𝟯𝟳

795 129 17
                                    

Más que casa de sus padres, parecía solamente su casa.

Cuando sus progenitores fueron a visitar a sus abuelos en navidad encontraron una atractiva propuesta de trabajo ahí por lo que viajaban constantemente dejándole la casa a Jungwon.

—Buenos días~— canturreó Jay bajando las escaleras con una sonrisa y sus ojos levemente cerrados.

Y claro que Jungwon aprovechaba para invitar a su amado Jonseonggie a su casa.

—Buenos días— le respondió Jungwon de igual manera.

—Ya te dije que no es necesario que te levantes a prepara el desayuno— el pelirrojo abrazó a su novio por detrás envolviendo sus brazos en su cintura y acomodando su barbilla en su hombro izquierdo.

—Y yo te dije que me gusta hacerlo— Jungwon dejó el pan en la mesa para darse la vuelta y encontrarse con el rostro de Jay.

—No sabes cuanto esperaba estos días, cuanto los soñaba y pensaba— Jay llevaba bastante tiempo enamorado del rubio y no era mentira cuando decía que soñaba con los momentos en los que por fin estarían juntos.

—No digas eso— Jungwon bajó la mirada avergonzado, ya había tenido una pareja antes pero no le causaba el mismo sentimiento que sentía con Jay.

El menor decidió hacerle caso no agregando nada más y en cambio, llevó sus manos a las mejillas coloradas de su novio haciendo que este levante la mirada.

Una corriente recorrió ambos cuerpos cuando sus miradas chocaron anhelando más cercanía, decidieron no hacerse de rogar y chocaron sus labios.

En frente de las personas, solamente se tomaban de la mano y se sonreían, nada más, pero cuando estaban solos, dejaban que los mimos, apodos bonitos, besos y caricias fluyesen, a ambos les costaba acostumbrarse a estar juntos pero sin duda era agradable

Jay tomó la iniciativa del beso presionando más sus labios moviendo los al compás de sus respiraciones, Jungwon le correspondió en cada movimiento deleitándose con la deliciosa sensación que causaba sentir sus labios ser succionados por los de Jay.

Jungwon no sabía dónde poner sus manos, las movía nervioso tratando de buscar algún soporte pero todo movimiento se detuvo al sentir como el menor bajaba sus manos desde sus mejillas hasta sus hombros, de sus hombros a sus muñecas para finalmente dar con sus propias manos entrelazando sus dedos.

Esta parecía ser una mañana tranquila de no ser por el golpeteo en la puerta haciendo que la burbuja de ambos explote.

—Jay...

—Ignóralo, ya se irán— Jay se negaba a separarse.

Siguieron degustando de los labios contrarios esperando que el golpeteo pare pero en vez de hacerlo, se le sumaron unos "ding dong" haciendo que el rubio se cansara y finalmente se separara de su novio.

—¿Qué tal si es algo grave?

—¿Presientes que lo es?– Jungwon lo miró a los ojos y asintió lentamente —de acuerdo, yo iré.

Con molestia, el pelirrojo se separó de su novio para dirigirse a la puerta de entrada. Al abrirla se encontró con...

—¿SungHoon?

—¿Jay?

Dijeron al mismo tiempo.

—Hyung... ¿que te pasó?— el peliazul tenía los ojos rojos e hinchados, también tenía varias marcas moradas por el rostro y ni hablar de sus ánimos, se veía muy decaído.

𝙈𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉 // 𝙎𝙐𝙉𝙂𝙎𝙐𝙉Where stories live. Discover now