Capítulo 1 > Me recordó a ella

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Mi rutina siempre ha sido la misma. Me levanto por las mañanas bien temprano al oír la arma de las 7:00 am, me doy una ducha, desayuno lo que día tras día me dejan preparado en la encimera de la cocina y me pongo a leer un buen libro.

Y cuando no estoy sentada en el balcón de mi habitación con una tasa de té tengo mis cascos puestos, oyendo un poco de música.

Nunca he cambiado esa rutina, pero últimamente debido a la "poca" recuperación que he tenido, mi psicólogo me ha dicho que sería bueno cambiarla de a poco. En nuestra última sección estuvimos realizando algunos ejercicios de respiración.
¿Para qué ? Bueno para que cuando me enfrente nuevamente al mundo exterior, me sea fácil controlar mis ataques.

Empezaríamos en un lugar alejado. Con poca gente. Aunque no me creo estar preparada para eso todavía, mi madre dice que en algún momento tengo que hacerlo.

—¿ Estás lista cariño ? — preguntó mi padre abriendo la puerta del coche. Dudosa asiento con mi cabeza y me dispongo a coger su mano. Claro con mis guantes puestos.

—¡ Qué hermoso lugar!, ¿no es cierto ? — Veo como cierra sus ojos inhalando profundamente el aire que corre a nuestro alrededor.

Mi padre me llevó a un pequeño parque que estaba cerca de la casa. Allí suelen haber solo ancianos, muy pocos y algunos que otros niños jugando en la pastosa hierba verde con sus padres.

Divisamos a lo lejos, muy lejos de las pocas personas que nos rodeaban un banco. Nos sentamos uno al lado del otro y comenzamos a observar el hermoso paisaje en silencio.

Esta salida mis padres la habían planeado desde hace meses. Diré que no fue fácil. Las secciones psicológicas me ayudaron un poco.

—Esto es raro — hablé después de un tiempo

— Es normal cariño, no has salido desde hace mucho. Tienes que ser paciente, y no ser dura contigo misma, ya verás que podrás — su actividad positiva era impresionante — Esto es un pequeño paso. Y lo estás haciendo genial.

Mis padres siempre han sido un gran apoyo para mí. A pesar de mi situación nunca me han dado la espalda o dejado sola a la deriva, en cualquiera de las tormentas por las que he tenido que pasar. Han sido mi ancla, mi sostén y les estoy muy agradecida por eso.

— Emir dice que deberías cambiar de color — por cierto, Emir mi psicólogo es el marido de mi hermana mayor. Desde que me diagnosticaron la agorafobia, él se ha encargado de llevar mi caso hasta el día de hoy y no dejaba de agobiarme con que cambiara los colores que usaba en mi vestuario — el negro opaca tu estado de ánimo.

— No le veo nada de malo quererme vestir siempre de negro. Dicen que los colores que uses reflejan el sentir y el estado de ánimo por dentro de cada persona — dije sin quitar mi mirada del cielo —y Así es como yo me siento.

— Skay —reprochó mi padre —Ya hemos hablado sobre esto. Cambiar tú rutina también implica esto — señaló mi ropa — no digo que no puedas usarla. Pero es bueno que varíes. No te estanques en una sola cosa — su móvil comenzó a sonar y le doy las gracias a quién lo haya hecho — Ahora vuelvo tengo que atender esta llamada — se alejó unos metros de mi. Hasta que lo perdí de vista.

Estaba sola, pero podía ver a la gente a lo lejos. No me agobiaba ,mientras que no se me acercaran me tranquilizaba saber que mis ataques no volverían. Pero que equivocada que estaba.

.....

Cogí los audífonos del bolso y me puse a escuchar "TRAITOR" de Olivia Rodrigo.

No se en que momento me quedé dormida. Pero un fuerte golpe en el hombro me despertó.

Cuando observé que era lo que me había golpeado, la figura de una niña empieza acercarse a mi.

— Disculpe fue sin querer. No quise hacerle daño —

Me tocó. Me tocó el hombro y no supe como reaccionar.
Era como ella. De solo recordarla mi cuerpo reaccionó rápidamente y empecé a sofocarme . Mi respiración se volvió caótica.
La niña salió corriendo asustada al ver mi condición.
¿Y quién no lo haría ?

Mi pecho subía y bajaba de forma irregular, sentía como me mariaba y una ráfaga de calor/ frío invadió mi cuerpo ,no podía hablar. Incluso se me dificultaba tragar mi propia saliva. Las manos me temblaban. Trataba de controlar mi respiración con los ejercicios que Emir me había enseñado pero era inútil.

— ¡Señorita reaccione! — oía una voz a distancia — ¡Por favor que alguién llame a una ambulancia! — se fue acercando a mí. Y lo menos que quería era que me tocaran.

— Pooor..favor...n..o..me to..que — logré decir con la poca lucidez que me quedaba.

Mi padre, ¿dónde estaba mi padre ?  Voy a morir — y no pude pensar nada más.

Y todo se volvió negro a mi alrededor.

Nota de la autora :

La agorafobia está especialmemte relacionada con el temor intenso a los espacios abiertos o públicos en los que puede presentarse aglomeraciones. Está estrechamente relacionada con el trastorno de pánico, y no es raro que ambos transtornos se manifiesten o interactúen, ejemplos de los miedos que experimenta el agorafóbico están el de vivir una crisis como la de nuestra protagonista.

Evitan situaciones como la de salir de casa, usar transporte público, comer en restaurantes, hasta el miedo al contacto físico etc......

Con esta historia quiero demostrar que si se puede. Si se puede seguir adelante. Es difícil y eso solo lo sabe la persona la cual esta pasando por esta situación.
Pero siempre va a ver algo por lo cual luchar y NUNCA rendirse. Así que NUNCA digas : NUNCA podré, ya que :

Siempre habrá esperanza

Skayler en multimedia > Naomi Scott

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Aquí les dejo un pequeño Edit💗💗

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