Los Black (Segunda parte de Alpha)

Capítulo 26.

Aradelle POV.

Salgo del agua y trato de jalar todo el aire que me es posible, jalo mi mano y veo que aun esta unida a Connell quien esta extrañamente tranquilo como si se encontrara fuera de su tiempo, me acerco y giro su cara para que me mire, su mirada esta como perdida.

¿Qué demonios le pasa? 

Antes de que pueda decir su nombre su mirada encuentra la mía, y se gira de nuevo a la bruja sin decirme nada, siento que esta tenso, no se que vio pero debió estar tan mal como lo mío.

- Ahora recitaran sus principios frente a la luna y a su manada. - 

Connell aprieta mi mano y hablamos juntos:

- Protegeré mi manada.

- No mostrare miedo. - digo incluso estando completamente aterrada.

- Enseñare a los jóvenes. 

- Sobreviviré cada día.

- Derrotare a nuestros enemigos.

- Aullare hasta el siguiente mañana. 

- No demostrare debilidad.

- Dejare mi huella en esta manada. - decimos al unísono.

- Ahora liberen aquello que su forma humana ha contenido, corran por los bosques que su manada ha protegido y cuidado durante generaciones y encuentren a aquellos que los acompañaran en su destino. - dice la bruja.

Connell suelta mi mano y se encorva como de dolor y me acerco para ayudarlo pero antes de que pueda acercarme siento un dolor en mi columna que casi me tumba, siento una presión en mis pulmones que me impide respirar, trato de salir del agua pero mis piernas no me responden y caigo sobre mis rodillas antes de logar moverme saco mi mano para agarrarme de la orilla y veo que mi mano no es una mano, es una pata de color blanco.

Estoy cambiando.

Oh por Dios estoy cambiando.

Mi espalda cruje y quiero llorar de verdad quiero llorar, quiero detener esto. Tiene que haber un amanera de parar esto.

"No hay manera de detenerlo por mas que lo intentes" 

Recuerdo  las palabras de mi papa y trato de concentrarme en otra cosa.

Un aullido se reproduce a mi lado y veo un lobo salir del agua y correr al bosque, es Connell. Su lobo es bellísimo su pelaje brilla con la luz de la luna y todos abren paso para que corra directo al bosque, antes de llegar a los arboles gira y su mirada se encuentra con la mía.

No voy a dejarte.

Esas palabras resuenan en mi mente y se que es Connell, es cierto lo que decían de nuestro vinculo, compartimos un vinculo desde el vientre y ahora que el ha cambiado esa barrera que detenía nuestro vinculo se ha caído.

Corre, sigue adelante estoy tras de ti.

Connell hace un asentimiento y sigue corriendo, quiero seguirlo, en ese momento me doy cuenta que mi cuerpo ya no duele, solo siento mi respiración acelerada, miro alrededor y todos me miran con expectación y fascinación al mismo tiempo.

Veo a mi padre que tiene una gran sonrisa en su cara y mi mama tiene lagrimas en sus ojos mientras se sostiene del brazo de mi padre. Papa me dice corre sin emitir un sonido solo moviendo los labios.

Salgo corriendo y me sorprendo al saber que corro mas rápido de lo que pensaba, trato de evitar las ramas tiradas en el suelo y mi cuerpo responde perfectamente, es como si fuéramos uno solo, ahora estoy mas consiente que nunca de todo, me detengo abruptamente y volteo al cielo, cierro mis ojos y me concentro en los sonidos, escucho el tronar de una rama, abro los ojos rápidamente para ver que es y veo un pequeño conejo blanco con ojos rojos que me mira con horror total.