas, se preocupó puesto que en mi estado, él podía ser capaz de no controlarse.

La verdad, ahora estaba bastante dispuesto a dejarlo hacer lo que quisiese.

Sacudí mi cabeza fuertemente. No. Debía alejar esos pensamientos o todo empeoraría. Estaba guardando bien mi castidad para el momento adecuado.

De preferencia uno en donde antes hayamos pasado por una iglesia.

Puse uno de mis brazos sobre mis ojos, suspirando rápidamente, tratando de tranquilizarme y de apaciguar el calor que estaba por matarme.

Tendría que hablar con mi hermano sobre instalar un segundo aire acondicionado en mi habitación.

Aunque tal vez no serviría de mucho para cuando me marchara.

Aparté mi brazo sorprendido cuando una presión se enfocó en mis labios.

Me alarmé más al tenerlo encima.

Lo aparté con mi brazo sin inmovilizar.

-...Kei...—Su mirada estaba entrecerrada.

-...Tetsurō-San...No...—Jadeé, relamiéndome los labios.

-...Escúchame, Kei...—Tapó mi boca—...Respeto tu decisión sobre no follar, pero eres mi omega, mi marca está en tu nuca y siento tu sufrimiento...—Quitó su mano, lentamente—...Si me niegas ayudarte, me hieres como Alfa tuyo. Solo quiero...—Deslizó su mano por mi vientre por sobre la ropa; temblé y babeé.

Era difícil resistirse.

-...Prometes que no...—Jadeé, entrecerrando mi mirada. Necesitaba de su tacto.

Mi omega lo anhelaba.

-...Lo prometo...—Sonrió y volvió a inclinarse sobre mi y besó mis labios nuevamente.

P.O.V General:

Ya no teniendo resistencia por parte de su pareja, Kuroo llevó sus manos a los pantalones del rubio, deslizándolos, lento, por sus largas piernas, hasta que por fin los quitó. Se deshizo de sus calcetines y acarició la piel de sus muslos, abriendo sus piernas poco a poco, no queriendo alarmarlo y que se arrenpitiese, alejándolo de nuevo.

Se separó de sus labios y bajó a depositar pequeños besos mariposa a lo largo de su cuello. Le sintió estremecerse cuando se acercó a la zona cercana a su nuca, entre su cuello y hombro. Lamió.

Tsukishima suspiró y cerró sus ojos.

No dándole mucha atención a esa zona, Kuroo avanzó. Bajó hasta el borde de su camisa, la cual levantó hasta dejar descubierto su agitado pecho sudoroso. Sus pupilas se dilataron al ver los pezones canela que erectos, le llamaban.

Se pegó a ellos como bebé recién nacido.

El rubio jadeó sorprendido y se removió un poco, mas no lo apartó y eso le daba gusto. Succionó, haloneó y mordisqueó ambos pezones por igual, dejándolos más oscuros de lo que ya estaban. Mientras hacía aquello, una de las manos que separaba sus piernas, lentamente subió, notando la humedad de su zona media. Introdujo su mano por debajo del bóxer blanco y acarició el lugar de donde provenía esa humedad.

-...Espera...—Lo detuvo. Hizo una mueca—...Tetsurō, creo que ya es...—Tragó duro—...Demasiado.

-...Pero, aún no te ayudo...—Frunció el ceño, dejando su pecho—...Sigues sufriendo.

-...Mira...—Se sentó, adolorido—...Sé que quieres ayudarme, pero terminaremos cediendo si seguimos y yo...aún no estoy listo...—Tomó las mejillas de su pareja y las acarició—...Tampoco es como si quisiera repetir lo que pasó en tu...celo...—Murmuró sonrojado, desviando su mirada. El pelinegro parpadeó un par de veces—...Lamento arruinar nuestros planes.

-...Oh, mi amor...—Tomó una de sus manos y besó su dorso—...No te disculpes por algo fisiológico...—Sonrió—...Bueno, supongo que respetaré tu desición y me quedaré afuera...—Hizo una mueca.

-...¿Pasa algo? —Secó el sudor de su frente.

-...Bueno, es que, incluso después de haberme tomado el supresor...—Hizo una mueca y movió sus piernas—...¿Crees que solo un poco...?

Tsukishima bajó su mirada y abrió sus ojos grande al ver la erección ajena.

Quizás el semen de su Alfa lo ayudaría un poco.

Kuroo no podía creer que estaba pasando eso. Kei se había movido hasta dejarlo de espaldas a la cama y le había desabrochado el pantalón, sacando su erección al apartar su ropa interior.

-...Si que te estás conteniendo, Tetsu...—Murmuró, sorprendido de poder distinguir el nudo en la base. Estaba demasiado excitado.

-...Es la primera vez que estoy cerca de ti en tu celo...—Murmuró y tembló cuando la punta fué acariciada—...Kei...—Gruñó ronco y le tomó de la ropa interior, halándolo, haciendo que quedara encima de su cuerpo.

En un perfecto 69.

-...E-Esto no es necesario...—Se sonrojó más y suspiró cuando su miembro fué liberado de su ajustada prisión.

-...Dímelo cuando no estés tan duro...—Sonrió de lado y extendió su lengua hasta rozar su enrojecido glande.

Kei se sobresaltó, dando un brinquito que le pareció tierno al mayor y a la vez le causó gracia. Tsukishima no se quedó atrás y también probó al contrario, relamiendo su labios ante el amargo sabor de una viscosidad que había brotado de ahí. Kuroo suspiró suave y movió sus caderas, la punta de su miembro chocó con la mejilla del rubio, quien a los pocos segundos volvía a ponerlo en su boca. Kei tembló y entrecerró su mirada cuando una humedad rodeó su pene, haciéndole cosquillas y mandando leves punzadas a su vientre que poco a poco se sentía más y más caliente.

Quizás debería dejarse llevar un poco más ¿No?