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—¿Hace cuanto no le das un vistazo a las estrellas y constelaciones? —Le pregunté mientras me acostaba en la bolsa y veía al cielo.

—Tengo tanto tiempo sin estar fuera, la verdad es que siempre hay algo que quiero decirte, pero no sé cómo... —Me confesó Melanie.

Estaba apenada.

—Puedes decirme lo que sea, estoy aquí contigo. —Acaricié su pelo suavemente.

Me pidió que fuésemos a dormir.

Unas horas después.

Desperté asustado debido a unos aullidos que se escuchaban cerca.

—¿Lobos en Raven's Hill? —Intenté darme la vuelta y preguntarle a Melanie.

Sin embargo, había desaparecido.

— ¡Melanie! —Grité con fuerza.

Detrás de mi escuché unos suaves gruñidos.

Me voltee lentamente y ahí estaba un lobo de ojos verdes oscuros.

—¿Quién eres? —Pregunté mientras veía sus patas.

Al oír mi voz, salió chillando y escapó entre aullidos.

Al año siguiente. 14 de febrero 2016.

Luego de observar sus constantes desapariciones por las noches, comencé a sospechar realmente de ella.

El día de los enamorados, supe que tenía que hacerlo y si era posible, ayudarla.

Preparé nuestra cita en la noche, Molly me contó que tuviera cuidado con ella debido a que en luna llena era peligrosa.

—Escúchame, Brian, no puedo dejar que vayas solo a su encuentro, está tomando fuerza y si ella quiere, puede destruirte con sus garras, y no soportaría verte muerto... —Me advirtió Molly.

—No voy a morir, y si lo hago será por amor, no te preocupes, tendré cuidado—nos fundimos en un dulce abrazo—, te quiero mucho.

Las horas pasaron y finalmente llegó el momento de la cita. Llegamos al cine a las afueras de la ciudad, con dirección a la carretera nacional.

Antes de entrar, nos quedamos mirando el atardecer.

—En este lugar se ve mejor la luna cuando sale...—Me sonrió.

—¿Sabes algo? —Le pregunté—Una vez mi madre me contó una historia, de como nació el primer hombre lobo.

— Ah, ¿sí?, cuéntame. —Se acurrucó a mi pecho mientras nos sentábamos en aquel banco.

—La luna tenía un amante, cuando el mundo cobró vida, todos los dioses estaban reunidos en el cielo... —Comencé a contarle.

—¿Qué sucede después? —Me preguntó con sus ojos fijos en mí.

—El dios Ulv, se enamoró perdidamente de la diosa Luna, era la mujer más bella de todo el reino, y por consiguiente, todos la envidiaban...—Seguí narrando con una voz más profunda.

Una ráfaga de viento nos alcanzó.

—Me gusta tu forma de narrar...—Soltó una risita.

—El dios Ulv, sabía que estaba enamorado de aquella mujer, con sus hilos de plata, sin embargo, para pedirle su mano, debía bajar a la tierra, algo que sería castigado por el más alto...—Continué con la narración mientras la abrazaba dulcemente.

—Pobre chico enamorado...—Mencionó Melanie.

—En un momento de valentía, se lanzó de la nube más alta y cayó en la tierra, buscó las flores más hermosas que había, subió al cielo, pero cuando lo intentó, el dios solar, ya había tomado la mando de la bella luna...

Una gran historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora