Capítulo 14: Your spell

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2 de julio.

Respira, Mérida. Vuelve a meter oxígeno en tus pulmones.

Esa mañana desperté más ansiosa de lo habitual. Hiccup estaba a mi lado, durmiendo plácidamente. Se veía tan hermoso, tan pacífico; casi me hace olvidar por completo que ese día era demasiado especial.

Me levanté de la cama y fui la baño. Me había acostumbrado a levantarme temprano para ir a lavarme un poco el rostro y cepillarme los dientes para no tener ese particular aliento mañanero por si a Hiccup se le ocurría besarme. Al mirarme en el espejo noté mi rostro lleno de preocupación. Lo relajé. No podía estar tan nerviosa. Solo pasaría la noche con un hombre. Y ahora yo ya era una mujer de dieciocho años de edad.

Al salir del baño caminé de puntitas hasta llegar a la cama nuevamente y acostarme a un lado del castaño. Él estaba volteado, por lo que yo pasé mi mano por su cintura y lo abracé, para hundir mi rostro en su espalda y escuchar su lenta respiración. Le di un ligero beso y me propuse a mí misma dormir un poco más.

Lo logré, hasta que el movimiento del cuerpo de Hiccup me obligaron a despertarme. Lo miré con los ojos entreabiertos en cuanto él se volteó para observarme. Sonrió.

-Feliz cumpleaños.- Me susurró, aun medio dormido y me dio un torpe abrazo.

-Gracias.- Susurré yo, correspondiendo fuertemente. Nos volvimos a quedar dormidos.

Al abrir los ojos por tercera vez, noté que ya debían ser las diez de la mañana. Revisé la cama, pero no había señales de Hiccup por ningún lado; así que me reincorporé con pereza y caminé hasta el armario que compartíamos, el cual estaba hecho un desastre. Sin embargo, me llevé una sorpresa en cuanto lo abrí.

Allí había un hermoso vestido casual azul brillante, corto y con aire playero. Debajo de la percha, una rosa blanca, que nada más al abrir el armario logré captar su aroma. Junto con la rosa, venía una nota: 'Tú. Yo. Desayuno.'

Reí entre dientes y me vestí rápidamente. Tomé la rosa y me marché hacia el área de desayuno: Un patio enorme al lado de la piscina que tenía vista al mar. El cielo estaba despejado y la arena parecía resplandecer por el sol, aunque lo único que me importaba encontrar con la vista era ese par de distintivos ojos verdes.

No lo vi por ningún lado. Suspiré, quizá había llegado demasiado tarde. De repente, un tentador pastel de chocolate apareció frente a mí.

-Feliz cumpleaños.- Me habló una voz detrás de mí. Era Hiccup, quien sostenía el pastel frente a mí mientras que me rodeaba con los brazos. Éste tenía una pequeña vela roja con forma de rosa, la cual soplé animadamente. Cuando terminé con la tarea, Hiccup me liberó y yo volteé para darle un beso en los labios.

-Para ya con las sorpresas.- Le pedí. Él arqueó una ceja.

-Aún no. Todavía te quedan unas cuentas.- Suspiré, rendida, pero luego le brindé una sonrisa. Él me observó con aquellos ojos cargados de deseo y mi estómago se retorció salvajemente. Me ponía demasiado nerviosa pensar en aquello.

Nos sentamos en una mesa bastante apartada y comimos el pastel en silencio. El sonido de las olas y del resto de las personas charlando animadamente rellenaban el ambiente. Agradecí en silencio por aquello, estaba tan absorta pensando en aquella noche que no podría mantener una conversación coherente con nadie.

Poco después del desayuno, fuimos unas horas a la playa. Desde el día en que habíamos llegado ya no había necesitado darle más celos, puesto que se mantenía todo el tiempo observándome. Incluso ya comenzaba a molestarme su permanente mirada sobre mí.

[Mericcup] Teach me how to LoveWhere stories live. Discover now