La entrevista

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Día 1: Voz.

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—Esta entrevista será filmada para luego hacer una selección de personal más exacta. El documento que te entregaremos indica que nos estás dando permiso para hacer dicha filmación y conservarla para la empresa. Por favor, queremos que te sientas en calma. Estás en un ambiente controlado. Dinos tu nombre y tu raza.

El pelirrojo suspiró.

—Me llamo Gael Sorní y soy un Omega.

El hombre delante anotó algo en una hoja.

—Señor Sorní, ¿es consciente de que tiene una mancha de café en el saco, cierto?

—Sí, señor... Lo sé...

Ese día todo se le había puesto en su contra.

El despertador no sonó a la hora, salió de la cama porque la duda sobre si ya había dormido lo suficiente empezó a atacar su subconsciente. Quiso tomar un baño y como cosa rara, olvidó pagar el servicio. Ni una gota cayó por su tubería. Total, nada que un desodorante en spray no resuelva. Para cepillarse los dientes nada mejor que un vaso con agua del refrigerador, frío pero ecológico. Un poco de gel para el pelo, su último traje limpio, mochila, teléfono, audífonos, cargador y llaves del apartamento, listo.

Así salió al mundo esa mañana el joven pelirrojo.

—Aquí dice que estudiaste relaciones industriales— decía el reclutador revisando su currículo.

—Sí, fui uno de los mejores promedios— sonrió.

—En una clase de veinte personas...

—Sí...— suspiró cabizbajo.

Corrió por las calles para poder llegar a su café favorito. Pidió lo de siempre, una latte acaramelado light y dos donas rellenas. Necesitaba energías para esa mañana.

—¿Conoces a Walter Vital?— la mirada del reclutador se expandió al ver el número telefónico junto a ese nombre. —¿El mismo de empresas Vital CA?

—Sí, a Junior, no a Senior.

—¿Cómo?

—Le salvé la vida una vez y desde entonces somos amigos.

Se comió las donas casi sin masticar y su latte caliente se lo tragó veloz. No quería llegar tarde, su buen amigo le había conseguido una entrevista de trabajo en una empresa importante de uno de los clanes más antiguos y respetables en el país.

Garza era un nombre que imponía respeto donde fuera, reconocible por el escudo simbólico que los mismos miembros solían llevar a la vista. Era pase vip en la vida para todo tipo de raza, sea Alfa, Omega o Beta, incluso sus derivados. En ese momento, el líder, que por jerarquía era el más anciano, se encontraba delicado de salud y preparando su pronta muerte. Sus hijos, Ismael y Jerald, estaban dando la cara por la empresa y el clan. Ismael era un líder nato, muy del dicho "donde pongo el ojo, pongo la bala", la empresa pronto sería suya por ser el mayor. Jerald quedaría en la vicepresidencia donde su hermano estaba. Con todo esto, se decidió cambiar el personal.

—¿Porqué crees que debemos darte el empleo de asistente del presidente de la empresa?— Gael ladeó una sonrisa.

—Aprendo rápido, soy paciente y trato de enfocarme en resolver cualquier tipo de situación— el reclutador levantó una ceja y anotó algo en una hoja.

Corriendo fuera del lugar, fue cuando se tropezó con un señor rubio que llevaba su café en mano, se le derramó en el traje de Gael.

—Fíjate para la próxima, torpe— dijo Gael molesto y empujando con fuerza al otro hombre.

Negociando con el Corazón || Original - #OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora