T R E C E. Bestia

45.8K 3.3K 667
                                    

Skyler Snow Thompson

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Skyler Snow Thompson

El lugar está lleno de gritos una vez que pasamos la puerta custodiada por los dos guardias. Ni siquiera se mueven cuando el hombre que no conozco la abre y nos deja pasar. El pasillo completamente iluminado que se presenta delante de nosotros solo me muestra que no hay nadie a la vista, pero entonces ¿de dónde viene tanto ruido? Me siento intimidada, porque si bien el pasillo es corto y no hay nada más allá que una pared y varios ascensores a nuestros costados, todo está finamente decorado con apliques de oro y detalles en rojo. Como la alfombra que adorna el suelo debajo de mis pies.

Estoy totalmente cautivada por la vista, y tanto lujo hace que me sienta, en parte, fuera de lugar. Mi familia nunca tuvo mucho. Mi madre en realidad no trabajaba, hasta donde tenía entendido, pero siempre tenía dinero para comprar comida, cigarrillos y algunas latas de cerveza. Era extraño, pero nunca pregunté de dónde salía el dinero. No me iba a quedar allí lo suficiente para que me importara. Quería abrir mis alas, alejarme de ella y empezar una nueva vida. Quizá no tenga mucho ahora mismo, pero al menos di el primer paso para mi cambio.

Ahora me pregunto, mirando a mi alrededor, ¿es este el lugar correcto en el que debería estar?

La mano de Donovan hace que mi cuerpo se mantenga estable mientras esperamos algunos segundos hasta que el elevador suena en nuestro piso. Mis piernas tiemblan con cada paso que doy, pero ahora que hemos resuelto algunas cuestiones entre nosotros y me ha confirmado que no me pasará nada malo... estoy un poco más relajada. No se si es bueno o tonto de mi parte confiar en alguien que no conozco ¿pero que mas puedo hacer? Ya estoy aquí, y no es como si hubiera podido evitar que me trajeran. Donovan Hunter tiene la contextura de un tanque de guerra, no importa de donde lo mires, y mide casi dos cabezas más que yo. No iba a poder escapar ni aunque luchara con toda mi fuerza.

Y por la forma en la que su agarre estrangula mi delicada mano, no creo que él quiera que me vaya. Como dijo en el auto; me quiere aquí, sea cual sea el motivo. ¿Y cuándo pude realmente resistirme a algo que quiere? Solo tiene que abrir la boca, susurrar algunas palabras dulces y deslizar las yemas de sus dedos en mi piel para tenerme rendida a sus pies.

Cuando llegamos al piso elegido, las puertas se abren y otro pasillo, esta vez mucho más grande y amplio nos da la bienvenida, con las paredes blancas con apliques dorados y la alfombra roja en el suelo. Hay varias personas dando vuelta vestidas, completamente de negro, pero nada de otro mundo, con pequeños audifonos en sus oidos por los que ladran ordenes mientras caminamos hacia la derecha. El hombre que nos dirige el camino y Donovan no parecen prestarle atención, como si fuera completamente cotidiano ver gente en un lugar que tiene la fachada de "abandonada" y se encuentra en medio de un bosque. Y como si fuera poco, está abierta un domingo por la noche. ¿Es una especie de teatro? Pero si fuera así, ¿por qué Donovan tiene tanto miedo por mí? ¡Nunca vi una función en vivo!

Solo pasamos un par de puertas hasta llegar casi al fondo del grueso pasillo. Los gritos siguen escuchándose pero son un poco más apagados esta vez. Sin embargo al momento en que entramos a la habitación correspondiente, vuelve a ser completamente aturdidor. Los gritos, los vítores y los aplausos eufóricos me tienen completamente inquieta y atolondrada. El cuarto es enorme pero apenas le puedo echar un vistazo porque mi atención se enfoca únicamente en el enorme ventanal que hay a nuestra derecha. No veo mucho desde donde estoy parada en la entrada, pero hay luces de colores iluminando desde el techo hacia lo que parece ser un lugar más abajo que el nuestro.

Furia ilegalWhere stories live. Discover now