Capitulo XXXVI

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Alessandra Joseph. 

-Mario Benedetti. 

-Alejandra Pizarnik.-Me enderecé para empezarle a hablar de ella.-¿La conoces?.-Negó con la cabeza.-Bueno, sigue.

-Jaime sabines.-Continuo imitandome.

-Augusto Ferrán.-Lo rete.

-Ham.-corto para pensar.-Pablo Neruda.-Sonrio.-Me gustaba mucho aunque deje de frecuentar.

-Bécquer.-Sonreí.- Y sin duda.-Pause.- Mi querido coronel  Gabriel García Márquez.

-Pero Rocío.-Se quejo.- ¿¡Donde estuviste toda mi vida?!.-Grito.

-Ese señor me impulsó a escribir desde los ocho años y a entrar ala vida de la literatura.-Sonreí emocionada.

-Se me hace interesante ver como a ti te motiva tanto.-Cruzo sus brazos sobre la mesa y sus ojos brillan al verme emocionada.

-Perdón.-Sonreí apenada.

-No, me gusta.

-¿Sabes?.-Relami mis labios.-No se de pájaros, no conozco la historia del fuego pero creo que mi soledad debería tener alas.-Me quedé un momento mirando los postes que habían afuera de la cafetería donde estabamos después de haber bailado toda la noche con canciones de rock roll. 

-Como me gustas.-Murmuro entre dientes.

-¿Como?.-Fingí no escucharle.

-Nada.-Sonrío.

-No te culpo, tienes buenos gustos.-Sonreí para después levantarme e irme al auto.

-Pensandolo bien me gustaria ser uno como tu, uno que sepa de musica.

-Un espanta viejas.-Carcajee.

-De verdad.-Sonrío, ambos subimos al auto y nos quedamos mirando el radio.-¿Puedo decirte algo?.-Se acomodo con vista hacia ami.

-No.-Sonreí, desvie la mirada y cambie la musica.-Habla pues.-Sus ojos brillaban a pesar de la oscuridad.

-¿Ese acaso es Mac Miller?.-

-Aja.-Intente no reírme.-Ya habla.

-Realmente se que tu o la protagonista de ese libro buscara sus propios sueños.-Sus ojos se le cristalizaron.- Asi le cueste la vida.-Pauso.-Que lindo.-Sonrío.

-Sabes que ese libro es conjunto de todos esos sueños reprimidos y muertos para seguir con vida ¿Verdad?.

-No entiendo, nunca dejas de vivir siempre que estas en los recuerdos de alguien mas los haces revivir.-Pauso.-Y ahora hay una persona que se alimenta de un recuerdo. -Voltee a verlo, justo recito esa parte donde nunca pude salir.

-Ma.-Mi voz se quebró.

-Me conmueve mucho, hay cosas que no contamos por que realmente nos afectan y creme que conocerte nuevamente dia con dia es algo que no me permitiera olvidar. -Me salio una sonrisa pero corte.

-Que bueno.-Me acomode para encender el auto.

-Ya te extrañaba.-Carcajeó.

-Que bueno.

-Ya ni te conté.-Volteo de nuevo a verme.-Siquiera me preguntaste pero igual te dire.-me rede el.-Lloré al ver spiderman.

-Que bueno.-Mire hacia a otro lado para reirme.-Tan grandote y chillón

-Soy ese.-Sonrio.

-Que bueno.

-Te pueden quitar tu cédula de psicólogo por andar legándote a la paciente.

STAY ALIVE.Where stories live. Discover now