𝟯𝟰

911 131 25
                                    

SungHoon trataba de no dejar a Sunoo tanto tiempo solo ya que el embarazo lo hacía sentirse un poco más sentimental, solo un poco.

—Ya mi amor, sabes que volveré pronto— SungHoon daba ligera caricias a las mejillas de Sunoo con sus pulgares.

—Pero no quiero que te vayas

Ambos estaban en el elevador, el pelirrosa se quedaba con Jake ya que, era la única persona a la que le tenían confianza para contarle lo sucedido, su reacción fue más calmada que el de los menores pero sin duda se sorprendió. Jake sólo quería un departamento para poder vivir tranquilamente ahí pero, en ninguna parte le decía que el departamento tenía incluido a dos jóvenes con una rara y cliché relación amorosa y encima, que uno de ellos se haya encargado de embarazar a su pareja, demasiado drama para el pobre castaño.

Cuando el elevador paró y abrió sus metálicas puertas solamente Sunoo salió de el caminando hacia el tan conocido departamento de su amigo mayor, tocó tres veces y se escuchó un "ya voy" de una voz diferente al de Jake. Sunoo dirigió su mirada a SungHoon nuevamente y se despidieron agitando sus manos mientras el elevador volvía a funcionar cerrando sus puertas y bajando a la primera planta del edificio

—Buenas tardes, Sunoo. Entra, Jake ya viene—  Riki, la pareja de su vecino se hizo a un lado dejando que los tres, Sunoo, Daewoo y el pato de peluche se adentren al departamento.

Sunoo solamente sonrío como respuesta, no quería parecer mal educado pero Riki le daba algo de nerviosismo. Se sentó en uno de los sillones y abrazo con fuerza el pato gigante, sentía que era a SungHoon a quien estaba abrazando.

—¡Sunnie!— saludo Jake, ambos se llevaban muy bien y el castaño no podía negar que la compañía de Sunoo era realmente agradable

—Hyung— respondió dejando al peluche sentado en el sillón para proceder a levantarse y estrechar a su mayor en un abrazo no tan fuerte, temía aplastar a su bebé.

—Ya se nota y siente más— comentó cuando el hinchado vientre se puso entre ambos, Jake de verdad quería tocar la pancita de su vecino y amigo pero Sunoo no le daba la confianza de hacerlo, o por lo menos, no ahora ya que el pelirrosa decía que era muy pequeño y no quería que lo estén tocando.

Excepto SungHoon, claro.

—Lo hace, lo cuidamos bien— sonrío separándose del abrazo. Ambos procedieron a sentarse en el sillón con el pato de peluche en el regazo de Sunoo, ese peluche en serio le transmitía seguridad.

—¿Ya tiene nombre?— Riki también se unió a la conversación sentándose en uno de los sillones individuales.

—Daewoo— masajeó su vientre.

—Me gusta.

—A mi también— la pareja mayor estaba de acuerdo, ambos tenían muchas cosas en común por lo que no sorprende que estén juntos.

Pero era diferente entre la relación de SungHoon y él.

Ambos eran muy distintos, comencemos porque Sunoo es un tritón y SungHoon un humano, a Sunoo le gusta las cosas dulces y a SungHoon las amargas, a Sunoo le gustaba el día y a SungHoon la noche, Sunoo prefería los colores alegres y SungHoon los colores sombríos, entre muchas cosas más.

Ambos eran totalmente distintos pero eso lograba hacer entender cuanto se amaban, que a pesar de todas sus diferencias y sus desacuerdos, se aman con locura. Sunoo veía en SungHoon a alguien que lo protege de todo y todos, a alguien que le tendió su mano para ver el grande y desconocido mundo, no todo era lindo pero el peliazul hacía todo lo posible para que Sunoo solamente vea las cosas buenas de la vida y claro que lo había logrado, tenía a su novio, a su hijo, amigos increíbles y quien sabe que más cosas podían llegar en el futuro.

𝙈𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉 // 𝙎𝙐𝙉𝙂𝙎𝙐𝙉Where stories live. Discover now