Capítulo 1

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Septiembre era el mes preferido de Mar. El mes de los nuevos comienzos, del buen tiempo, de la rutina. Septiembre era como Enero, pero con mejor clima. 

- ¿Estás listo chico? - preguntó Mar a Romeo, su perro, enseñándole la correa.

El perro, un labrador de color canela, empezó a dar saltos de alegría, sabía que aquel gesto solo podía hacer referencia a una cosa, el paseo mañanero que hacían siempre juntos. 

- Romeo con la correa, botella de agua, bolsas para la caca del señorito, móvil con la música, creo que lo llevo todo - enumeró en voz alta para que no se le olvidara nada. 

Iba a cerrar la puerta cuando Romeo ladró hasta en dos ocasiones repetidas.

- ¡Hostias las llaves! Gracias chico - dijo Mar haciéndole carantoñas a su fiel y más leal amigo. 

Con todo listo y sin olvidar nada, ambos salieron a la calle a disfrutar de su paseo matutino. 

No siempre hacían el mismo recorrido pero sí que el punto al que llegaban siempre era el mismo, un parque para perros que había inaugurado no hacía mucho tiempo el propio alcalde del pueblo. 

Nada más llegar, Mar soltó a Romeo, era un recinto cerrado y no había opción a que se pudiera salir a la carretera. Era bastante grande y además de distintas atracciones para los animales, tenía una zona con merenderos donde aprovechaba para desayunar tranquila. 

Cogió su móvil y mientras desayunaba miraba las distintas redes sociales. Le flipaba tik tok, había demasiada gente loquísima que le hacía pasar unos momentos de risas muy divertidos. Estaba viendo uno de los vídeos cuando le saltó un mensaje de whatsapp.

 Paula: ¿En serio ya estás en la calle tía?

Mar leyó el mensaje y se echó a reír. A pesar de ser su gemela, ella y Paula no tenían nada que ver.

Pues claro, como cada mañana. Lo que me extraña es que tú estés ya levantada

Paula: No creas que es por decisión propia. Es que tu madre no tiene otra cosa mejor que hacer que ponerse a pasar el aspirador a las 9 de la mañana.

No te quejes, así puedes aprovechar más el día

Paula: No me interesa aprovechar el día pesada, lo que quiero es dormir.

Mar no pudo controlar la carcajada que le produjo imaginarse a su hermana enfadada con aquella situación. Paula era todo lo contrario a ella, y aunque físicamente eran prácticamente iguales, en el resto de cosas eran totalmente opuestas.

Paula: Por cierto, esta tarde me voy a tu piscina ¿Aviso a las chicas?

Ni siquiera vas a preguntar si puedes venir ¿no?

Paula: La verdad es que no, para qué, si sabes que voy a ir aunque no quieras. 

Ahí tienes razón jajaja Si claro, vente. Avisa a quién quieras, hay que aprovechar los últimos días de calor.

Estaba tan ensimismada en la conversación con su hermana que no notó como alguien le tocaba el hombro.

- Perdona ¿Ese perro de ahí es tuyo? - dijo una voz a su espalda asustándola.

Chica nueva en el puebloWhere stories live. Discover now