Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨

Día 23: Ojos de cachorro

P.O.V. Kuroo:

Ya había pasado una semana desde aquella visita a mi pareja, allá en Miyagi.

Era su turno de visitarme esta vez y el mundo parecía favorecerme, puesto que ese día Bokuto iba a...atender a Akaashi, quien parecía haber entrado en celo.

Bendito seas, Akaashi Keiji.

Normalmente me despertaba a mediodía, pero ya que mi lindo novio vendría, me levanté a las 6:00am para arreglar el departamento.

Dos Alfas, un depa, no es buena combinación.

He de decir que tampoco me esforcé demasiado.

Solo tomé una escoba y todo lo que fuese basura simplemente lo arrojé a la habitación de mi bro.

No notará la diferencia cuando regrese.

Lavé los platos, por no decir todos y luego salí a comprar el postre favorito de Kei. Cociné cabaya e incluso miré un tutorial en YouTube de como hacer arroz ¡Y lo hice sin que se me quemara!

Que orgulloso estoy de mi.

Cuando llegó, le obsequié una rosa, la cual tomó y rodó los ojos.

-...Si estás así de cursi, es porque quieres algo, Tetsurō...—Entró y miró todo—...¿Me dirás que es o debo golpearte para que lo digas?

-...Típico de Libra...—Gruñí y me crucé de brazos—....¿Qué no ves que te demuestro mi amor, Kei?

-...¿Qué es ese olor? —Olfateó. Sonreí orgulloso.

-...Cociné para ti.

-...¿Tú? —Enarcó una ceja—...¿Cocinaste?

-...¿Enserio desconfías de mi aún? —Pucheé—...Y eso que tomé la iniciativa de limpiar este chiquero...—Suspiré y me eché en el sillón largo—...Bueno, al menos esperaba un besito o un cariñito, pero si mi cuervito megané no quiere...—Me encogí de hombros.

-...No me digas megané...—Gruñó y se acercó a donde me encontraba.

-...Vamos Kei. Siempre soy yo el de la iniciativa.

-...¿Y? Eres el Alfa...—Se cruzó de brazos, sentándose en el sillón individual.

-...No por ello debo hacerlo todo solo.

-...Dijiste que cocinaste.

-...¿Me estás cambiando el tema? —Entrecerré mi mirada, sonriendo de lado.

-...¿Qué hiciste? Tengo hambre...—Frotó su vientre. Mis ojos se trasladaron a esa zona—...Tetsurō, mi rostro está arriba.

-...Es que no me dejas ver tu bonito pene...—Solté.

Él se sonrojó y se tapó con ambas manos.

-...¡No digas esas cosas! —Me reclamó.

-...Estamos solos, Kei. Si quisiera, te desnudaría y te haría mío en todas partes...—Ronroneé con una pequeña sonrisa gustosa, mientras retozaba en el sofá—...Pero, como soy respetuoso y te amo, no lo he hecho ¿Sabes como tengo los testículos?

-...Wákala...No quería saber eso...—Hizo una mueca, disgustado al parecer.

-...Es cierto, no debí decirlo...—Bajé mi mirada y me levanté, acercándomele—...Mejor te lo enseño...—Sonreí y comencé a bajar mi bragueta.

-...¡No! —Frenó, colocando sus manos en mi entrepierna—...¡Ah! ¡No quería...!

Reí a carcajadas, frenándolo.

-...Eres tan lindo cuando estás nervioso, Kei...—Me agaché y besé su nariz—...Te amo mucho.

Él frunció el ceño y suspiró, antes de inclinarse un poco para unir nuestros labios en un pequeño beso que me supo a gloria.

-...Eres un idiota, Tetsurō...—Murmuró irritado.

-...Pero así me quieres ¿No?

-...Mejor vayamos a comer. De verdad tengo hambre...—Me empujó y se levantó, yendo a la cocina.

-...¡Kei! —Pucheé y fuí tras él. Comenzaba a servirse del arroz y la cabaya que había ahí—...¡No me evites!

-...No lo hago...—Dijo, sin dejar lo que hacía—...¿Arreglarás la mesa o también debo hacerlo yo?

Si algo no soportaba era el hecho de que los omegas eran demasiado para nosotros y que, nuestro instinto nos hacía caer ante unas cuantas palabritas. Todo por ver por su comodidad.

Y tratándose de Kei, era influenciado aun más por mi instinto y claro, mi amor por él.

Suspiré pesado y fuí a hacer lo pedido. Aunque lo hice bastante lento.

Quizás era un poco caprichoso ¿No?

Pero tenía derecho a serlo ¿No?

Soy su novio. Su Alfa.

¿Debería ser más duro con él?

Algo me decía que no era buena idea.

Terminé de poner la mesa justo cuando él llegaba con los platos con comida. Colocó uno a cada extremo de la mesa y luego volvió a la cocina ¿Porqué los puso tan lejos uno del otro? No hay nadie más, deberíamos estar juntos.

¿Era esta alguna especie de señal?

Me horroricé ¿Iba a dejarme? ¿La premonición de Kenma iba a cumplirse?

Buda, no me hagas esto por favor.

-...Kei...

-...Toma asiento, Tetsu...—Señaló, dejando los vasos sobre la mesa—...Tenemos que hablar.

Oh no.

¡Dijo la frase del fin!

Mis ojos se llenaron de lágrimas y, temblando, tomé asiento en donde había señalado.

-...Kei...Yo...—Tragué duro—...Si hice algo mal, puedo remediarlo. Lo prometo. Solo dime q-

-...Espera, espera...—Me detuvo, confundido—...¿De qué estás hablando?

-...¿N-No me estás dejando? —Hipeé. Él hizo una mueca.

-...Por supuesto que no...—Negó—...¿Qué te hace pensar que yo...?

-...Bueno, la forma en la que me tratas es muy de ti, lo sé, pero supuse que, al hacernos pareja, serías...un poco...no sé ¿Cariñoso?

-...¿Y cómo para qué tendría que serlo? —Enarcó una ceja.

-...Bueno, para no bajar mi atención...—Dije, un tanto serio—...Yo siempre te he dicho lo mucho que te amo y no dejas de mirarme, y entre más lo hago, más me ves. Así que, si no me demuestras que me quieres, va a llegar un día en que me cansaré y dejaré de darte amor. Y teniendo en cuenta que no quieres dejarme, no te convendría.

Era duro de asimilar, pero si no era claro con él, podría suceder.

Sus labios formaron una mueca muy marcada.

-...Yo...—Abrió su boca varias veces. Le miré espectante. Él terminó bajando su mirada—...Lo siento, Tetsu.

Suspiré pesado y terminé usando el arma secreta que llevaba perfeccionando todos estos días, junto a mi Bro.

-...Kei. Mírame...—Dije y con un dedo levanté su rostro. Sus ojos se abrieron de par en par—...Dilo...—Pedí, sabiendo que le estaba haciendo ojitos de cachorrito bajo la lluvia.

Si a los animales les funcionaba, contigo también lo hará, había dicho mi Bro después de pasar un día viendo National Geographic.

Debía intentarlo para averiguarlo.

Me miraba fijo, boqueando. Sin saber que hacer.

-...Tetsu...

-...¿Sí?

-...¿Puedes dejar de hacer eso? Te ves ridículo...—Se cruzó de brazos.

Suspiré.

Bueno, la ciencia no estaba de mi lado.