Capítulo 24: Not a love story

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Me desperté al día siguiente con los ojos hinchados. Había pasado la noche en casa de Hiccup y ahora él se encontraba detrás de mí, rodeándome con sus brazos. Nos habíamos quedado dormidos en el sofá, luego de habernos tirado en cara todo lo que despreciábamos del otro. Me moví lentamente, liberándome de su agarre.

Caminé por el apartamento hasta llegar a mi bolso, mientras me frotaba perezosamente los ojos; y saqué mi teléfono. Cinco llamadas perdidas de 'Mamá'. Suspiré preocupada, para luego retirarme de la habitación, bajar por las escaleras del recibidor y salir a la calle.

-¿Mamá?- Pregunté, pegando mi oreja al móvil.

-¡Mérida! ¡Gracias a Dios!- Gritó ella, exaltada.- ¿Te das cuenta de lo preocupada que estaba por ti, jovencita?- Me preguntó.- Por poco llamo a la policía.- Advirtió.

-Lo siento.- Contesté, agachando la cabeza.

-¿Lo sientes? Oh, sí... vas a sentirlo. Estás castigada. ¿Oíste?- Sonaba furiosa y la entendía completamente. No sabía dónde estaba ni con quién, puesto que no tenía idea de quien era mi 'amigo'.

-De verdad lo lamento, ma.- Me disculpé nuevamente, con la voz cargada de tristeza. Pero, ¿por qué estaba triste?

-¿Cuando volverás a casa?- Preguntó, más calmada.

-Supongo que en unas horas. Mi... Em, amigo... Aún no despierta.- Se escuchó un silencio cargado de incomodidad.- ¿Mamá?- Pregunté.

-¿Dormiste con él, Mérida?- Me quedé helada, para luego soltar una leve carcajada vergonzosa.

-No, mamá. ¿Que te pasa?- Estaba completamente avergonzada. Quizá no había dormido con Hiccup la noche anterior, pero sí lo había hecho al fin y al cabo.- Solo me quedé dormida en su sofá mientras él terminaba algunos detalles de la tarea.- Ella dudó.

-Está bien.- Afirmó luego de unos segundos, aunque no sonaba muy convencida.- De todas maneras, eso no te salva de tu castigo.- Sonreí, aunque ella no podía verme. Agradecía que mi madre siguiera preocupándome por mí a pesar de la pésima hija que había sido todo ese tiempo.

-Llegaré en un par de horas.- Le dije, conteniendo la risa.- Te amo, mamá.- Y procedí a colgar.

Me quedé observado mi teléfono con melancolía. Miraba aquella B grande en su parte trasera, a la vez que me recostaba por la pared del edificio. ¿Qué demonios estaba haciendo? Amaba a Hiccup, pero al mismo tiempo temía que me lastimara nuevamente como lo había hecho. De todas formas, ¿por qué él estaba conmigo cuando podía estar con cualquier otra chica más hermosa que yo? Es decir, él lo tenía todo: Personalidad, belleza, dinero... ¿Por qué se interesaba en mí?

Quizás le causaba gracia y placer jugar con mis sentimientos como lo hacía.

Observé a lo lejos el muelle, a penas amanecía. Suspiré para llenar mis pulmones de fresco aire matutino de sábado. Allí, el aire olía ligeramente a sal.

Me di cuenta de que no sabía absolutamente nada del hombre que decía amar. Solo sabía que era profesor de física, que venía de una familia con gran fortuna, que su padre había muerto en un accidente y que ahora su madre estaba a cargo de Empresas Berk. No sabía nada de su pasado, ni de sus intereses salvo su pasión por los coches caros.

¿Por qué estaba con Hiccup?

-¿Mérida?- Su voz llegó a mis oídos de repente, aunque no me moví de mi lugar ni aparté la vista.- ¿Que haces afuera, cariño?- Me preguntó, rodeándome con sus brazos y acariciando uno de mis brazos para trasmitirme calor.

-Pensaba.- Confesé, aún observando el horizonte.

-¿En qué?- Quiso saber, cambiando de posición para abrazarme desde atrás y apoyar su mentón sobre mi cabeza.

[Mericcup] Teach me how to LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora