Capítulo 30.

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Aradelle POV

No podía creer que estuviera siendo tan descarada, pero eracomo si ese fuego ardiera en mí, esa otra presencia que me decía quenecesitaba esto... que mi compañero necesitaba que me entregara porcompleto.

Me toqué, mostrándole a Nate la parte más íntima de mí. Esto mehizo sentir muy bien sabiendo que verme expuesta así le daba placer. 

Su placer es también el mío. 

Dejé que mi mirada recorriera su pecho duro y musculoso, unotan amplio y definido que un pequeño espasmo de lujuria me recorrió.Y entonces me quedé mirando su enorme polla. Era tan... grande,gruesa y larga. Lo único que podía pensar era que no cabía todo esodentro de mí.De ninguna manera, sin embargo, estaba ansiosa por intentarlo. 

Se acariciaba con movimientos lentos, casi perezosos, conla mirada puesta en mí... siempre en mí. Una gota de líquido claro, unpequeño cristal de su necesidad, salpicaba la punta de su enorme eje, e instintivamente me lamí los labios.

Su mirada se posó entre mis muslos abiertos mientras decía: —Mantenlos abiertos para mí.

No iba a desobedecer. 

Nate se acarició un poco más rápido, el sonido de su palmamoviéndose sobre su carne me llenó la cabeza, haciéndome mojarmás. Su bíceps se contraía y relajaba por el rápido movimiento de supaja.

Dio un largo golpe más a su eje antes de gruñir casi deplacer/dolor, y bajar sus manos al suelo a cada lado de mis caderas,su polla sobresaliendo hacia delante y presionando contra miempapada raja. 

Se inclinó hacia abajo yme besó profundamente. —Te daré más de lo que necesitas,compañera. — La posición en la que estaba y sus palabras lo hacíanparecer muy feroz. 

Reclamó mi boca con más fuerza y rapidez, obligándome a tomartodo de él mientras hundía su lengua entre mis labios, imitando elhecho de follarme y lo que yo quería de él entre mis piernas. Su saborera tan picante, oscuro, totalmente masculino. Hice un pequeño ruidoen el fondo de mi garganta, incapaz de contenerme mientras lanecesidad se apoderaba de todo en mí. Y fue ese pequeño sonido elque pareció hacer que algo se quebrara dentro de Nate aún más, lo quellevó su control al límite. 

Movió su mano por detrás de mi cabeza, agarró un trozo de mipelo, forzando mi cabeza hacia atrás, mi garganta ahora arqueada.Sentí su longitud caliente y dura presionando entre mis muslosmientras seguía besándome y empujando contra mis piernas al mismotiempo. Quería sentir cómo me estiraba, cómo empujaba dentro de mi cuerpo y hacía que el dolor se asentara, haciéndome sentir llena ycompleta.

Mientras me miraba fijamente a los ojos, su azul reluciente consu animal justo en la superficie, metió la mano entre nosotros y colocóla punta de su polla en la entrada de mi coño. Todo en mi interior separalizó, se tensó, y jadeé de anticipación. La ferocidad que cubría suexpresión hizo que mi pulso se disparara.

—Estoy tomando lo que me pertenece, Aradelle.

Me lamí los labios, con mi coño apretado, necesitando sulongitud en mí. —Sí. Soy tuya. — Las palabras salieron fácilmente demí que parecía irreal.

Y cuando empezó a empujar lentamente dentro de mí, supe queintentaba ser suave, para dar tiempo a mi cuerpo a adaptarse a suenorme polla. Jadeaba, el sudor cubría mi cuerpo, mi aliento meabandonaba rápidamente. 

—Tan apretada. 

—Ahhh, eres demasiado grande. 

—Estás hecha para mí. — gritó. —Estoy hecho para ti. — Yentonces me penetró por completo, y mi espalda se arqueó al sentirque me partía en dos. Reclamó mi virginidad.

Los Black (Segunda parte de Alpha)Where stories live. Discover now