Miaullándole a la Luna [#Omegacember2021] Kurotsuki ✨Terminado✨

Día 12: Supresor

P.O.V Kuroo:

Mi cuñado no estaba feliz con mi repentina presencia en su territorio y lo entendía.

Yo estuviera igual o peor.

-...Estábamos en paz...—Suspiró pesado—...Cuando me digas, mamá.

-...¿Cuando te diga qué? —La omega ladeó el rostro.

-...Que lo saque de aquí...—Crujió sus nudillos, sonriendo como niño con juguete nuevo.

Tragué saliva.

-...¿Cómo crees que voy a hacerle eso? —Regañó, dándole un golpe en la cabeza—...Es el novio de Kei-Chan.

-...¡Pero mamá!

-...Pero nada...—Le gruñó, haciéndolo encogerse en su lugar—...Kuroo-Kun, de verdad es una sorpresa tener aquí ¿Vienes de visita?

-...En realidad me escapé...—Reí nervioso—...Partiré temprano, ya que mis clases de mañana son en la tarde.

-...Comprendo...—Asintió—...En ese caso, tendrás que comprar supresores ¿O traes alguno contigo?

-...¿Disculpe?

-...Sí...—Akiteru habló—...Puedes ser muy el novio de Kei, pero no pienso dejar que caiga en tus garras libidinosas...—Gruñó, frunciendo el ceño.

-...Perdón, no estoy comprendiendo...—Pude sentir una gota de sudor deslizándose por mi frente.

-...Antes de que se conocieran, el aroma de Kei-Chan era demasiado intenso cada que su celo se aproximaba...—Me explicó la mayor—...Ahora que estás aquí y con tu mordida en su nuca, no sabemos que pasará. Por lo que es mejor prevenir que lamentar ¿No?

-...Kei...—Salivé—...¿Está en...?

-...Aún no...—Negó ella—...Pero esta es su semana de estro ¿No hablaste con él al respecto?

-...A él no le gusta hablar sobre su celo y como estamos separados, quiero decir, a distancia, pues...—Me encogí de hombros.

-...Ya veo...—Asintió—...De todos modos, será mejor que compres supresores. No vayan a haber accidentes.

-...Bueno, al menos podré aprovechar mi descuento de estudiante...—Reí un poco.

-...Oh ¿Ya estás en la Universidad? —Me sonrió. Akiteru enarcó una ceja. Asentí—...¿Qué decidiste estudiar, querido?

-...Medicina...—Les miré, orgulloso—...Aún no decido la especialización que tomaré, pero ya habrá tiempo para eso.

-...Así que medicina ¿Porqué?

-...No lo sé...—Reí—...Cuando fuí a investigar las carreras que ofrecían, me interesó demasiado y pues...como con Kei, creí que era el destino...—Bajé mi mirada un poco—...Quizás pueda ser el partero para cuando tengamos cachorros...—Volví a sonreír.

-...O tal vez puedas ser el partero de Udai-Kun...—Dijo la mujer, sorprendiéndome. Akiteru estaba rojo y yo confundido—...Y espero que sean muchos.

-...¡Mamá! —Exclamó abochornado.

-...¿Qué? —Frunció el ceño levemente—...Solo les estoy deseando un buen embarazo y tu te quejas...—Gruñó—...Eres como tu padre...—Se cruzó de brazos.

-...No me digas eso...—Verlo puchear fué tan gracioso—...Papá era un salvaje.

-...Solo conmigo...—Especificó ella, viéndome—...Era un alfa dulce, protector y un buen benefactor...—Sonrió con melancolía—...Me recuerda un poco a Kuroo-San.

-...¿A mí? —Me señalé, confundido y curioso.

-...Él también decía que conocerme fué cosa del destino...—Rió un poquito—...Al final, sí creí en él. En que era el destino y pues...—Se encogió un poco—...Cuando falleció...pensé que acabaría todo, pero...él me dijo: "El destino nos unió hace tantos años, pero no va a ser el destino quien acabe con los dos" Entonces supe que debía vivir, por él, por mis hijos, por su futuro.

-...Debe ser la primera omega que no...perece por soledad, aquí en Japón...—Mencioné, sorprendido. Ella asintió.

-...Mi madre es fuerte...—Comentó Akiteru—...Por más pretendientes que tuvo, no aceptó a ninguno. Tampoco nos desamparó y siempre tuvo la paciencia para criarnos.

-...Es una gran omega, suegra...—Sonreí—...Ojalá mis padres fueran así.

-...¿Cómo es una familia de Alfas, Kuroo-Kun?

Suspiré pesado.

-...Bueno, no son como ustedes, eso es verdad...—Tomé mi maletín y lo abrí, rebuscando entre los muchos papeles hasta dar con una caja con tabletas dentro. Tomé una—...Es un supresor...—Expliqué—...No es fuerte, pero me ayudará a controlarme. El aroma de Kei se nota cada vez más...—Volví a suspirar—...Con respecto a mi familia, ser hijo de dos Alfas no es sencillo. Siempre hay peleas de territorio, riñas de crianza y ni hablar por las noches...—Temblé de tan solo recordarlo—...No es para nada agradable.

-...Ah, pero tu mamá debió haber sido...

-...Casi ni los veía. Y las veces que estaban conmigo, era principalmente para decirme que es lo que un Alfa hace o como comportarme como uno de ellos...—Hice una mueca—...Supongo que ser rebelde me ayudó a no ser un patán.

-...¿Y ellos saben que tienes pareja? Creo recordar que dijiste que vienes de un largo linaje de padres Alfas...—Akiteru enarcó una ceja y se cruzó de brazos.

-...La verdad, pienso que no deberían saberlo, ni siquiera quiero que lo conozcan...—Dije y entrelacé mis manos por debajo de la mesa—...No son dignos de siquiera compartir aire con él. Y tampoco quiero que le hagan daño.

-...Estoy de acuerdo con él, mamá.

-...Yo no...—Negó—...Si estás seguro de tu desición, debes hacérselos saber. No huir de ellos. Porque eso es lo que un verdadero Alfa hace, o eso decía mi esposo...—Rió un poco.

-...Supongo que tiene razón...—Sonreí un poco—...Bien, creo que sí voy a necesitar un supresor más fuerte...—Hice una mueca y resfregué mi nariz un poco—...No pensé que un estro podía ser tan fuerte.

-...Varía entre los omegas, pero he de suponer que es porque ustedes...bueno...aún no...—Me sonrojé ante las palabras de mi suegra—...Él es joven y aún no sabe controlarlo. Pero ya no hablemos más al respecto y ve por la medicina.

-...De paso trae unos bocadillos ¿Quieres? —Su tono de voz no parecía ser amable.

-...Si me disculpan...—Me levanté y después de tomar mi billetera me fuí a la farmacia más cercana.

Así que, hacerlo como un Alfa.

Siempre quise no ser como los demás Alfas. Esa vida egocéntrica en donde creían que eran mejor que todos y que no había ser más perfectos que sí mismos.

Eso no era para mí.

Quizás, por Kei, sí debía enfrentarlos.

Por él, debía ser un Alfa.