[Mericcup] Teach me how to Love

Capítulo 25: Suicide

-¿Qué vamos a hacer hoy por la tarde?- Me preguntó Hiccup besando mi mejilla y acomodándose el pantalón, luego de un rapidito en la bodega de libros.

-Mis hermanos no han parado de comentar que un circo ha llegado a la ciudad el miércoles. Creo que hoy por la tarde será su última función.- Le comenté, con entusiasmo.

-Bueno, conseguiré dos entradas. ¿Paso por ti uno hora antes de la función?- Asentí, con una sonrisa de par en par. Hiccup me dio un beso corto en los labios y luego se marchó de allí.

En cuanto se fue, mi expresión volvió a ser vacía.

Desde el día en que lo vi con la directora Arendelle habían pasado tres semanas más. Un mes, para ser exactas. Te preguntarás qué pasó luego de eso... Pues, en realidad no pasó nada.

Nod me llevó a la enfermería y poco después desperté, pero lo hice con algo diferente dentro de mí. Era como si de repente, estuviera vacía. Muerta. Nada de lo que hacía o no provocaba en mi alguna especie de sentimiento. Todo me daba realmente igual.

Mi amigo y yo acordamos decir que estaba haciendo una "dieta estricta" que me provocó un bajón de azúcar y, por ende, mi colapso. Hiccup y la directora Arendelle nunca se enteraron que mi desmayo se debía a su causa. Es más, Hiccup fue a la enfermería poco después a interpretar su papel de novio preocupado.

Decidí no afrontarlo. Es decir, ¿para qué? ¿Para que me digiera que me amaba, que había sido un tonto y para que luego volviera a hacer lo mismo? No, gracias. Preferí mantener el secreto y seguir viéndolo por capricho. Por puro deseo carnal.

De todas formas, yo le había puesto una fecha límite a mi vida.

Se me ocurrió la brillante idea mientras Hiccup y yo estábamos en el cine. Él me tomaba de la mano y me decía una mentira tras otra sobre mi oído. 'Te amo', 'Eres la mujer perfecta' 'No quiero a nadie más en mi vida'.

Puta mierda.

Sin embargo, desde ese día, noté que nada era igual. Lo que sentía por él ya no era lo mismo de antes. Nuestro amor se había transformado en una mentira.

Entonces, ¿para qué vivir cuando el amor de tu vida es una farsa?

¿Para que vivir cuando sabes que fracasaste en el amor?

¿Para qué vivir cuando sabes que lo único que te espera es sufrimiento?

Esa tarde, Hiccup y yo fuimos al circo. La pasamos excelente. Todo fue muy hermoso. Yo me mantenía de un brillante humor, puesto que esa noche acabaría con mi vida. ¡Tenía que disfrutar mis últimas horas! Así que me introduje a fondo en las mentiras de mi amado y me permití creérmelas y compartirlas. Lo besé tanto que sentía mis labios arder e introduje su falso amor hasta en lo más profundo de mi alma.

-¿Me amas?- Me preguntó, mientras estábamos subidos en la Rueda de la Fortuna, la cual era una atracción gratis que ofrecía el circo.

-Claro que te amo.- Susurré, apoyando mi cabeza en su hombro.- ¿Tú me amas?-

-Obviamente.- Aclaró, sonriente.- Hasta el infinito y más allá.- Dijo, imitando la voz de Buzz Lightyear. Reí por lo bajo y me atreví a darle un pequeño beso, el cual él profundizó con ganas.

Luego de la magnífica función, Hiccup y yo nos dirigimos hacia su apartamento, en donde hicimos "el amor" por un par de horas. Me hizo gemir y disfrutar como nunca; y yo estaba agradecida que se comportara tan bien en mi última noche de vida.

-Mérida.- Me llamó, mientras me vestía para volver a casa.- Estás muy alegre hoy.- Pronunció y yo le brindé una sonrisa.

-Gracias.- Agradecí, poniéndome la playera.- Supongo que al fin entendí que a veces la vida es muy corta y que se debe apreciar cada segundo.- Hiccup frunció el ceño ante mis palabras.