Capitulo Ⅺ

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Alessandra Joseph.

Me he cansado de pedir apologías cada que tropiezo en mis propios versos, siendo solo un pedazo de papel que me define y siquiera puedo cerrarlo como tal, tan roto debería de estar, tan insuficiente para ya no saber exactamente que escribir. Me preocupa realmente que mis ideas ya no sean del todo creativas, que mis ganas de vivir estén cubiertas por la alfombra de mi sótano. Ahora rechazó la idea de no tener un sótano donde abandonar mis sentimientos y culpas contra mí en ese lugar tan oscuro y lleno de basura.

Porque mi letra no es persistente como la de tales escritores que han tenido éxito por lo que aman, no es del todo interprete para seguir escribiendo un libro, para no ahogarse por completo en aquel rio de amargura y soledad estando rodeada de gente todo el tiempo. - Siento enojo conmigo misma por tener este tipo de pensamientos al estar tirada en la cama, sobre pensar de más por no ser capaz de hacerlo mejor, de vivir golpeándome a mí misma en mi propia mente para poder terminar con esto.

Aunque intente de tener mi mente en paz, consecutivamente algo en mi me dice que no valgo nada asi que todo lo positivo que he llegado a hacer es por no querer escuchar a nadie y sentirlo simplemente. E elegido comunicarme de esta manera, de poder decir todo en una noche después de tragármelo por años, porque nunca había sentido la necesidad de que era importante hablar de lo que verdaderamente estoy hecha gracias a la perdida de papa y la ausencia de mama. Quisiera sentir que por lo menos una vez, fuera digna de merecer algo, quizás esta parte no las tenías que leer mama, perdon por nunca mencionarte lo que sentía cuando me hacías un correctivo, sabiendo que yo no estaba mal.

Descubrí que el mar es más rabioso al anochecer, mas ruidoso y el amanecer se desvaneció y ahora solo abrazo tu ausencia, para poder sentir algo tuyo cercas de mí,

Pero se que ese algo está vacío, mi alma ya no quiere seguir, pero sigo aferrándome a no olvidar como realmente quiero vivir.

Mamá siempre supo que mi lugar estaba cercas del mar, desde el primer día que me trajo a él, justo a meses de perder a Papá. -El sentirme libre y sentir todo mi cuerpo parte de él, me hacía completamente feliz. Si debo de hablar sobre un lugar en el que ame más en toda mi vida, hablaría del mar. De aquellas maravillas que puedes encontrar en él, su vida, su misterio, su profundidad. - Yo tambien encontré que papá puede estar en ese lugar, de que, en esas gaviotas, ese viento, aquel sonido de las olas que te arrulla el alma.

Allí estaba el, calmando los ruidos que solía hacer mi mente por la agonía que estaba viviendo desde que el se fue. 

- ¿Ya nos vamos? -Mama me cubrió con la manta.

-Adelántate. -Murmure mientras cerraba el libro, se sentó cercas de mí y me miro.

- ¿Por qué haces esto? -Miraba el mar, ella solo me rozaba con sus manos en mis antebrazos llenos de cicatrices. - ¿Por qué tienes que huir siempre? -Relamí mis labios, no sabia exactamente que contestar, esa pregunta me la hacia a diario, la mayoría de gente que alejaba de mi tambien lo preguntaba. -¿Ale? Contesta. -Me miro.

-No lo se. -Mustie. Obviamente lo sabía, siempre lo supe.

-No lo sabes o no me quieres decir. -Pauso. -Tenme la confianza de hablarme, de contarme que pasa. - No quiero decirte que me temo a mi misma, que cuando estoy sola y nadie me ve, ni me escucha, en mi persiste mil veces distintas cosas sumamente distintas, al mismo tiempo lo que realmente no puedo hacer bien, lo que tu me dices que hago mal yo lo sobre pensé, le di vueltas esquive, choque, corrí y finalmente me culpé mil veces mas por no ser como quieres, por terminar siendo como ellos.

Como los que tu llamabas mediocres, arrogantes, insensibles, hipócritas, patéticos, miserables, cobardes.-  Probablemente si algún día me decido a hablarte de mí, de esto todo menos algo lindo de parte de una Madre. 

STAY ALIVE.Where stories live. Discover now