Capitulo Ⅶ

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Alessandra Joseph.

-Todo el mundo me mira.

-Eres increíble. -Tomo mi mano. -Eres la persona con mas colores que conozco y eso que solo usas negro. -Sonrío.

El amor es raro, puedes llegar a no desearlo nunca o no pensar en el y decir "Pues a mi no me importan mucho esas cosas" y cuando menos te lo esperas llega. Llega en unos ojos bonitos, que brillan como estrellas. En una sonrisa encantadora y en una voz dulce con las mejores charlas y temas de conversación. Simplemente con alguien que no tenga tema del cual hablar, pero se sigue sintiendo una enorme paz, sintiendo el aire y estando en armonía sin tener que tocarnos.

Y es ahí, cuando nos llegamos a preguntar ¿De verdad me estoy enamorando?

- ¿Alita? -Mi cuerpo empezó a temblar, papa me llamaba asi. -¿Estas bien?.

- ¿Cómo?. -Mis ojos se cristalizaron, había perdido la cabeza procesando lo que empezaba a sentir por el desde el primer día que cruzamos miradas.

- ¿Qué pasa? - Era tan mágico que una persona quiera sacarte del caos que te has creado tu sola por miedo a sentir otra vez.

-Nada. -Sonreí. - Esta noche ire a la pista.

- ¿Puedo ir? -Asentí con la cabeza después de verle sus gestos de niño pequeño. - ¿Podemos hablar? -Volví a asentir con la cabeza. -Nunca me has preguntado por mi libro favorito después de tanto tiempo.

-Se que no lees. -Le mire, sus ojos brillantes mirándome.

-Tienes razón. -Me tomo de las manos. -Pero quería conocer tu mundo, quiero formar parte de el.-Saco de su mochila un libro viejo. - A pesar de que no soy bueno con los libros o los autores.

-Puedes pedirme ayuda.

-Realmente me gustaría tener un tema contigo sobre los libros, sobre tus discografías que a veces te quedas analizando, leer cada escrito que nace de ti, conocer esas cicatrices y curarlas.

-Joss.-Murmure.

Todo antes era tan oscuro, tan aburrido, tan repetitivo que en cuanto entro a mi vida puso todo de cabeza. Aun recuerdo la primera vez que fui consiente de ello y de como tu llegada parece ser el resultado de mis plegarias a la luna.

Paso el tiempo y no me puedo aburrir de ti como de los demás que han pasado a mi como estrellas fugaces quitándome un poquito mas de brillo, sin embargo, el hace los dias mas únicos, por mas simples que sean, puede hacerme recostar en mi habitación y sentirme en las nubes.

Apareció en mi vida como un atardecer, lleno de paz, lleno de colores mostrándome afuera del gris y negro, formando una bella paleta de colores, rato asi que ni hoy ni nunca podría describir un amor tan seguro como el que a empezado a construir, para ambos.

-Se que es muy repentino, probablemente vuelvas a desaparecer semanas enteras por decirte lo que siento por ti. -Mi lugar seguro siempre a sido huir de los demás, de todos. - No quiero presionarte.

-No lo haces. -Dije en voz baja. -Solo que. -Pause.

-Tienes miedo.

-Si. -Agache la mirada. -No de ti, si no de mí. -Estaba completamente llena de miedo, no volví a tener ninguna relación desde hace años. Estaba vez era diferente, pero aun asi no quería seguir intentándolo una y otra vez hasta quedarme sin nada de mí.

Permanecimos después en silencio, su mirada seguía clavada en mí, yo solo tarareaba una canción en voz baja, quería dejar de pensar en sus ojos.

En lo feliz que me ha hecho, pero en lo insuficiente que llegaba a sentirme por no darle todo de mi por estar en un absurdo proceso.

STAY ALIVE.Where stories live. Discover now