Capítulo 6.

267 17 3
                                    

- ¿Diga? - contestó Loreto tras descolgar el teléfono que la había despertado.

- ¿Estabas dormida? - Preguntó su hermano al otro lado del teléfono.

- He tenido una noche bastante movidita, y por la mañana he tenido curro, así que en cuanto llegué me eché un rato ¿Qué hora es? - preguntó porque ni siquiera le había dado tiempo de mirar la hora antes de descolgar.

- Son las 18:45h, hermana, creo que ya es hora de despertar - contestó Jaime entre risas.

- Joooooder - gritó Loreto dando un salto del sofá.

- ¿Qué pasa chica? Tampoco tendrás mucho que hacer, digo yo - respondió su hermano que no entendía porque su hermana se había puesto así.

- He quedado en una hora y cuarto con una amiga que he conocido aquí para cenar y no tengo nada preparado - respondió mirando que tenía en los armarios de la cocina.

- ¡Uuuuuuu! - dijo Jaime entre risas - Así que una amiga ¿no?

- Si Jaime, una amiga, no seas pesado, además, ¿Qué querías? Para algo me habrás llamado ¿No? Y te recuerdo que tengo cosas que hacer.

Loreto llevaba muy mal no tener las cosas bajo control, así que eso de no tener la cena lista, ni siquiera pensada, a menos de una hora de que llegara Mar, no le hacía ni puñetera gracia.

- Que desagradable eres cuando quieres, se te nota mucho que echas de menos a tu hermano mayor .... - dijo Jaime con tono desganado - Bueno a lo que iba. Me ha dicho Rocío que este finde va a pasarlo contigo a las fiestas del pueblo y había pensado que quizás podría irme con vosotras.

Loreto abrió los ojos de par en par cuando escucho a su hermano decirle aquello. No era buena idea, ella delante de su familia intentaba ser todo lo recatada que pudiese para que no pensaran nada malo, pero por otro lado no podía decirle que no ¿Cómo iba a decirle a su hermano que no viniera a su casa?

- Pero te vas a aburrir ¿No? - preguntó confiando con que su hermano cambiara de opinión - Quiero decir, aquí no conozco a ningún chico con el que puedas congeniar.

- No importa, si lo que me apetece es estar contigo, y hablar contigo, tengo algo que contarte - respondió Jaime donde en el tono de voz se le notó que aquello que quería hablar con su hermana era importante para él.

- Bueno vale, vente, queda con Rocío y os venís juntos - respondió aunque no muy convencida pero no le quedaba otra - Pero ¿Estás bien Jaime?

- Si cariño, estoy bien, solo que necesito desahogarme contigo. Bueno te dejo que se que tienes prisa, mañana nos vemos mi amor, y gracias - Antes de que su hermana contestara colgó el teléfono.

Tras ver como su hermano le había colgado sin dejarla despedirse miró el teléfono y se quedó pensando. Jaime y ella nunca habían tenido la confianza de contarse las cosas. Era 2 años mayor que ella y era el ojo derecho de su madre. Era el hijo perfecto, estudiante, deportista, todas las chicas estaban detrás de él, vamos lo que su madre quería, un hijo "normal". Todo eso hizo que ella se alejara de su hermano, entonces por eso le sorprendió más aquella petición. Pero bueno, no era hora de pensar en eso, tenía que preparar una cena y ducharse en menos de una hora, iba a ser misión imposible.

Unos ñoquis con salsa de roquefort, con unos canapés de salmón ahumado con queso de untar, fue la elección. De postre hizo su tarta de queso al horno, todo el que la había probado quería repetir. Como bien se pudo notar en el menú, Loreto era una amante del queso, todas las recetas que hacía debían llevarlo, ahora solo deseaba que a Mar también le gustara y que no fuera alérgica.

Chica nueva en el puebloWhere stories live. Discover now