━ 𝐕𝖾𝗂𝗇𝗍𝖾.

1.1K 148 11
                                    

Si había algo en lo que Yuk-hei era bueno era en leer el rostro de los demás. Siempre se le había hecho fácil saber cuándo una persona estaba triste o preocupada por algo, incluso cuando algo los emocionaba.

Es por eso que no tardó mucho en darse cuenta del semblante triste y mirada perdida de su pequeño hermano. Este no paraba de jugar con la comida, removiendo los fideos con sus palillos, pareciera estar divagando en sus pensamientos porque no escuchó el llamado del Huang mayor tanto la primera como la segunda vez; solo respondió cuando sintió un apretujón en su brazo.

— ¿Ocurre algo, Ren? — preguntó el más alto con un tono de voz aterciopelado, no queriendo incomodar a su hermanito. — No has probado bocado aún.

Renjun se había percatado recién de ello, así que con una sonrisa leve y una genuina mirada, asintió. — Sí, creo que... no tengo mucho apetito.

Se quedaron en un silencio sepulcral, lo único que se lograba escuchar era el sonido de sus respiraciones tranquilas, eso hasta que Lucas suspiró y dejó su plato de comida junto con los palillos a un lado, prestando toda su atención a su ser más preciado.

— Algo sucede, ¿no es así? — sujetó la fría mano del chino menor, dándole un leve apretón y brindándole calidez. — ¿Quieres hablar?

Renjun mordió su labio inferior, sintiendo el nudo formarse ya en su garganta lo que lo hizo tragar con dificultad.

Sí, por supuesto que quería hablar sobre todo, desahogarse, liberar todo eso que lo estaba destruyendo poco a poco. Pero que lo vean llorar no le agradaba, siempre trató de verse fuerte ante el resto ya que su padre siempre le decía que "llorar no es de hombres, solo de gente débil como las mujeres", y aunque con el pasar del tiempo aprendió que aquello no era cierto, el temor a que su padre lo golpeara nuevamente le aterrorizaba con desmesura. Es por eso que siempre prefirió callarse, pero ahora, viendo la expresión preocupada de su hermano y el cómo trataba de consolarlo con suaves caricias habían sido el detonante.

Lloró, lo hizo por bastante tiempo. Lloró hasta que ya no le quedaron más lágrimas por derramar. Se deshizo en los brazos de Lucas, aferrándose a este, como si temiera que se fuera, mas él se quedó allí en todo momento.

Una vez su llanto cesó, el mayor le brindó una servilleta para que se limpiara el rostro, pero el silencio perduró durante unos minutos más.

— Perdón, no quería que me veas así.

Yuk-hei negó, revolviendo sus cabellos. — Llorar no tiene nada de malo, eres un ser humano, Ren.

— Lo sé, pero-

— No. — dijo con su semblante más serio de lo normal. — A la mierda con las ideas estúpidas que ese señor te metió en la cabeza.

Renjun rió, abrazando más al contrario. Su hermano siempre fue su lugar seguro, su único hogar, y estar con él lo ponía tan feliz.

— ¿Por qué el primer amor tiene que ser tan doloroso? — preguntó el más bajo luego de un tiempo, su voz casi quebrándose, aún escondido en el pecho de su mayor, pero este no tardó en acunar su carita para que lo mirara. Los ojos de Renjun aún brillaban por las lágrimas y el labio inferior estaba siendo apresado por sus dientes. — Sé que Jeno no tiene la culpa, soy yo el que prefirió hacerse daño a pesar de saber que jamás me correspondería porque él... él no está interesado en los hombres, pero yo quería que me correspondiera y mírame ahora, sufriendo por mi idiotez.

— ¿Jeno? — los ojos de Lucas se abrieron desmesuradamente, aún tratando de procesar todo. — ¿Lee Jeno?

— Sí...

— Ese imbécil, ¡le advertí que no te hiciera llorar!

Renjun se sintió confundido cuando el ajeno lo separó y se levantó de golpe, tomando las llaves de su automóvil, saliendo del departamento a una velocidad increíble. Decidió perseguirlo, temiendo que hiciera alguna estupidez porque sabía que Lucas era más de actuar antes que pensar, por lo que no dudó en tomar un taxi para perseguir el auto de su hermano mayor.

 Decidió perseguirlo, temiendo que hiciera alguna estupidez porque sabía que Lucas era más de actuar antes que pensar, por lo que no dudó en tomar un taxi para perseguir el auto de su hermano mayor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jeno se la había pasado en la cama toda la mañana, mirando hacia el techo como si aquello fuera lo más entretenido de toda la habitación.

Por supuesto que no había probado bocado alguno del desayuno que una de las sirvientas le dejó en la mesita de noche a un costado de su cama, tampoco respondió las miles de llamadas de Jaemin, ni escuchó el buzón de mensajes. Es más, prefirió apagar su celular para así no tener que oír el insoportable sonido de una llamada entrante.

No quería hacer nada, no quería saber de nadie.

El simple canto de los pájaros lo irritaba, no quería imaginar cómo le pondría estar con alguien tan ruidoso como Na, o con un ruido tan insistente como el golpeteo de la puerta de entrada.

¡Joder, ¿por qué nadie atendía a quien sea que estuviese haciendo tanto escándalo?!

— ¡Ya voy! — gritó, saliendo enfurruñado de su habitación, ni siquiera le importó su aspecto en ese instante, solo quería mandar al diablo a la persona que estaba jodiéndole el humor que de por sí ya estaba jodido a más no poder. — ¡Dije que ya voy!

Cuando abrió la puerta se esperó ver a cualquiera de sus fastidiosos amigos allí o a, no sé, algún desquiciado queriendo pasarse de listo, mas jamás se imaginó que lo primero que viera al abrir la puerta principal fuera un puño estamparse directamente en su nariz, y tampoco esperó escuchar el grito de pánico de Renjun, quien corría desesperadamente detrás de Lucas.

𔒱

LUCAS, VUELVE QUE T EXTRAÑO NO SABES CUÁNTO. 😭😭

H𝗘 I𝗦 N𝗢T 𝗚A𝗬Where stories live. Discover now