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Cap 34

El primer día de las vacaciones de invierno los padres de Taehyung empezaron a planear la fiesta de Navidad.

—Deberíamos tener en cuenta que mis sobrinos podría romper un jarrón —decía la madre de Tae a su esposo—. Será mejor que vayamos todos a cenar y luego cada uno se vuelve a su casa.

—No entiendo por qué tu hermana no nos invita a su casa. Después de todo tiene un hogar grande.

Su esposa se alzó de hombros mientras Tae los escuchaba desde el salón, con la cabeza metida en un libro.

—Ya sabes que no le gusta tener invitados.

—¿Pueden dejar de fingir que no nos quiere invitar por mi culpa? —resopló Tae desde el sillón —La última vez casi me corre con la escoba.

—Y es por eso que que tngo ganas de ver a mi hermana, hijo.

La ante última navidad pasada la tía de Taehyung le había reprochado hasta el cansancio su orientacion sexual. Había intentado darle una lección pero solo bastó para que la madre de Tae timara cartas en el asunto y su padre se lo llevara llorando en el auto.

A Tae no le gustaba recordarlo.

—¿Y tu novio que va a hacer? —Le preguntó su padre.

Tae bajó el libro de su rostro.

—No es mi novio —balbuceó.

Su madre le alzó una ceja.

—Antes de ayer estaban fallando fallando consejo, no nos digas que no.

Taehyung le lazo un almohadón a la cara y su madre se lo devolvió sin dejar de reír. Se pasaron el almohadón durante un rato, hasta que cuando de cayó al piso, Yeontan se lo agarró como camita.

—Doy por hecho que Jungkook no va a volver a su casa —comentó el señor Kim .

Tae sacudió la cabeza.

—No creo que lo haga, pero tampoco quiere estar aquí.

—Pero si él no molesta —dijo su madre.

—Ya lo se, y se lo repito a cada rato. Pero a él no le gusta sentirse como un intruso.

—Ni debería sentirse de esa manera. Básicamente no emite ruido alguno.

—Es cierto —concordó el señor Kim asintiendo con la cabeza—. Cuando hace sus tareas aquí en la sala apenas escucho que pasa el bolígrafo sobre la hoja. No nos molesta en lo absoluto, hijo, el casi ni habla con nosotros.

Tae se alzó de hombros.

—Ya les dije lo que piensa.

Su madre negó con la cabeza.

—Podríamos pagarle un psicólogo profesional. Pobre chico.

—No entiendo como su madre puede odiarlo tanto —Dijo el padre de Tae —, si nisiqiera hace ruido, parece un fantasma en medio de la casa. No molesta para nada y es educado.

—No creo que Jungkook quiera a un psicólogo. Es un problema emocional que no se supera supera tratamiento.

Su padre estuvo de acuerdo.

—No hay nada peor que el abandono de unos padres.

Taehyung asintió con la cabeza y miró el reloj en la pared. Faltaban diez minutos para que Jungkook volviera de su trabajo.

Solo que aquel día, no volvió a la misma hora de siempre.

Taehyung pensó que estaría haciendo una hora extra, y esperó a que volviera.

Pero el tiempo pasó y Jungkook no volvió.