Capítulo 21: Seduction tricks

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Oh, Hiccup, qué fácil de manipular eres.

Al día siguiente de nuestro escape en motocicleta con Nod, la directora Arendelle nos llamó a su oficina. Allí estaba Hiccup, cruzado de brazos detrás de la hermosa rubia. A Nod y a mí nos sentaron uno al lado del otro, en sillas separadas, pero con bastante proximidad.

-¿Se dan cuenta de que su comportamiento fue irresponsable e incorrecto?- Preguntó la señorita Arendelle, luego de una larga y aburrida charla. Yo le sonreí.

-¿Qué es lo que pretende, directora? ¿Volver el instituto como una prisión?- Pregunté, arqueando una ceja en señal de superioridad.

-Más respeto, Dunbroch.- Me calló Hiccup. Si hubiera tenido algo pesado y grande en mis manos, se lo arrojaba.

-Está bien, Hiccup.- Lo calmó la directora. ¡Hiccup! ¡Lo llamó 'Hiccup'! Me harté y fulminé al castaño con la mirada. Él me observaba con indiferencia, como si no le importase una mierda mi vida. O eso pensé.

-Igualmente, una suspensión es injusta y exagerada. No pueden suspendernos por esa estupidez.- Gruñó Nod, perdiendo la paciencia. Para provocar a Hiccup, estiré mi mano y alcancé la rodilla de mi compañero, para acariciarla provocativamente.

-Esta bien, Nod.- Pronuncié, de la misma forma dulce que la directora lo había hecho. La cara de Hiccup fue un POEMA. Nunca voy a olvidarla. No simplemente palideció, sino que se quedó tan sorprendido y enfadado a la vez, que estaba segura de que contenía las ganas de golpear a Nod.

-Suficiente.- Anunció la directora, pero yo no retiré la mano de la rodilla de mi compañero.- Permanecerán castigados hasta nuevo aviso. La próxima vez que ocurra algo como esto, terminará en suspensión. ¿Entendieron?- Ambos asentimos, conteniendo la risa.- Bien, ahora retírense.- Nos levantamos y Nod hizo algo que voy a agradecer toda la vida: Me tomó por la cintura, apegándome a él, y caminó conmigo de esa forma hasta cerrar la puerta de la oficina de la directora tras nosotros. Allí, me soltó rápidamente y ambos estallamos en carcajadas.

-¿Viste su cara en cuanto pusiste tu mano sobre mi rodilla?- Preguntó. ¡Oh, casi lo olvidaba! Nod me resultó tan agradable, que cuando nos escapamos y fuimos a un bar, hablé con él sobre mi relación con Hiccup. Lo sé, parecía algo estúpido hablar de algo tan profundo con alguien que recién conocía... Pero Nod, era diferente. Lo sentía en lo más profundo de mi ser. Confiaba en él.

-Dios... Creo que ahora te odia.- Le comenté, él me sonrió con superioridad.

-Es que sabe que no es competencia contra mí.- Presumió, sacando el pecho y poniendo voz de macho. Me estiré para darle un pequeño beso en la mejilla. Él se ruborizó levemente. Casi ni se notó. Casi...

-Gracias. Eres el chico más extraordinario que he conocido en mucho tiempo.- Dije y el me empujó levemente con su hombro, conmovido.

-Tú eres extraordinaria.- Comentó, por lo bajo. Yo reí.

-No, tú lo eres.- Repliqué.

-No, tú.- Contestó él. Ambos compartimos una mirada traviesa y volvimos a reírnos. Se sentía bien tener a alguien de mi lado, alguien que me hiciera reír y sentirme bien conmigo misma nuevamente.

-.-.-.-

Pasaron dos días más y tocó clase con Hiccup.

Nod prometió sentarse a mi lado (Es más, exigió ese lugar) y también planeamos algunos trucos para herir el ego de Hiccup. Él siempre me había dicho que yo era suya... Y ahora, por odio y por venganza, quería hacerle creer que era de alguien más.

Cuando ingresamos a la clase, la mirada de Hiccup se posó en nosotros. Nod y yo nos sentamos juntos, como habíamos planeado. Comenzamos a acariciarnos por debajo de la mesa (Aunque en realidad se veía todo y más). También nos susurrábamos cosas sin sentido al oído, aunque por nuestras risas parecía que estuviésemos diciéndonos cosas pervertidas; y nos tomábamos de la mano.

[Mericcup] Teach me how to LoveWhere stories live. Discover now