𝟯𝟲

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El corazón de las cuatro personas que estaban en el departamento latía a una gran velocidad, el de SeoJoon latía por la adrenalina y el coraje, el de MinYoung latía por la decepción, desesperación e ira y finalmente, el de Sunoo y SungHoon latina de miedo, no, no miedo, pánico.

—Te voy a joder la vida de la misma manera que me la jodiste a mí pedazo de mierda— no disparaba, SeoJoon no disparó pero el arma en ningún momento bajó.

Lágrimas se hicieron presentes en los ojos de su pareja y en los de su madre con la diferencia de que, su madre lloraba de ira y Sunoo de miedo.

—Papá...— SungHoon avanzó hacia su padre con sigilo, como temiendo hacer un mal movimiento haciendo que este cause algo de lo que se podría arrepentir —papá baja el arma— tenía las manos abiertas tratando de controlar a su progenitor pero fue en vano, en Park mayor cargó el arma posicionando su dedo en el gatillo.

—¡Sunoo!— SungHoon se apresuró a ir por su paralizado novio lanzándose encima de él logrando que los dos caigan al suelo, eso impidió que la bala fuera directo a su cabeza y en vez de darle a él, le dio a un muro —amor, bebé, Sunoo— llamaba al pelirrosa queriendo que este deje de llorar hasta que nuevamente escuchó el arma ser cargado.

—¡Quítate SungHoon!

—¡Lárguense! ¡por una jodida mierda, lárguense!

—¡Park SungHoon! ¡deja de estar cubriendo al puto marica y deja que tu padre lo mate de una maldita vez!

Gritos y sollozos inundaron todo el departamento, sollozos de miedo de parte de Sunoo, gritos de súplica de parte de los señores Choi y gritos de súplica de SungHoon, ambas súplicas pedían cosas distintas, mientras que SeoJoon y MinYoung le pedían a SungHoon quitarse de encima de Sunoo usando su cuerpo como un escudo, SungHoon suplicaba porque se fueran, se olvidaran de que su hijo tenía una pareja hombre, se olvidaran de que siquiera tenía un hijo y se marcharan para siempre.

—¡Hijo! ¡esto es por tu maldito bien! ¡lo que estas haciendo esta mal! ¡tu debes de estar con una muj...

—¡Cierra el puto hocico y lárguense de aquí!—interrumpió a su madre. SungHoon había llevado el cuerpo tembloroso de Sunoo en un rincón, se había puesto enfrente de él protegiéndolo de cualquier cosa, sabía que sus padres no se atreverían a matar a su único hijo.

—O te quitas...— el Park mayor guardó el arma en uno de sus bolsillos —o te quito.

SungHoon puso resistencia y mayor fuerza cuando de a poco, su padre fue acercándose, Sunoo se encogió más en su lugar abrazando a su vientre, ambos jóvenes trataban de salvar sus vidas y la vida de su hijo, esa fue su promesa.

Un golpe fuerte impactó el rostro de SungHoon pero no se movió ni un centímetro, otro golpe llegó pero esta vez en su estómago haciéndolo retorcerse de dolor y rápidamente, volvió a su pocicion inicial protegiendo al asustado Sunoo.

¿SungHoon iba a permitir que le arrebaten a las únicas personas que lograron sacarlo de su obscuridad? La respuesta era un gran, seguro y firme no.

Apretó sus dedos formando un puño y concentró toda su ira ahí mismo devolviéndole el golpe al adulto en su mejilla, SungHoon no esperó a que se recuperé o reaccione, simplemente se lanzó en él a darle golpe tras golpe sin parar manchando sus nudillos de sangre. SeoJoon era menos fuerte que SungHoon pero aún así pudo librarse de sus golpes atacando a su hijo de la misma forma, ambos rostros tenían manchas moradas por todas partes acompañadas de gotas de sangre.

—Eres un maldito infeliz, ojalá te pudras en el infierno pedazo de marica— MinYoung salió de su pequeño tanse al ver a su hijo y su esposo uno encima del otro golpeándose con el único objetivo de obtener su libertad —¡arruinaste a mi familia!

𝙈𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉 // 𝙎𝙐𝙉𝙂𝙎𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora