XIV

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Me quedé maravillado por el contenido, sin embargo, Lilyan me pidió que me acercara con ella a un sillón.

—Te voy a contar la historia de tu familia y la mía...—Se aclaró la garganta y comenzó a contar.

Aquella historia me intrigaba.

—Hace 350 años, había varias familias mágicas muy conocidas en Inglaterra, las llamaban los vástagos de Lunden...—Nos contó.

—Qué raro es saber sobre mi descendencia...—Le comenté.

—Tienes razón, pero sigo—me interrumpió—. Tu familia y la mía nunca usaron su magia para compartieron tierras cercanas, pronto, nació una hermosa relación, la cual era envidiada por una bruja muy antigua...

—¿Cómo se llama esa mujer? —Le pregunté.

—Su nombre, era Astrid, la mujer más hermosa que existía, había llegado de Ulvsthorpe, Noruega, pero aquella mujer escondía un enorme secreto en manos...—me respondió—, era una poderosa bruja, al igual que nuestros ancestros, pero ella usaba la magia para hacer que todos sucumbieran.

—¿Qué pasó después? —Preguntó Jessica mientras traía consigo unas cobijas.

Jessica y yo nos acurrucamos mientras encendíamos la chimenea.

Hacía un frio intenso.

—El asunto es que Astrid se enamoró perdidamente de tu antepasado más lejano, llamado Waterlow Lunden, sin embargo, Lunden rechazó su propuesta, ya que se iba a casar con mi antepasada Jennefer Whillow—Nos contó.

Ambos estábamos emocionados.

—Sus intentos fracasaron, entonces como no pudo tener su corazón, Astrid los maldijo a todos, y a sus generaciones con él, pero ella no sabe algo que mi familia descubrió sin querer...—Volteó la página.

—¿Qué fue eso? —Le pregunté.

—El amor verdadero es lo único que romperá la maldición...—Me respondió con preocupación.

—¿Y cómo podemos hacer esto? —Le pregunté...

Lilyan se rascó la barbilla.

—Uno de mis hermanos, antes de morir, nos dejó un acertijo.

—Para el amor, el malo debe volverse bueno, y el bueno debe volverse malo, con un sacrificio de amor para terminar la maldición...

—¡Patrañas!, ¿Cómo me voy a volver malo? —La interrumpí.

—No tengo idea, no he podido descifrarlo, pero seguro lo resolveremos juntos. —Me respondió Lilyan.

Sus ojos se veían cansados y sin esperanza.

—Te voy a ayudar, preparémonos juntos y terminemos con todo esto. —Le sonreí.

A la mañana siguiente.

Comenzamos a planear el rescate de Melanie y Jane Elizabeth.

Despertamos a primera hora y comencé a observar el mapa de Lilyan donde estaban secuestradas Melanie y Jane Elizabeth.

— ¡Si alguien le hizo daño, me las van a pagar, tu y el que le hizo daño! —Me amenazó Sergio.

— ¡Pelea todo lo que quieras, no te veo ayudando!, Lilyan y yo nos vamos —Le respondí.

Tomé una capucha y salimos del castillo.

Montamos a caballo, cabalgamos en dirección al castillo de los Willingham, familia de Lilyan.

Era sin duda un castillo muy difícil de penetrar. Pero no estaba en mis opciones rendirme, comencé a estudiar el terreno en compañía de mi grupo.

—Si hacemos un ataque frontal a las puertas, será un suicidio... —Le mencioné a Lilyan.

Una gran historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora