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FINAL

En la noche buena, Jungkook recibió mensajes de cariño por parte de Félix y Hyunjin, los cuales estaban pasando las festividades juntos. Hyunjin le dijo que al parecer, Chris había desaparecido de su vida para siempre. No lo había vuelto a molestar. 

Esas fueron los únicos dos mensajes que recibió Jungkook.

Su madre nada.

Hoseok se había conectado por última vez hacia dos días en WhatsApp, por lo tanto tampoco le había enviado mensaje.

Jungkook no entendía cómo alguien podía pasar dos días sin mirar el WhatsApp. Hoseok era todo un caso.

—Jungkook, ya va a estar la cena —dijo la madre de Tae desde la cocina, avisándole al menor.

Jungkook se levantó de la cama y dejó su celular a un lado. Se arregló el suéter negro que traía puesto y fue a sentarse en la mesa. Taehyung estaba intentando limpiar una mancha de un plato sin éxito.

—Tae, creo que el plato está rajado, no manchado —le dijo Jungkook.

Taehyung sacó sus lentes del bolsillo de su pantalón y observó la mancha.

—Tienes razón, Kook.

—No sabía que usabas lentes.

—Los usa y los odia —comentó el señor Kim llevando el pollo a la mesa junto con las papas horneadas. La madre de Tae llevó las bebidas.

—Me hacen ver feo —replicó Tae sentándose al lado de Jungkook. Colocó una mano en el muslo del menor para hacerle un mimo.

—Yo creo que te hacen ver tierno.

Tae sonrió a medias, de verdad que no le gustaban sus lentes.

—¿sabes que es lo peor?

Jungkook sacudió la cabeza negativamente.

—Que cada vez veo menos.

—Eso por que te la pasas con el celular a oscuras y el brillo al máximo  —le reprochó su madre sentándose a comer.

Incluso el señor Kim y Jungkook se pusieron de acuerdo.

—Tae se queda despierto a pesar de que yo me duerma.

—Siempre duerme a la hora que quiere.

Tae le bufó a su madre.

—Es que no me gusta dormirme temprano.

—Te hace mal y ni te das cuenta.

—No me hace mal.

Jungkook soltó una risita.

—Es un testarudo —dijeron la madre de Tae y su padre y Jungkook.

Taehyung puso los ojos en blanco y empezó a comer, pero terminó pensando (mientras sus padres intentaban hacer charlar a Jungkook) que tenían razón. No siempre dormía bien y veces no dormía.

A la larga no terminaría siendo algo bueno, así que decidió que cuando las fiestas terminasen, cambiaría su horario de sueño a uno más temprano.

. . .

Más tarde, cantaron canciones navideñas a pesar de que Jungkook no estaba muy animado terminó por unirse a los Kim. Los padres de Tae les permitieron tomar un poco de alcohol. Así que Jungkook ahora estaba con Tae en la habitación, riendo y esperando a la hora de los regalos.

—Me gusta escucharte reír —le dijo Tae agarrándolo de las mejillas —Quiero que lo hagas más seguido.

—No sé si pueda hacerlo —le respondió Jungkook sentándose en la cama.

Tae lo agarró de las manos y le besó las mejillas. Luego decidió que lo mejor sería repartir besos por toda su cara.

Jungkook volvía a sonreír.

—Te quiero —Le dijo el menor al mayor.

A Tae casi que se le sale el corazón del pecho.

El mayor esbozó una amplia sonrisa al momento en el que el reloj marcaba las doce de la noche.

—Yo también te quiero, Kookie. Seamos felices juntos. Quédate aquí el tiempo que quieras.

Jungkook, como sabia que no tenía oportunidades en su hogar, le dijo que sí, que se quedaría con él.

Taehyung le dio todos los regales y Jungkook le dio el suyo.

Volvieron a sentarse en la cama y a tomarse de las manos. Taehyung lo rodeó con un brazo y lo atrajo hacia si.

—Feliz navidad, mi angelito.

FINAL

GRACIAS POR LEER.