Capítulo 23: Heart demons

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-Creo que ustedes dos me deben una explicación.- Pronunció la directora Arendelle con la voz cargada de molestia e incomodidad.

A pesar de que yo deseaba no ver a Hiccup nunca más en mi puta vida, las semanas siguientes todo giró en torno a él. Tuvimos que vernos incluso mucho más de lo que antes solíamos hacerlo. En ese preciso instante, ambos estábamos siendo "entrevistados" (Interrogados) por la directora.

Desde el puñetazo que le dio a Nod, todos comenzaron a sospechar. El decía que 'había querido proteger la integridad de una alumna' pero ni él se la creía. No se necesitaba ser Einstein para razonar que algo no encajaba. La directora Arendelle era un de esas personas que apostaban que Hiccup y yo teníamos o habíamos tenido una relación.

-Elsa, lo entiendo de los jóvenes... Pero, ¿tú? ¿En serio te crees esos cuentos?- Preguntó Hiccup, fingiendo ofensa. Escondí mi rostro para secar una lágrima. Quería decirle a la directora todo lo que había pasado, pero por alguna razón no podía. Odié a Hiccup en cuanto golpeó a Nod, me pareció estúpido e innecesario; pero aún así no podía lastimarlo. No podía imaginármelo tras las rejas. No quería que sufriera por mi causa.

-Es la única explicación razonable que le encuentro a tu comportamiento, Hiccup.- Aclaró ella, firme y fría como el hielo. Luego posó la vista en mí.- Mérida.- Me llamó, yo le brindé una mirada vacía.- ¿Quieres que hablemos a solas?- Me preguntó, endulzando su voz.

-No hay nada de qué hablar, directora.- Desde el día trágico, había vuelto 'a la normalidad'. Me vestía como siempre y no volví a maquillarme. Estaba harta de fingir algo que no era. Estaba cansada, quería que todo aquello terminara de una vez.

-¿Estas segura?- Me preguntó. Yo asentí, con media sonrisa torcida.

-La verdad es que el señor Haddock y yo sí tenemos una relación, pero somos simplemente amigos. Me ayudó mucho en momentos en los que estaba destrozada por el engaño de mi padre a mi madre; pero solo fue eso, nada más.- Comenté, intentando que mi voz no se quebrara. Sentía la mirada de Hiccup en mi mejilla.- Quizás él simplemente malinterpretó las cosas. ¿No es así, señor Haddock?- Pregunté, mirando hacia mis manos.

-Así es.- Afirmó él. Su voz se escuchaba melancólica, igual que la mía. Ambos nos habíamos hecho pedazos el uno al otro.- Pensé que quizás el joven Blaser la estaba acosando.- La directora Arendelle arqueó una ceja.

-¿Él te acosaba?- Me preguntó, sorprendida. Yo levanté las manos como quien no es culpable y agité rápidamente la cabeza.

-Oh, no, no... Nod y yo tenemos una relación.- Mentí, pero tenía que salvar a Nod. Lo quería mucho y no podía permitir que lo acusaran de nada.- Todo lo que el señor Haddock vio fue... con mi consentimiento.- Ella suspiró y anotó algo en una liberta.

-Miren, continuaremos esta conversación más tarde.- Anunció. Hiccup y yo asentimos, para luego retirarnos en silencio.

Cuando ambos salimos al pasillo, éste estaba desértico. Comencé a caminar rápidamente lejos de él, pero su mano me detuvo al tomarme de mi brazo.

-Espera.- Pidió. Tuve que contener las lágrimas al momento de mirarlo.- Gracias... por todo.- Dijo y yo asentí con desinterés.- En cuanto a lo de tu amigo, lo lamento mucho. Perdí totalmente el control.-

-Sí, lo noté.- Mascullé entre dientes.

-Mérida.- Me llamó, con aquella voz aterciopelada. No, por favor. Otra vez no.- Perdóname.- Rogó, tomando mi mentón. Allí iban las lágrimas.

-¿Cómo quieres que te perdone?- Susurré.- Me hiciste mierda, Hicc.- Confesé. Él posó un dedo sobre mis labios a la vez que me pedía silencio.

[Mericcup] Teach me how to LoveWhere stories live. Discover now