𝙈𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉 // 𝙎𝙐𝙉𝙂𝙎𝙐𝙉

𝟬𝟴

Año nuevo, una fecha en la cual muchos esperan para ver si la suerte o el destino estaba de su lado y decidía hacer el siguiente año de uno mejor y lleno de recuerdos lindos.

También es triste para unos puesto que, el año en el cual habían formado amistades nuevas, momentos hermosos y hasta nuevos amores se estaba acabando. Nadie sabe que nos depara el destino, solo nos queda ser pacientes y agradecer lo que éste tiene planeado para nosotros.

Un rubio, pelirrojo, castaño y azabache estaban reunidos en el departamento del último mencionado para despedir el año.

Al principio pensaron en hacer una cena como en navidad, pero decidieron que sólo harían un brindis cuando las manecillas del reloj dieran las doce.

— Y también agradecerles por estar conmigo y nunca dejarme y también... — Lee se encontraba dando un discurso para acabar el año, todos ya habían dicho el suyo y decidieron dejar a Hee como lo último ya que sabían que el menor se pondría sentimental y más que un discurso recitaría un testamento.

—Miren, falta menos de un minuto para las doce– interrumpió Jay —puedes decirnos el resto por mensaje, Hee.

—Solamente porque no hay mucho tiempo de haré caso.

Los segundos avanzaban y la hora estaba cada vez más cerca.

—5...4...3...2...1... ¡Feliz año nuevo! — El departamento y todo el edificio en sí, se llenaron de los gritos de felicidad y emoción de todos los inquilinos.

—¡Por otro año lleno de felicidad y prosperidad, Salud! —Dijo Jungwon.

—¡Salud! —le siguieron los tres restantes.

Y por fin, el año nuevo llegó, dándole fin al ahora año viejo, dejándole el paso a más recuerdos hermosos con las personas que quieres. Para SungHoon fue importante dejar atrás su pasado donde solo era él y nadie más que él, ahora, tenía a sus amigos de vuelta los cuales nunca abandonará de nuevo y confía que ellos harán lo mismo con él.

También tenía a Sunoo, su extraña pero sin duda agradable amistad fue una de las mejores cosas que le pudo pasar. No sabía cómo, pero el tritón le dio un giro de ciento ochenta grados a su vida, gracias a él ya no se sentía ni estaba solo y no es que diga que sus amigos de la universidad no le hagan compañía, si no que con el hermoso ser con cola lo hacía sentir, de alguna forma, completo. Como si toda su vida se hubiera sentido vacía e incompleta y gracias a Sunoo ese vacío desapareció.

Los tres menores comenzaron a mostrar sus habilidades y aprendizajes que obtuvieron en la universidad. Heeseung llevó un piano portátil y comenzó a tocarlo siguiendo las instrucciones de Jay quien había compuesto una canción mientras que Jungwon, con su hermosa voz deleitaba los oídos de los demás. SungHoon estaba sentado en un pequeño mueble mientras observaba a sus amigos. Intentaba prestar atención a sus amigos, de verdad que lo hacía, pero cierto chico ojiazul no salía de su mente.

De nuevo.

Solo podía pensar en cuanto le gustaría estar con él para hacerle compañía, no quería ni imaginarse lo solo que se debe de sentir y algo en su interior le decía que debía estar con él, que a pesar de que Sunoo sea mayor, quería protegerlo de todo mal, quería contarle todo lo que había hacho en el día, quería pasar el resto del día con él, quería...

—¡¡Hyung!!—gritaron los tres menores al mismo tiempo.

La burbuja de SungHoon explotó.

Y como si nada hubiera pasado, SungHoon se levantó de donde estaba sentado y comenzó a aplaudir extrañando a sus amigos por sus acciones —lo hicieron muy bien chicos— siguió aplaudiendo con una sonrisa algo forzada en su rostro.