Capítulo 8.

9K 642 51
                                    

Ara POV.

Esto se siente o se ve como una escena de Crepúsculo y me rehusó a pensar que Nate y yo somos Bella y Edward. Aunque seria un enorme placer tener a alguien como Edward Cullen por mate pero ni siquiera e tenido mi primera transformación.

Escucho un gruñido, pero no le tomo importancia porque al parecer es uno de los sonidos que el señor Nate Lacroix más hace, pero aun así me pregunto que es lo que lo causa, quiero decir sus gruñidos.

Nate se detiene de pronto y estamos ante un gran sauce llorón esos que tiene como tiras de hojas colgando, lo que me asombra de este árbol es que tiene que ser muy viejo por que sus ramas y tronco son  extremadamente gruesas.

Veo como levanta la a mirada hacia la rama mas cercana que hay e inmediatamente pienso que esa rama esta demasiado lejos como para llegar de un solo salto, pero de pronto me agarra de la cintura, pero esta vez envuelvo su cintura con los muslos sin darme apenas cuenta, y un grito ahogado escapa de mis labios.  Su brazo que antes me tomaba por la cintura ahora se encuentra rozando mi trasero.

 —Perdona —balbuceo, y aparto las piernas tratando de recuperar la poca dignidad que me queda.

No obstante, él las agarra de nuevo y vuelve a colocarlas donde estaban. La extraña energía que surge entre nosotros aparece de nuevo, esta vez con más intensidad que nunca. «¿Por qué siempre pasa con él?» Desconecto mis pensamientos y rodeo su cuello con los brazos para no perder el equilibrio.  

  —¿Como es posible que me hagas esto? —dice tiernamente, y me acaricia el labio inferior con el pulgar. Su mirada me indica que esta tan perdido como yo o si no que peor.

—No lo sé... —respondo con sinceridad porque ni siquiera se de que esta hablando porque no veo que el este afectado en lo mínimo, soy yo la que tiene las piernas alrededor de él con el trasero al aire y para colmo traigo falda. Disipo mis pensamientos y me concentro siguiendo su dedo, que continúa recorriendo mi boca. 

—Estos labios... y las cosas que podrías hacer con ellos —dice en tono suave y seductor. - Mataría a cualquiera que quisiera tocarlos. -  esto ultimo lo dice en un susurro combinado con gruñido.

  Me mira a los ojos. Y se que habla malditamente en serio, su mirada me lo dice mas sin embargo no entiendo porque. Sus pupilas están tan dilatadas que sólo se ve un fino aro de sus ahora oscuros ojos verdes.   

  — ¿Porque? Si solo somos amigos.— mi voz es baja y hasta podría decir que seductora, pero no tengo idea de como seria eso. — Y ni siquiera ese rango alcanzamos.

— Sabes que no solo somos amigos. — Sus labios tocan mi barbilla y me hacen temblar. 

Continúa trazando una línea de besos por mi mandíbula, y asiento. Sé que tiene razón. No tengo ni idea de qué somos, pero sé que es imposible que estemos destinados solo a ser amigos. Sus labios rozan el punto justo debajo de mi oreja, y gimo, lo que propicia que repita el movimiento, aunque esta vez succiona mi piel.

  —Nate —gimo, y lo estrecho entre mis piernas.

 Desciendo las manos por su espalda y clavo las uñas en su piel. Creo que podría estallar sólo con que siguiera besándome el cuello. 

—Quiero hacer que gimas mi nombre, marcarte como mía, que lleves mi olor en ti y que si a algún idiota se le ocurre acercarse a menos de un kilómetro de ti, se entere de que lo voy a matar.   Por favor, permítemelo. —Su voz suena cargada de desesperación. 

En el fondo de mi ser, sé que no puedo negarme.  Pero mis padres se volverían locos al saber que he dejado que alguien me marque sin siquiera haber pasado por mi transformación.

Los Black (Segunda parte de Alpha)Där berättelser lever. Upptäck nu