Los Black (Segunda parte de Alpha)

Capítulo 28.

Aradelle POV.

- Tenemos que decirle todo esto a mi padre. 

- No, no podemos. - dice Nate pensando en todas las opciones.

- Pero tiene que saber todo esto, esto esta pasando en su manada, debe de saberlo. - digo enojada.

- Tu padre confía en Declan, si llega a decirle algo perderemos la poca ventaja que tenemos contra ellos. - dice frotando mis brazos para calmarme.

Escondo mi rostro en mis manos. Esto es horrible. Alguien trato de asesinarme y lo peor de todo es que existe una enorme posibilidad de que Declan y Daciana estén involucrados. 

- No lo entiendo, ¿Qué obtendrían ellos de traicionar a la manada? - digo derrotada.

- No lo se amor. Pero eso es lo que tu y yo vamos a averiguar mi querida Nancy Drew. - bromea para darme ánimos.

- En especial Daciana que gana con todo esto, ¿Estas cien por ciento seguro? - pregunto todavía no queriéndole creer. 

- En todo caso tengo mis sospechas sobre Declan, pero Daciana estoy seguro de que esta envuelta en todo esto, los pétalos me llevaron hasta ella. 

Todo esto es demasiado extraño. Viene a mi mente algo.

- Si no hubieran tratado de asesinarme, ¿Cuándo me habrías dicho todo esto? - pregunto esperando su respuesta.

Se da cuenta de que esta envuelto en un problema.

- Seguro tienes hambre. - me da un beso en los labios y se dirige a la cocina.

- Nathaniel Lacroix. - lo llamo por su nombre completo y sin darse la vuelta me dice:

- Para ti soy mi amor o también puedes llamarme mi dueño, como quieras esta bien. 

Entrecierro los ojos amenazadoramente y se exactamente donde picarlo.

- Aun no eres mi dueño, no estoy marcada por ti, entonces sin marca soy del pueblo y para el pueblo. - eso lo hace darse la vuelta me limito a cruzar las piernas y dejar que la bata que llevo se abra y deje a la vista la parte de mi muslo.

Este es un gran movimiento de mi parte ya que no tengo ni idea de que estoy haciendo solo se que me siento genial haciéndolo. Su mirada cambio completamente ahora era como de hambre, como si yo hubiera pronunciado unas palabras mágicas que despertó sus instintos y mentiría si no dijera que eso me hacia sentir poderosa.

Le doy una sonrisa de medio lado, me pongo de pie y corro.

En el momento en el que cruzo las puertas escucho su risa profunda.

- ¿Así que mi hembra quiere huir? - su voz es baja, profunda, incluso distorsionada, como si se moviera a mi alrededor.

Subí corriendo las escaleras, me estremecí por lo divertido y excitante que es esto, un escalofrió recorrió mi cuerpo, quería a Nate, no, lo necesitaba pero aun así seguí corriendo por la casa, mientras apagaba las luces, todo se iba quedando poco a poco a oscuras, dejándonos solo con la luz que nos daban las chimeneas que están encendidas por toda la casa. Y por Dios esta casa es grande.

Me detuve justo frente a una ventana por la cual entraba la luz de la luna y deje que su luz me bañara como si de alguna manera me diera mas poder y solté un pequeño gemido que se él va a escuchar mas que perfectamente.

Entonces lo sentí, sentí su lobo viéndome desde las sombras.

Y corro lo mas rápido que puedo, corriendo lo mas grácilmente posible y no estoy huyendo de lo desconocido, si no que corro porque se que mi compañero me va a alcanzar y a reclamar.