Capitulo XXXI

21 0 0
                                    

Alessandra Joseph.

-¿Rocio?.-Sonrío.-¿Qué pasa ahora?

-Pasa que esta noche me ire.-me despegue de sus brazos y sonreí.-Es momento. -Sus ojos se le cristalizaron.-Ax.-Mustie.-Necesito salir de aqui, necesito vivir.

-¿A donde?.-Pauso.-¿Por que ahora?.-Sonreí y simplemente me encogí de hombros.-¿Le darás ese gusto al imbécil ese?.-Trago grueso y yo simplemente me fui de allí.

-Pero no obtendrás piel grueso sin quemarte en el proceso.-Murmure camino a casa, subí corriendo por las escaleras y aliste todas mis maletas en la puerta, mama entro y me miro, sus ojos estaban brillando.

-¿Te ayudo?.-Sonrío, asentí con la cabeza y mis lagrimas empezaron a caer.

-No estoy huyendo.-Mustie.

-Se cuando lo haces.-Me limpio mis lagrimas y sonrio.-Y estoy segura que esta vez no es como las anteriores.

-Visitame pronto.-La estruje entre mis brazos.

-Escríbeme cartas desde allá.-Asentí con la cabeza muy emocionada y baje por las escaleras, intentando memorizar cada detalle de aquella casa que había echo sentir un mueble más. El cielo cada vez empezaba a aclararse, mama salio detras de mi en el auto iba todo en silencio, quizás estaba molesta, quizás hubiera sido peor que no hiciera ruido y me quedara en esa pieza.

-¿Habrá boletos para tres?.-Sonreí.

-Solo eres tu.-Mustio entre cortada.

-Ustedes dos siempre serán parte de mi vida ¿Lo tienes claro no?.-Asintió con la cabeza.-Papa tal vez nunca me hablo de la vida o me enseño algún talento en ese momento pero me enseño a no estar preparada y tu siempre me has enseñado a seguir con vida.-En la playist que estaba en el repertorio del auto estaba esa canción. Te para tres: Aquel sentimiento en el que Gustavo Adrián Cerati despedía a su padre con cáncer terminal, el desorden que había provocado todo aunque se intentara verter un poco de miel. El ver a mama llorando por el, era demasiado. Por que no importaba cuantas cantidades de te quisieras beber estando los tres juntos como antes. No hay nada mejor que casa, una casa que dejo de existir para tres. -Papa no regreso de su viaje.-Murmure.

-No.-Negó con la cabeza.-Quizás en la luna lo necesitan mas que tu a el para seguir con tu vida.

-¿Aun lo recuerdas?.-La voltee a ver.

-Recuerdo tanto de esa Alita.-Sonrio.-Tu fuiste la razón por la que siempre quise salir adelante y no terminar en esa cama muriéndome en llanto.

-Algun dia alguien verá en ti lo que tu ves en los libros, la lluvia, el frio, los atardeceres, la música a todo volumen.-Sonrío.-Aquellos escritos tan llenos de sentimiento.

-La temporada de lluvia estará de vuelta.-Murmure.-¿Pero cuando sera la temporada donde papa este aquí?.-La lluvia me recuerda tanto a papa, justo como ese treinta y uno. Siempre formando parte de mi apesar de no volver a ver a papa nuncas mas.

De todas las realidades que creado en la vida, el hecho de que ya no estes conmigo es la que mas me cuesta trabajo aceptar, una forma talvez de conocer la madurez a temprana edad o simplemente la peor forma de destruirme por mi familia. El mundo me a demostrado desde muy pequeña que nada es eterno, que si el hoy es para siempre mañana ya no lo será.

Miro las estrellas con la dicha a la cual me enseñaste desde el primer dia que me dejaste, cierro los ojos cuando llega tu recuerdo y corren mis lagrimas Frías por mi rostro. Por que tiene que doler tanto si papa simplemente fue a la luna para salvar el mundo de otros.

Por que el mundo de su hija termino en ese 2012.

-Llegaremos tarde.-Toco mi mano.-Alita, tienes que seguir con tu vida.

-Debo irme.-Bese sus mejillas, salí del auto con todas mis maletas y camine hacia el avión sin mirar atrás. Sabia que si lo hacia regresaría cobardemente a los brazos de mama, de querer sentirme cerca de ella y no creer todo lo que paso su Hija. -Alita.-Mama nunca supo cuantas veces habia trato de curar sus cicatrices de esa niña carismática y llena de sueños que ahora al crecer no quedo con nada mas que con cicatrices en todo su cuerpo.

Que tal vez no haya nada que le guste a alguien de mi pero aun que no exista ese alguien de los que tanto hablan mis hermanos siempre amar esa niña con sus cicatrices, amar simplemente sin que duela, sin horrorizarte al verte una mañana después de haber recaído. Por que no había necesidad de alguien, de que un hombre despilfarre su vida sin creer que el arte, los atardeceres, las cosas pequeñas como ir corriendo y abrazar el primer árbol que encuentres por la ciudad.

-Pasajeros camino a Amsterdam favor de abordar.-Entre por las puertas corredizas y mama texteo.-Eres mi trébol de cuatro hojas y debo decir que Te Amo.-Me asome por la ventana del avión y mama estaba allí, abrazándose entre si misma y mirándome.

-Te Amo Mapa.-Murmure y puse la palma de mi mano en la ventana. Cerré los ojos y Cerati estaba en mis auriculares.

Una vez dijiste que buscara las estrellas del norte, que no perdiera lo celestial que es admirarlas. Asi que encontre el mar, habia olas sobre mi, estaba dispuesta a perderme en el mar.

Hasta que me encontraste.

Realmente perdi la nocion del tiempo hasta que un joven alto de tez blanca sonrío al sentarse a mi lado.

-Disculpa.-Me dio la mano.-Daly un placer.-Sonrío.

-Un gusto.-Sonreí.-

-¿Chica escritora?.-Señalo mis escritos .-Es agradable en estas ciudades.

-Lo es.-Continue recostandome sobre el vidrio de la avión para nuevamente dormir.

-¿De dónde eres?.-Mas tarde hablo.

-Mexico.-Mustie.

-Increible.- Asentí con la cabeza.

- Eso creo.- El cielo era tan hermoso, podía sentir tan cerca pero al mismo tiempo lejos de papá.

Anunciaron la llegada demasiado rápido, así que el solo se me quedó mirando y me límite a marcharme pronto entusiasmada, el cielo pintado de colores pasteles, el aroma a rosas y a café.

Papá. -Sonreí al cielo.-Mi suspiro quedo en el aire y sonreí.- Había esperado años para estar en este lugar en el cual creía que solo era un sueño de Alita. Pero ahora estamos aquí, sentadas juntas tomado café escribiendo; Escribiendo por qué antes lo hacía cuando me ahogaba conmigo misma y ahora simplemente por amor a hacerlo, enfrente de aquellas casas llenas de colores y rosas cuál carmín de el resplandor del verano.

La paz ganara y el miedo perderá.

-Car Radio.








STAY ALIVE.Where stories live. Discover now