Capítulo 21.

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Desde aquella llamada, Loreto no había vuelto a encender el móvil. No ha querido salir de su dormitorio, y aunque su hermano y su mejor amiga lo habían intentado, el esfuerzo fue en vano. 

- Lore, amiga, no puedes seguir así - dijo Rocío preocupada por como su amiga estaba afrontando toda aquella situación.

- Hace más de un mes de lo de Cristal, creo que ya es hora que intentes remontar un poco y si no pones de tu parte no lo vas a conseguir por mucho que nosotros estemos aquí al pie del cañón - dijo Jaime sentándose al lado de Rocío. 

- Es que no puedo chicos, se me está haciendo muy cuesta arriba, no me termino de hacer a que ella no esté - dijo cabizbaja aunque esta vez había conseguido no llorar.

Rocío y Jaime se miraron, entendían a la profesora, pero creían que no estaba tomando las decisiones acertadas, porque estaba entrando en un bucle del que no iba a poder salir. 

- ¿Y encender el móvil para cuándo? - dijo Rocío que no entendía esa decisión - Entiendo todo lo demás, pero  ¿El móvil amiga? ¿Crees que Mar te va a llamar y no quieres contestarle? Porque si no es que no entiendo que lleves casi un mes con el móvil apagado. 

Jaime miró la cara de su hermana que era de pocos amigos, últimamente tenía la paciencia justa para pasar el día, y lo que menos quería era dar explicaciones de cualquier decisión de su vida.

- ¿Qué dices Rocío? ¿Quién se acuerda de Mar? Además ¿Qué tiene que ver Mar con el móvil? Es que yo alucino contigo - dijo la profesora enfadada.

Rocío respiró profundo, sabía que su amiga no estaba bien y que cualquier cosa le iba a afectar el doble, pero necesitaba entenderla y que ella misma se diera cuenta de lo que estaba haciendo.

- A ver Loreto, cariño, tranquila - dijo en tono pacífico Rocío - Intento entenderte, y no creo que no te acuerdes de Mar, la verdad. Creo que ha sido una persona que ha marcado fuerte una etapa, aunque corta, de tu vida, y creo que no lo estás queriendo ni reconocer ni aceptar. 

- Yo también lo creo hermana - añadió Jaime apoyando lo que Rocío estaba diciendo - Creo que la decisión que tomaste de echar de esa manera y culpar a Mar de todo no fue lo correcto, y yo si creo que esa chica se portó bien contigo, cariño.

Rocío levantó la cabeza y miró a aquellos dos que estaban sentados en los pies de la cama.

- No tenéis ni idea - contestó furiosa - ¿Creéis que para mí ha sido fácil todo ésto? ¿Creéis que yo habría querido echar de mi vida a Mar por gusto?

- Pues si Loreto - dijo tajante Rocío - La has echado y de muy malas formas porque te ha dado la gana. Has culpado a esa chica de la muerte de Cristal cuando se ha partido la puta cara para poder salvarla. Ha estado contigo, tuvo el detalle del colgante sin preguntarte si quiera, solo porque sabía que iba a ser importante para ti. Y es más, ya no es que hayas decidido echarla de tu vida, que bueno es tu vida y tú sabrás, pero ¿No haber hablado con ella a la cara? Lo siento amiga pero no lo entiendo. Llevo un mes callada para no hacerte daño pero te estás autodestruyendo y sé que esto es algo que llevas a cuesta y me jode que lo estés gestionando tan mal, porque tú no eres así joder Loreto, tú no eres ésta.

Jaime se echó las manos a la cabeza, pocas veces había visto a Rocío hablándole tan seria a su hermana, y aunque tenía toda la razón le daba miedo la reacción que iba a tener Loreto a aquellas palabras.

- ¿Puedes aceptar que te has enamorado de esa tía? No sé, creo, que ese quizás es el primer paso - añadió antes de que la profesora contestara.

- Chicas - estaba diciendo Jaime cuando Loreto lo calló.

- No tienes ni puta idea Rocío, y no sé quién te crees que eres para hablar de mis sentimientos tan a la ligera - gritó fuera de sus casillas.

- Pues para no tener razón, mira como te estás poniendo - añadió Rocío que no se achantó ante los gritos de su mejor amiga.

- Porque me da rabia joder, hablas sin saber ¿Cómo voy a estar enamorada de alguien a quién a penas conozco? Eso eres tú que eres muy enamoradiza del primero que se te cruza.

- Loreto, por ahí no, te estás pasando - respondió Jaime a las palabras hirientes de su hermana.

- ¿Sabes qué te digo Loreto? Que quizás yo sea una enamoradiza, pero al menos me arriesgo a luchar cuando algo me gusta, quiero o me hace sentir bien y no salgo corriendo a la primera de cambio y echando mierdas y culpas a otras personas  de un sufrimiento mío - sentenció Rocío levantándose de la cama y saliendo del cuarto. 

Jaime miró a su hermana y con gestos le dijo que se había pasado, se levantó y salió tras su amiga dejando a Loreto en la cama muy cabreada.

- Espera Rocío - dijo Jaime antes de que su amiga abriera la puerta para irse.

- No se lo voy a consentir Jaime, y me voy a ir antes de que llegue la sangre al río, pero no le voy a consentir que me hable así - dijo enfadada - Tú y yo sabemos que tu hermana no lo está haciendo bien, y que está castigando a esa chica por gusto y sin embargo ella, nos llama a sus espaldas para saber como está, no me parece justo, lo siento pero no. Mar tendrá muchos defectos y habrá hecho algunas cosas mal, pero no se merece ésto, pero oye yo ya no quiero saber nada más.

Y sin decir nada más salió de la casa de ambos, sin darse cuenta que Loreto había escuchado todo a través de la puerta. 

Chica nueva en el puebloWhere stories live. Discover now