𝙈𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉 // 𝙎𝙐𝙉𝙂𝙎𝙐𝙉

𝟮𝟯

Nuestros protagonistas estaban en frente de la puerta del departamento despidiéndose, SungHoon tenía que ir a la universidad.

—¿Sunnie, te gustaría ir a una feria?

—¿Qué es eso?

A veces, SungHoon olvidaba lo inocente y tierno que era Sunoo. Era lógico que no supiera que era el término feria si nunca había ido a una.

—Es un lugar donde hay juegos mecánicos y muchas luces.

Los ojos del mayor se iluminaron, juegos y luces ¿cómo negarse a eso?

—¡Si quiero!

—Bien, nos iremos cuando vuelva de la universidad así que alístate antes de que yo vuelva.

Le dio un cariñoso beso en los labios y salió del departamento, pero a unos segundos después volvió.

—Me olvidaba. Si quieres salir trata de no regresar tan tarde—recibió un asentimiento de cabeza como respuesta.

Y ahora sí, emprendió camino a la universidad nervioso por lo que haría esa noche.

Al parecer, el día no estaba tan feliz como él lo estaba.

A mitad de camino comenzó a llover mojándolo por completo, los profesores dejaron a los alumnos en el campus de la universidad, este estaba techado y no querían que los jóvenes mojasen las aulas y pasillos, aunque más bien, los intendentes fueron a rogarle aquello a la directora.

Algunos maestros y alumnos les ofrecieron toallas al resto de los alumnos y personal, solamente querían que dejaran de escurrir agua para no enlodar y evitar alguna caída.

—Comenzó bien tu día eh SungHoon.

Jungwon venía con sus rubios cabellos adheridos a su frente, estos escurrían mucha agua, se veía realmente gracioso. Detrás de él venían Jay que no se veía mojado, tal vez llegó antes de que la tormenta caiga, pero a pesar de eso venía con una toalla en mano, este era seguido de Heesung que tenía una de esas toallas alrededor de su cuello al igual que SungHoon.

—Solo espero que no llueva más tarde, incluso le compré un pequeño regalo.

—Así que decidiste hacerle caso a Jungwon— Jay cubrió la cabeza de Jungwon con la toalla y empezó a frotarla por sus hebras decoloradas para intentar secarlas recibiendo un bufido por parte de Jungwon tratando de verse intimidante, aunque la verdad, se veía más tierno.

—¿Le compraste una galleta gigante? — bromeó Heeseung.

—No— SungHoon rió —la verdad es que aún no lo tengo, simplemente lo pedí y hoy saliendo de aquí lo iré a recoger.

—¿Podemos ir a ve- ¡Jay por Dios! para, no soy un niño pequeño.

—Lo dice el que vino llorando a mis brazos porque un camión pasó por un charco mojándolo por completo.