Capítulo 10: The red queen (Parte 2)

1.3K 103 46
                                    

Salí del gimnasio y busqué su figura por el estacionamiento. No había nadie allí afuera, por lo que fue fácil distinguir a alguien que se marchaba enfurecido. Decidida a alcanzarlo, comencé a correr. Él había tomado una buena distancia, se notaba que quería irse lo antes posible.

Grité su nombre. Nada, no hubo respuesta; no hubo reacción. Estaba desesperada, tenía miedo y los sollozos amenazaban con escaparse de mis labios. Volví a llamarlo por su nombre, no me importaba si alguien nos veía y escuchaba; después de todo, Patán ya debería estar enseñando el video de nosotros. Así que a la mierda todo el mundo, yo iba a perseguir al hombre de mis sueños.

Yo también merecía mi noche de Cenicienta.

Me deshice de mis zapatos mientras seguía corriendo, haciendo que volasen cada uno por su lado. Ya más cómoda, pude acelerar mi marcha y llegar hasta él para tomarlo del brazo. Por la fuerza ejercida de mi agarre, él se volteó con brutalidad y chocó con mi cuerpo. Lo sostuve fuertemente, tomándolo de los antebrazos para que no pudiera escapar sin hacerme daño.

-Espera.- Le rogué, jadeando por oxígeno. La carrera me había agotado, pero valía totalmente la pena por el hecho de que pude alcanzarlo.- Déjame explicártelo.- Pedí, él frunció el ceño, desviando la vista, como si le diera asco mirarme. No, Hiccup, no hagas eso, no tienes idea de cuánto duele.

-No necesitas explicarme nada. Tienes todo el derecho de estar con quien desees.- Escupió, con la ira en su tono de voz. Yo negué rápidamente la cabeza.

-No, yo quiero estar exclusivamente contigo, Hiccup.- Le recalqué, tomándolo por la cara con ambas manos para obligarlo a mirarme. Sentí como mis ojos se humedecían.- Vine con Patán al baile únicamente por nuestra causa. Patán es "P", Hiccup.- Expliqué, rápidamente.- Él me amenazó con que si no venía con él al Baile y fingía estar locamente enamorada de él, pasaría un video que tiene. ¡El nos filmó, Hiccup!- Grité, desesperada.- No quería besarlo, te lo juro. Él me obligó y si hubieses prestado un poco más de atención habrías notado que lo empujé para obligarlo a soltarme.- Hiccup, relajó el rostro por primera vez y suspiró.- Los únicos besos que deseo, son los tuyos.- Confesé, con la voz quebrada. Iba a llorar, lo sentía.

-¿Todo eso es cierto?- Preguntó, mirándome a los ojos, con aquella voz profunda.

-¿Alguna vez te he mentido?- Contesté yo, acariciándole el rostro. Se había afeitado recientemente, tenía la piel tan suave a mi tacto. Él me tomó de la cintura y me acercó a él, para luego abrazarme. Una abrazo cargado de cariño y de comprensión. Me ferré a su smoking y enterré mi cara en su pecho para inhalar su exquisita fragancia. Nunca voy a olvidar ese aroma... Ese olor a Hiccup.- No te lo dije porque tenía miedo de que te enfadaras. Cómo no vendrías al Baile, no tendrías por qué enterarte de nada y nuestro problema se resolvería fácilmente. Yo solo te quiero a ti, a nadie más.- Susurré, apenada. Él deshizo nuestro abrazo para mirarme a los ojos con aquel par de obres verdes profundos.

-¿Lo juras?- Preguntó, corriéndome aquel mechón de cabello que caía por mi frente, arruinando mi visión completa de ese hombre maravillosamente hermoso. El mismo molesto mechón que Patán había acomodado torpemente, pero con Hiccup toda sensación era distinta. Hasta el más simple acto, parecía perfecto.

-Lo juro.- Susurré, perdida en aquel mar verde. Él me tomó de la mano y comenzó a jalar de mí hasta llegar detrás del gimnasio. Me acorraló suavemente contra la fría pared de concreto y me besó. Primero, dulcemente, simplemente apoyando sus labios sobre los míos. Luego me besó con pasión e intensidad, pero más allá de aquel emocionante beso sentía cómo me indicaba su egocentrismo.

-Dime que eres mía.- Susurró, jadeante, mientras besaba mi cuello.

-Soy solamente tuya.- Aclaré yo, suspirando agitadamente por cada roce de sus labios con mi piel. Su cálida boca se deslizaba por todo mi cuello, pasando por mis clavículas de vez en cuando. Su respiración chocaba contra mis células, las cuales reaccionaban provocándome una corriente de éxtasis que subía desde mis pies. Posé mis manos sobre su cabello y tiré suavemente de él hasta que sus labios volvieron a encontrar los míos.

[Mericcup] Teach me how to LoveWhere stories live. Discover now