━ 𝐓𝗋𝖾𝖼𝖾.

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Había transcurrido un día desde que Renjun decidió abandonar la que fue su casa durante diecisiete años, aún con la esperanza de que su progenitora lo contactara y, al menos, preguntara si él estaba bien o lo que sea. No sucedió. Ninguna llamada, ningún mensaje. Aunque sabía que eso sucedería, muy en el fondo añoraba que ella se preocupara y decidiera buscarlo primero. Pero como siempre, nunca lo haría.

Y ese día, por supuesto, era el primero en el que amanecía en la cama de Jeno siendo abrazado por el mismo. El grande y pesado brazo de Lee envolviendo su cintura, sus cuerpos tan juntos, sintiendo la suave y tranquila respiración del menor cerca de su cuello que lo hacía estremecer por completo. Y Renjun adoró eso, le gustó sentir la calidez del cuerpo ajeno y cómo Jeno lo abrazaba con tanta "posesividad", como si su vida dependiera de ello. Pero claro, eso solo lo sabía él y así debía ser, Jeno no tendría que enterarse por nada del mundo que habían dormido de aquella manera.

Luego de una larga lucha en el que intentaba zafarse «aunque no quería» de los brazos de Jeno, lo logró. Era miércoles, por ende debían ir a la escuela y aunque aún sentía pequeñas punzadas en su cuerpo no faltaría. Tendía a ser demasiado responsable con respecto a sus estudios, era algo sumamemente necesario si quería entrar a una buena Universidad para estudiar medicina.

No, no podía tomarse el día libre.

Buscó su uniforme en la maleta, metiéndose al baño para comenzar a alistarse, dejando la pijama de Lee en el retrete para continuar con lo suyo. Miró su reflejo en el pequeño espejo, estaba horrible; su mejilla se encontraba hinchada y morada, su labio tenía una costra aún. Suspiró y los recuerdos de esa vez volvieron como ráfagas a su cabeza lo que lo obligó a echarse agua en el rostro para dejar de pensar en ello. Quería sentirse en paz un momento, olvidar que sus padres no lo quieren por ser un... maricón.

— ¿Renjun? — la puerta fue tocada un par de veces, tras de ella estaba Jeno recién despertado. — ¿Estás bien?

— U-uh, sí, ya salgo... — soltó el aire que no sabía estaba reteniendo y salió del baño, notando cómo el menor fruncía el ceño a la par que lo observaba de pies a cabeza. — ¿Mh?

— No, hoy tampoco irás a clases. — demandó.

— ¿Qué...? — sus ojos se abrieron exageradamente al recordar que ayer se la pasó llorando toda la tarde en los brazos de Jeno antes de quedarse totalmente dormido en la cama de Lee, olvidando por completo que era día de escuela. — Esto no puede ser, mi asistencia impecable está manchada por un descuido. — murmuraba, lloriqueando internamente. — No puedo faltar. — dijo con firmeza, pasando por un lado del azabache para tomar sus cosas y guardarlas rápidamente, dejando la pijama en su lugar.

Jeno rodó los ojos, hastiado. Sabía que su mayor podía llegar a ser muy insistente cuando de ser responsable se trataba, por lo que hacer que acepte quedarse ese día también iba a ser complicado pero él no era alguien que declinara de una idea así de fácil.

— No vas a ir hasta que mejores.

Pero el chino lo ignoró, empeñado en querer irse, pensando incluso en cómo justificará su inasistencia. Nunca fue bueno mintiendo.

— No puedo tener dos faltas seguidas o-

Antes de que continuara hablando, el morocho lo tomó de los hombros, obligándolo a que se detenga. Su profunda mirada clavada en la suya, como si se lo estuviera pidiendo de favor a través de ella. Y, maldita sea, Renjun era tan vulnerable a Jeno que terminaría aceptando si se lo volvía a pedir.

Sí que estaba coladito por el coreano.

— No vayas, ¿sí? — creyó que volvería a ordenárselo, pero aquello más bien sonó como una súplica. Jeno estaba hablando más calmado, sabía que él no quería asustarlo o incomodarlo así que simplemente asintió despacio.

Jeno se preocupa mucho por mí y no sé cómo sentirme al respecto.

Jeno se preocupa mucho por mí y no sé cómo sentirme al respecto

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— Jaemin dijo que vendría cuando las clases culminaran. — habló Jeno levantando la voz para que lo oyera, pues el sonido de la película reproduciéndose lo opacaba un poco. — Mencionó que traería a Chenle, tu amigo. Me dijo que él estaba muy preocupado por ti ya que no te había visto en dos días, ¿estás bien con ello?

Huang apretó los labios, haciendo un sonido de confirmación con su garganta, no muy convencido. No es que no quisiera ver a su mejor amigo, solo que mostrarse en ese estado frente a alguien más le costaba aún. Pero de igual manera tarde o temprano tendría que dar explicaciones de su ausencia.

— Creo que también vendrá Jaehyun, el casi novio del idiota... mh, ¿seguirán en las mismas siempre? — susurró para él mismo pero Renjun lo escuchó, ganándose una mirada curiosa por parte del extranjero.

— ¿Jae sale con alguien?

— Algo así... su nombre es Jung Jaehyun, creo. — encogió sus hombros, restándole importancia. — No quiero entrometerme en su relación, pero me encantaría que dieran el siguiente paso. Sé que a Jaemin le gusta mucho, y estoy feliz por ello, él nunca había tenido sentimientos verdaderos por alguien así que enterarme de que un hombre robó su corazón me pone feliz. Quiero que él también lo sea.

El rubio teñido sonrió sin mostrar los dientes, conocer esa faceta de Jeno lo había alegrado tanto que sus preocupaciones desaparecieron momentáneamente. Ahora sabía que aunque Lee se mostraba reacio a las muestras de afecto él era muy cariñoso a su manera.

— Están yendo a su propio ritmo, todos necesitamos a veces tiempo para meditar lo que está ocurriendo. — comentaba el chino sin apartar la vista de su menor ni dejando la enorme sonrisa de lado. — Saber si lo que estamos haciendo o vamos a hacer es lo correcto.

Se quedaron mirando fijamente el uno al otro, Jeno procesando sus palabras mientras que Renjun sentía sus mejillas enrojecer por lo que fue el primero en romper el contacto visual, notablemente apenado.

— Renjun, yo-

Y como si de una película juvenil de amor se tratase, fue interrumpido como cuando el personaje principal se le va a declarar a su amor platónico, arruinando así el momento en su totalidad.

El insistente sonido de la puerta principal junto con la ahora fastidiosa voz de su amigo zumbaron por toda la casa, haciendo maldecir por lo bajo a Jeno quien se acercaba a abrir la puerta.

Esperaba poder tener otro momento de valentía para decirle a Renjun aquello tan importante que lo ensayó muchas veces.

Solo deseaba que así sean las cosas.

𔒱

heey, ¿cómo están? espero que bien.

solo quiero decirles que lamento tanto la tardanza, no saben cuánto me costó escribir algo decente pero la vdd es que estuve tan ocupada que las ideas simplemente no fluían por lo que terminaba borrando lo que escribía aoksdk.

btw, felices fiestas atrasadas y que tengan un bonito año nuevo. <33

H𝗘 I𝗦 N𝗢T 𝗚A𝗬Where stories live. Discover now