Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨

Día 13: Gargantilla

P.O.V Tsukishima:

Aún creía que era buen momento para regresar a casa.

-...Kuroo-San...

-...¿Qué pasa, hermoso? ¿Tienes hambre? Podemos parar a comer si gustas...—Me miró. Sus ojos brillaban intensamente.

Como si fuese todo para él.

Y sabía que así era.

-...No, no es eso...—Suspiré—...Es que...¿Porqué estamos aquí? Quiero decir ¿No debería estar en casa?

-...Con mis estudios iniciando, no voy a tener la misma cantidad de tiempo para verte...—Se acercó y tomó mis manos, acariciándolas—...Debo aprovechar cada minuto a tu lado.

-...¿Incluso si tienes que tomar algo tan fuerte? —Enarqué una ceja.

-...Los supresores son lo de menos...—Sonrió—...Tú también los estás tomando, así que no debe haber problema.

-...Pero...

-...Kei...—Me interrumpió—...Quiero salir contigo. Mimarte. Déjame hacerlo ¿Sí?

-...De acuerdo...—Suspiré pesado—...Pero ¿Qué vamos a comprar exactamente? Te he visto ojear tu teléfono demasiado. Si me dijeras a donde quieres ir...

-...Es una sorpresa...—Besó mis labios. Me sonrojé—...Ya casi llegamos.

Tan solo asentí y tomados de las manos continuamos avanzando. Las personas nos miraban curiosos. Aquellos quienes me conocían, sonreían de lado y me mostraban el pulgar en señal de aprobación.

Dios, que vergüenza.

Estuvimos varios minutos caminando entre las personas, hasta por fin detenernos frente a una de las tantas tiendas de la plaza.

-...Oh no, Kuroo-San, no...—Palidecí.

-...Oh sí, Kei, sí...—Sonrió de lado y me haló al interior de la tienda.

Era especializada para omegas. Desde ropa para embarazad@s, hasta prendas íntimas y juguetes.

-...Buenos días ¿En qué puedo ayudarlos? —Preguntó una beta, llegando hasta nosotros.

-...Este hermoso omega es mi pareja...—Kuroo me empujó hacia la chica—...Es muy hermoso y quisiera que nos recomendara algo para que otros no se le acerquen.

-...Hay muchas cosas para eso, señor...—Sonrió nerviosa con una gota de sudor en su frente.

-...Quiero verlo todo...—Le sonrió también. Parecía que no tenía palabra ahí, así que no me quedó de otra que dejarme hacer.

Y no, no era porque Kuroo se veía tan feliz. No. No era por eso.

¿O sí?

Me sentí como la persona que tenía la colección completa de Barbie, jugando mientras le cambiaba sus vestidos.

Era la muñeca de Kuroo.

En el buen sentido.

Algo de todo lo que nos presentaron y que me gustó mucho, aunque traté de no demostrarlo.

-...Kuroo-San, esto no es necesario.

-...¿Te gustó el anillo verdad? —Me miró. Esa maldita sonrisa gatuna que siempre ponía cuando sabía algún secreto.

-...Sí...—Suspiré derrotado.

Lo vi asentirle a la joven que nos miraba desde hacía unos minutos.