Cap 12

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Un fin de semana, Jungkook salió a buscar trabajos de medio tiempo a sitios en donde empleaban a adolescentes que todavía estudiaban.

El medio tiempo eran cuatro horas. Jungkook había encontrado una cafetería muy bonita al otro lado de la calle de la escuela. Vio un cartel en la entrada: estaban buscando a alguien que limpiara los baños y los platos y demás utensilios de cocina. 

Jungkook estuvo más de media hora hablando con la jefa de la tienda y le contó algunas de las razones por las cuales sería bueno en el trabajo. Le dijo que era aplicado y aprendía rápido. Claramente allí las cosas eran diferentes de la escuela, porque en lo que respectaba a historia, matemática e ingles no era nada rápido a decir verdad. 

—Muy bien, niño —le dijo la jefa, una mujer rubia de ojos grandes y cuerpo pequeño. Algo mas bajita que Jungkook — comenzarás en dos días, lo que queda del resto de la semana será de prueba. Necesito saber si no vas romper los platos. 

—Claro que no —le dijo con una sonrisita. 

—No es por nada, es que la anterior empleada tiró varias vajillas de cerámica. La despedimos por esa razón. Tambien se olvidaba de limpiar los baños cada hora y media— la mujer suspiró —No quiero tener que lidiar con otra persona incapaz de hacer el trabajo. 

—Lo entiendo —le dijo Jungkook siendo amable. La mujer estaba preocupada, después de todo era su negocio, debía cuidarlo y mantenerlo pulcro para que hubiese la mayor cantidad de clientes —¿El pago sería a fin de mes?

La mujer negó con la cabeza. 

—Semana a semana —la mujer le dijo un monto y a Jungkook se le iluminaron los ojos. De todas maneras no lo hacía por el dinero, lo hacía para pasar menos tiempo en su casa, en donde no le importaba a nadie —¿O a ti te conviene el monto a final de mes?

—No. Está bien por semana.

La mujer estrechó su mano y Jungkook se despidió para regresar a su puesto de trabajo en dos días. 

Salió con una sonrisita en la cara. Ahora comenzaría a pasar cuatro horas menos en su hogar. 

Por lo menos era algo. Un par de horas, no era mucho, pero bastaba para alejarse de su madre incompetente y de su novio bueno para nada. 

Jungkook a veces los odiaba porque no le prestaban atención ¿acaso todos los padres eran así?

Jungkook se dirigía a su casa, cuando le llegó un mensaje de Taehyung: 

"Estoy en la esquina, ¿Qué tal si vamos a casa"

Seguido de leer el mensaje Jungkook se volteó y vio a Taehyung con un café en la mano y una sonrisa en la cara. Cruzó la calle y lo saludó. 

—¿Qué haces un sábado solo? — preguntó Tae mientras se lo llevaba a su casa tal cual mascota. 

Jungkook se alzó de hombros, desinteresado. Taehyung bebió de su café extremadamente azucarado. 

—Me presenté para un puesto de trabajo en la cafetería de allí —Jungkook la señaló con una sonrisa y Taehyung se alegró de ver esa mueca radiante en su rostro. Era bonito —Me contrataron como limpiador ja ja. 

Tae compartió su risa. 

—¿Y por qué quieres trabajar cuando tienes unos padres que te mantienen? — preguntó el mayor —Al menos, a mi me mantienen. 

—Los míos no —Jungkook se adelantó unos pasos porque no quería pisar una fila de hormigas que iba pasando —Mi madre no se interesa en mí y no tengo padre. Hoseok es el novio de mamá. 

—Ah... Qué mal oír eso. No debe ser lindo. 

—No lo es —ya estaban llegando a la casa de Tae —Pero hace muchos años que me acostumbré a estar así de solo.

Taehyung sacó las llaves de su departamento y entraron. Los padres de Tae no estaban. Se habían ido al cine después de mucho tiempo sin ir. 

—¿Desde que edad? — se interesó el mayor mientras dejaba su chaqueta y el café sobre la mesa. Llevaba un suéter negro que también se quitó para quedar en una remera blanca de manga hasta el codo.

Jungkook pensó que se veía como toda una estrella de cine o de modelaje. Su cuerpo era tan esbelto y curvilíneo. A diferencia del suyo que estaba marcado por unos abdominales y brazos comenzando a formar músculos. 

—No sé. Prácticamente desde que nací —El menor se fue a sentar al sillón, un poco abatido —No tengo recuerdos de que mi madre me tratara así. ¿sabes? empecé a cocinar y a lavar mi propia ropa a los once años. 

Jungkook no quería dar pena, pero necesitaba desahogarse. 

Tae se sentó a su lado y colocó un brazo por el respaldo del sillón. Tocaba sutilmente el cuerpo de Jungkook.

—Qué feo. 

—Pues sí. 

—Quiero decir... ¿Qué tipos de padres hacen eso?

—Malos padres — contestó Jungkook y luego se giró para mirarlo —¿Y bien? ¿Quieres que te haga una mamada hoy?

Jungkook se sorprendió cuando Tae negó con la cabeza. El mayor tomó el control y puso Netflix. 

—¿Quieres ver una película? 

Jungkook arqueó una ceja. Se sentía raro que el mayor no quisiera hacer cosas impuras. 

—Está bien — dijo, complacido con la atención bonita que el mayor le estaba dando. 

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