𝟬𝟱

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Eran exactamente las 8:30 de la mañana y SungHoon no aparecía, era extraño viniendo de él ya que prefería estar dormido a hacer otras cosas a esa hora.

—¿Ya te contestó? —un preocupado Jungwon se encontraba sentado en la orilla de la cama de la persona a la cual estaban tratando de localizar.

—No, aún no ¿por qué mierda se pone crédito si no contesta? —Jay le mandó un mensaje a su mayor preguntándole donde se encontraba, el mensaje llegó pero el azabache no lo había visto aún.

—Esperemos un poco, tal vez está ocupado —dijo el de hebras rubias.

Y así lo hicieron, pasaron uno, dos, cuatro, diez y quince minutos, SungHoon seguía sin contestar.

—¿Por qué no lo llaman?

Si se hubieran encontrado en una especie de caricatura, a Jay y a Jungwon les hubiera gustado que encima de sus cabezas apareciera el típico foco cuando una idea surge.

—¡ERES UN GENIO, HEESEUNG! —gritaron el rubio y el pelirrojo al unísono.

—Si si, lo sé, ahora déjenme dormir, su preocupación me abruma—el castaño se acomodó mejor en la cama de su extraviado amigo, Jungwon y Jay lo habían obligado a levantarse para darle una "sorpresa" que ellos habían planeado para SungHoon.

SungHoon era algo gruñón, solamente se le podía observar riendo e interactuando con los tres menores que ahora se encontraban en su departamento. Tampoco hacía por buscar más amigos ya que creía que le bastaba con los que ya tenía.

El azabache era de las pocas personas que creía eso de "para tener una relación estable primero hay que conseguir un buen trabajo" así que nunca se interesó en buscar alguna pareja y sus amigos al darse cuenta de esto, decidieron darle un pequeño empujón para ayudarlo a salir de aquellos pensamientos.

El ya conocido pitido de la llamada empezó a sonar y unos segundos después SungHoon por fin contestó.

¿Hola?

—¡Hyung! oh joder ¡por fin! ¿Dónde estás? fuimos a tu departamento y no te pudimos encon...

Las palabras del pelirrojo se vieron interrumpidas cuando Jungwon le quitó el teléfono de las manos.

—SungHoon hyung, más te vale decirnos en donde estás, te juro que casi llamo a la policía —amenazó el rubio.

Oigan tranquilos, estoy bien, Jay dijo que no me pase todo diciembre encerrado y ya ven, le hice caso.

—Pero pudiste habernos avisados y no hubiéramos venido como estúpidos a buscarte y en lugar de encontrarte a ti nos encontramos con tu habitación hecha un desastre—Jungwon dirijo su mirada alrededor de toda la habitación, habían prendas esparcidas por todo el suelo, manchas de sabrá Dios de que son y libros en una estantería todos desordenados, bueno, por lo menos había tendido su cama.

Si, ya se, soy un adulto y tengo que ser más limp- esperen ¿Qué hacen en mi departamento?

—Te tenemos una sorpresa, pero para eso necesitamos tu presencia —dijo con obviedad en su tono.

¿Okey? esperen, llego el quince.

—Aquí te esperamos hyung, date prisa —cortó la llamada.

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𝙈𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉 // 𝙎𝙐𝙉𝙂𝙎𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora