15.- ¿Qué tan caro es un seguro de vida?

252 36 59
                                    

Mierda

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

Mierda.

No sé qué hacer con estas ojeras ni con el moretón que tengo en la quijada. No compré maquillaje gracias a que me robaron el dinero de la cuenta bancaria y ahora estoy condenado a llevar este rostro cansado y maltratado hasta que pueda recuperar las horas de sueño que perdí anoche por andar pensando en TaeMin.

Hace años que no perdía el sueño por él. Claro que antes las razones eran distintas; antes yo no podía dormir porque lo imaginaba a mi lado. Mis primeras fantasías y sueños fueron con él. Las primeras veces que me dormí y desperté pensando en alguien, fue por él. Lo pensaba a él. Contaba los días que me quedaban para verlo y me arreglaba y perfumaba bien cada vez que nos encontrábamos. Siempre decía que le gustaba mi shampoo, así que procuraba limpiar bien mi cabello para cuando él llegara a verme.

Hacía todo por él. Incluso me quedaba despierto al teléfono cuando se sentía triste, y lo escuchaba hasta que se quedaba dormido. Supongo que fue siempre él quien llevó las riendas de esa pseudo-relación por ese entonces. Yo era su sombra, y sus deseos eran mis órdenes. Yo babeaba por él, y él lo sabía.

Ahora no babeo, claro. Pero sigo perdiendo el sueño. Me pregunto si imagina que anoche dormí muy poco por su culpa. Me pregunto si acaso tengo este mismo efecto en él, aunque temo saber la respuesta de antemano. Seguramente no. Seguramente soy yo el único tonto que sigue atrapado en el pasado de esta forma. O quizá no tanto. Hay algunas actitudes suyas que me dicen que tal vez, y sólo tal vez, todavía le importo.

Supongo que hoy lo averiguaré.

Salgo del baño ya limpio y vestido. Mi hermano terminó de preparar el desayuno y, como de costumbre, hablamos como si nada mientras comemos. Ya no tiene esa actitud desagradable del viernes, pero para evitar enfrentamientos decidí no sacar el tema de nuevo. Difícilmente MinSeok podría cambiar esa mentalidad tan cerrada que tiene. Ni siquiera por aceptarme a mí cambiaría, y eso que soy su hermano.

Limpio los trastes sucios del desayuno mientras él ordena un poco la sala de estar. No hay nada interesante en lo que detenerme aquí. Deseo marcharme pronto y ver lo antes posible a TaeMin para resolver de una vez por todas estas preguntas que me tienen tan inquieto.

¿Cómo supo?

¿Por qué lo hizo?

Me lavo los dientes, tomo mis pertenencias y me despido. MinSeok me sonríe mientras me desea un buen día, y yo le deseo un buen día también, con una sonrisa tan forzada en el rostro que me sorprende que no lo haya notado. O tal vez sí lo notó, pero ha preferido no decir nada al respecto. Es mejor así, porque no sabría qué responder si me pregunta qué me pasa. Ya se preocupó demasiado el viernes por mí cuando llegué desaliñado y con el rostro hinchado por el par de golpes que lograron darme antes de que TaeMin los detuviera.

Le dije a MinSeok que me habían intentado asaltar, pero que no habían conseguido quitarme nada. De más está decir que me creyó. Supuestamente nadie es rival para un marine.

〈 La Habitación Blanca 〉Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ